Aunque es difícil saber por cuánto tiempo mantendrán esta relación, es un hecho que Donald Trump y Andrés Manuel López Obrador se gustan, dice un amplio reportaje publicado hoy por The Washington Post.
Revela, por conversaciones que la periodista autora del texto sostuvo con fuentes en Estados Unidos, que Washington analiza ya el plan propuesto por los mexicanos para desarrollar el sureste y Centroamérica con una especie de “Plan Marshall” que contenga la migración.
Trump y AMLO han hablado varias veces. En octubre, el Presidente de México dijo que en una de esas conversaciones volvieron a tratar la posibilidad de dar “un siguiente paso: el que nos pongamos de acuerdo para inversiones conjuntas entre México, Canadá y Estados Unidos y se pueda invertir para el desarrollo de los pueblos de Centroamérica, de México, para enfrentar de esa manera, con desarrollo y empleo, el fenómeno migratorio”.El texto es de Mary Beth Sheridan, corresponsal del diario para México y Centroamérica, dice que “de todos los países extranjeros a los que apunta el ataque de tuits de Trump, México ocupa un lugar especial.
Lo ha llamado un país ‘totalmente corrupto’ con ‘un problema de crimen masivo’ que ha hecho ‘poco, si no NADA’ para detener a los migrantes que se dirigen a los Estados Unidos. Y la elección “de un izquierdista combativo como nuevo Presidente de México parecía destinado a llevar la relación a un nuevo mínimo”.
Sin embargo, agrega, “cinco meses después de que Andrés Manuel López Obrador obtuvo una victoria contundente, ha desafiado las expectativas en ambos lados de la frontera. Él y Trump se elogian públicamente. Sus administraciones han trabajado bastante bien en temas candentes como la migración ilegal y la renegociación del acuerdo comercial de América del Norte.
El Gobierno de Estados Unidos está incluso mirando con interés la propuesta de López Obrador de un paquete de ayuda internacional de miles de millones de dólares para disuadir a la migración centroamericana, aunque la idea está en sus primeras etapas, dicen los funcionarios estadounidenses”.
Sheridan dice que “la interminable búsqueda de los líderes extranjeros para entender y administrar a Trump, López Obrador marca el último ejemplo de un político inteligente que se vincula con el Presidente de Estados Unidos, al menos temporalmente”.
Un alto funcionario de la administración de Trump le dijo por teléfono a la periodista que, los dos presidentes “han reflexionado acerca de las expectativas de la gente que enfrentarán mutuamente”. Pero no es el caso, le dijo, hablando bajo la condición de anonimato. “Es una relación para un buen comienzo. Se gustan el uno al otro”.
Pero Mary Beth Sheridan alerta: “Muchos analistas creen que es solo cuestión de tiempo antes de que los dos líderes se enfrenten. Son muy diferentes en estilo: López Obrador es un austero izquierdista que no posee una tarjeta de crédito, mientras que Trump prefiere los grifos de oro de 24 quilates y los jets privados. Luego está la política. AMLO es un defensor de los derechos de los migrantes desde hace mucho tiempo, mientras que la lucha contra la inmigración ilegal es un tema central de Trump”.
Hoy conversamos por teléfono con el presidente Donald Trump. En términos respetuosos y de amistad, tratamos el tema migratorio y la posibilidad de aplicar un programa conjunto para el desarrollo y la creación de empleos en Centroamérica y en nuestro país. pic.twitter.com/6BHVGBIZH2— Andrés Manuel (@lopezobrador_) 13 de diciembre de 2018
Pero hasta ahora, “hay mucha menos turbulencia en la relación que la que tuvo lugar durante la presidencia de Enrique Peña Nieto, un político más conservador y orientado hacia el libre mercado. Los funcionarios de ambos lados dicen que Trump y su contraparte mexicana se respetan mutuamente como nacionalistas de habla clara que construyeron movimientos anti-establishment”.
El texto de Washington Post dice que hasta hace poco, era difícil imaginar un par de políticos más combustibles que Trump y López Obrador. “Mientras se preparaba para postularse a la presidencia, el izquierdista mexicano criticó a Trump como ‘un matón irresponsable’ y un ‘neofascista’. En junio de 2017, López Obrador publicó un libro de sus discursos en defensa de los derechos de los migrantes mexicanos llamado: Listen Up, Trump. En él, comparó la actitud de Trump hacia los mexicanos con la forma en que Hitler se refería a los judíos”.
Pero cuando quedó claro que López Obrador ganaría las elecciones, “su lenguaje se volvió cada vez más diplomático. Después de su victoria, escribió a Trump una carta de siete páginas que detallaba su agenda interna y proponía ‘una nueva etapa en la relación’ basada en el respeto y los intereses comunes”.
El texto concluye advirtiendo que no se sabe cuánto durará el acercamiento mexicano-estadounidense. “En el pasado, el Presidente Trump ha establecido amistades con todos, desde Emmanuel Macron de Francia hasta Shinzo Abe de Japón, solo para ver que las relaciones con el comercio, el acuerdo nuclear de Irán, Corea del Norte y otros temas se enfríen”.
“Y si Trump tiene una base que atender, también lo tiene López Obrador. La izquierda de México ha sido tradicionalmente sospechosa de la participación de los Estados Unidos en los esfuerzos antidrogas del país y ha estado cerca de los gobiernos antiamericanos en países como Cuba y Venezuela”.FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: REDACCIÓN.
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