Luego de que la Fiscalía del estado vinculara a uno de los sacerdotes asesinados con un grupo delincuencial, el vocero de Seguridad del Grupo de Coordinación Guerrero, Roberto Álvarez Heredia, afirmó que ninguno de los dos pertenecía a la delincuencia organizada.
En un comunicado, la vocería expuso que por los hechos ocurridos el pasado 5 de febrero, donde fueron privados de la vida los sacerdotes Germaín Muñiz e Iván Añorve, resultaron lesionados 3 de los 4 acompañantes; dos de ellos “se encuentran en buen estado de salud” pero en el caso del tercero no, por lo que “está siendo debidamente atendido en el hospital del ISSSTE en Acapulco”.