El Consejo Nacional de Evaluación documentó efectos positivos para beneficiarios, pero también que el subsidio pudo darse a estancias que no lo requerían.
El programa de Estancias Infantiles para Apoyar a Madres Trabajadoras (PEI) contribuye a mejorar las condiciones de acceso y permanencia en el mercado laboral de madres, padres solos y tutores, aunque también tiene debilidades en cuanto a la asignación de recursos, señaló el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en su análisis sobre este programa para el ciclo 2017-2018.
Al hacer un seguimiento y supervisión del ejercicio de recursos, un 93.9% de los beneficiarios consideró que el programa les brinda la posibilidad de contar con empleo, salud mental, salud física e ingresos monetarios.
El 96.5% consideró que la atención y cuidado tuvo un impacto positivo en el desarrollo del lenguaje de los niños, 97.5% observó una mejora en su desarrollo motriz, y 96% dijo que los menores desarrollaron mejores habilidades sociales. Todos estos datos están basados en un estudio que realizó, sobre el programa, el Instituto Nacional de Salud Pública en 2011. Entre los indicadores más actuales que se presentan en la evaluación del Coneval está el Índice de Satisfacción con la calidad en los servicios de cuidado infantil en estas estancias, que de 2014 a 2017 se ubicó entre 92 y 97 puntos de 100 posibles.
Al cierre de la Cuenta Pública 2017, los indicadores de resultados registraron un avance adecuado con un cumplimiento superior al 90%; sobresale que, en promedio, las madres y padres beneficiarios contaron con 34 horas a la semana para acceder al mercado laboral, permanecer en su empleo o, en su caso, estudiar.
Debilidades del programa
Sin embargo, el Coneval también documentó que respecto a los subsidios otorgados en el componente de Impulso a los Servicios de Cuidado y Atención Infantil, considerados para quienes desean poner en marcha uno de estos centros, “el apoyo podría otorgarse a beneficiarios que en ausencia del recurso bien podrían financiar la instalación y operación de la estancia”.
El PEI contempla dos modalidades de apoyo: a las madres y padres solos para el pago de los servicios de las estancias infantiles, por 900 pesos mensuales por niña o niño de entre 1 a 3 años 11 meses; o 1,800 si presenta alguna discapacidad, y en este caso se consideran a niñas y niños de entre 1 a 5 años 11 meses. La segunda forma de apoyo es para el impulso a los servicios de cuidado y atención infantil, dirigido a personas físicas o morales que deseen establecer y operar una estancia.
El monto inicial de apoyo es de hasta 70,000 pesos para la adecuación del espacio, la compra de mobiliario, el pago de la Póliza de Seguro de Responsabilidad Civil y Daños a Terceros, y para gastos relacionados con la elaboración de un Programa Interno de Protección Civil. Es en este segundo subsidio donde el Coneval advirtió que pudo haberse otorgado a quien no lo requiere.
Entre las debilidades del programa, el organismo también señaló que los criterios de elegibilidad no eliminan los incentivos que podrían tener los solicitantes para falsear información sobre su condición laboral, y sobre el ingreso del hogar y así lograr ser acreedores al apoyo.
Además, el programa no contempla un esquema de seguimiento de la calidad de los trabajos a los que accedieron los beneficiarios, ni tampoco evalúa si aquellos que ya laboraban pudieron mejorar su empleo o ingreso.
Al considerar dentro de sus criterios de focalización el nivel de percepción monetaria de las madres y padres solos, y favorecer a aquellos de hogares que no rebasan la línea de bienestar, se podría haber alentado a los beneficiarios a trabajar menos horas para tener una remuneración menor y así conservar el subsidio del servicio.
Hasta diciembre de 2018, el PEI tenía cobertura nacional. En 2017 tuvo presencia en poco más del 50% de los municipios del país. A través de 9,399 estancias infantiles proporcionó el servicio de cuidado y atención a 310,968 madres y padres solos, y atendió a un total de 327,854 niños y niñas.
Las entidades federativas con el mayor número de beneficiarios son: Estado de México (12.2%), Veracruz (7.2%), Puebla (5.6%), la Ciudad de México (5.5%) y Jalisco (5.32%). Desde su creación en 2007, el PEI ha beneficiado a 1,825,394 madres y padres solos y ha atendido a 2,174,415 niñas y niños.
La Auditoría Superior de la Federación (ASF), en diferentes informes que citó el diario Reforma en su edición del 7 de febrero, ha señalado deficiencias en la operación del programa de Estancias Infantiles, como falta de personal capacitado, carencias en instalaciones y mobiliario, fallas en la comprobación de recursos ejercidos, y que el gobierno no medía correctamente cómo ayuda a las familias mexicanas a mejorar su condición socioeconómicas, y el desarrollo de los menores.
Partidos de oposición y diferentes organizaciones se oponen al recorte del presupuesto de las Estancias Infantiles, en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, mientras la administración federal ha señalado que cambiará el esquema de distribución de recursos, para otorgarlos directamente a las familias y no a las estancias, y así evitar la presunta ejecución irregular del gasto que presuntamente existía.
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: ANDREA VEGA.
LINK: https://www.animalpolitico.com/2019/02/estancias-infantiles-madres-programa-coneval/