Familiares piden a Procuraduría y a la UNAM conclusiones serias de lo ocurrido en el plantel y que se indague la presunta negligencia en la atención médica a la joven.
El pasado fin de semana se cumplieron dos meses del homicidio de Aideé Mendoza, la estudiante del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Oriente quien murió tras recibir un disparo dentro de su propio salón de clases. El caso sigue sin esclarecerse. Hasta ahora suman tres las versiones oficiales de lo que pudo haber ocurrido, sin que todavía haya algún detenido.
La familia de la joven dijo a Animal Político que luego de diversos peritajes, la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México les confirmó que el disparo vino de algún punto del colegio y que el origen de todo había sido una riña por una supuesta venta de drogas. Las dos versiones anteriores hablaban de un disparo dentro del salón o de una bala perdida fuera del plantel.
“Ahora nos dicen que esta es la versión más fuerte. Que fue un disparo a unos 50 metros. Y nos dicen que ya tienen identificado al sospechoso, que es un vándalo que se dedicaba a vender drogas y que tuvo una pelea. Pero hasta ahora no lo han ubicado y no está detenido. Los avances que nos han dado no son suficientes y ya pasaron dos meses” dijo Lourdes Cuautle, tía de la joven.
Además está pendiente el tema de la presunta negligencia en la atención médica a la joven, por el tiempo que tardó su traslado a un hospital ubicado a unos pasos del plantel. Cuautle, quien es doctora, ha insistido en que es un tema que tiene que indagar la Procuraduría de Justicia, pero del que no ha habido mayores avances.
La familia de Aideé también pidió a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que asuma su responsabilidad en el caso dado que de ser correcta la hipótesis de la Procuraduría, significa que dentro del CCH había un joven armado con una pistola de grueso calibre.
“En la Universidad nos dijeron que hicieron su propia investigación y que era muy poco probable que alguien estuviera armado dentro del colegio, pero ya vimos como los peritajes han demostrado lo contrario. Entonces o no investigaron (en la UNAM) o su investigación es falsa. Ellos tienen que responder también y tomar medidas si se harán revisiones o algo para que no pueda a pasar algo así” dijo la doctora.
La semana pasada la Procuraduría General de Justicia convocó a una conferencia de prensa en la que se darían a conocer públicamente las primeras conclusiones de la investigación, pero de última hora el evento se canceló. Autoridades de la dependencia indicaron la causa de ello fue que aún no se recibían los resultados de un último peritaje.
En ese contexto, la tía de Aideé dijo que lo único que ellos piden es que “se haga justicia y se sepa qué pasó realmente con la niña” que, insiste, fue asesinada dentro de su propio salón de clases a la vista de prácticamente todo el mundo. “La investigación ya tardó demasiado” insistió.
Un crimen, tres versiones
El homicidio de la estudiante Aideé Mendoza, de 18 años de edad, ocurrió la tarde del pasado 29 de abril dentro de un salón de clases del CCH Oriente ubicado en la alcaldía de Iztapalapa en Ciudad de México. La joven recibió un disparo que ingresó por un costado de su cuerpo y que derivó en una hemorragia interna provocándole la muerte.
En los dos meses transcurridos a partir del homicidio las autoridades responsables de la investigación han manejado hasta tres versiones distintas sobre cómo ocurrieron los hechos.
La primera, dada a conocer por la procuradora Ernestina Godoy en entrevistas posteriores al homicidio, es que se trataba de una bala de bajo calibre que podría haber sido detonada a una corta distancia. La ausencia de un cartucho percutido hacía pensar en un dispositivo llamado “pluma bala” como el arma homicida.
Pero unos días más tarde se filtraron los resultados de los primeros peritajes practicados por las autoridades que revelaban que la bala homicida era de calibre 9 milímetros, y que se trataba de una bala perdida proveniente de una larga distancia. Se manejaron distancias desde los 150 hasta los 400 metros, e incluso que podría haber sido un disparo proveniente de un campo militar ubicado al lado del Colegio. Esa fue la segunda versión.
Y la tercera versión, también filtrada por las autoridades, es la que se dio a conocer la semana pasada en donde se estableció que en efecto se trataría de una bala perdida, pero que la misma provino de una distancia mucho más corta: de 40 a 50 metros, por lo que el disparo habría provenido de otro punto del plantel.
La familia de Aideé confirmó que en efecto esta última hipótesis es la última que les comunicaron las autoridades y sobre ella es en la que se continúa trabajando.
“Lamentablemente el lugar del homicidio quedó contaminado, muy contaminado desde el inicio. Ni las autoridades ni a la propia Universidad se interesaron en resguardarlo de la mejor manera posible, por lo que de ahí ya no se puede sacar más. Tiene que ser por los peritajes que han estado haciendo”, dijo Lourdes Cuautle.
La explicación preliminar que las autoridades le dieron a los familiares es que un joven que ya se tiene identificado (no se ha precisado si es estudiante del CCH) y que estaría implicado en actividades de narcomenudeo, al parecer detonó el arma al verse enfrascado en una riña con otras personas. La bala habría alcanzado accidentalmente a la joven dentro el salón de clases.
Se comunicó a la familia que se tienen identificada a esa persona a partir de datos y testimonios recabados y se espera consumar su detención en estos días.
De lo que no existe ningún avance, señaló la tía de Aideé, es de la presunta negligencia con la que se actuó en la atención a la joven luego de que la misma resultara lesionada.
Animal Político publicó el pasado 21 de mayo que el traslado de la joven a un hospital tardó al menos una hora desde el momento en que se cometió la agresión, y que al llegar al centro de salud –ubicado a menos de diez minutos del colegio- la joven ya estaba muerta.
“Nosotros estamos convencidos de que hubo mucha negligencia médica porque el homicidio fue después de las 2:00 pm y ella llega al hospital hasta las 4:00 pm. Pero la Procuraduría aún no nos ha dicho nada sobre esto. Yo pienso que ya ha pasado mucho tiempo y tendría que estar más claras algunas cosas para este punto”, dijo.
Cuestionada sobre si cuentan con una asesoría legal adecuada, la tía de Aideé señaló que organizaciones y abogados especializados en temas de derechos humanos e incluso de las Naciones Unidas se han ofrecido a darles asistencia, pero por decisión de la madre de la joven el caso lo lleva un abogado de la iglesia a la que ella pertenecía.
Un año violento en la capital
El homicidio de Aideé Mendoza, junto con el de otros jóvenes y estudiantes como el de Leonardo Avendaño y Norberto Ronquillo, son algunos de los de mayor impacto que se han registrado en la capital del país, la cual atraviesa el año más violento en la última década.
De enero a mayo de 2019 un total de 769 personas han perdido la vida en casos de homicidio y feminicidio en Ciudad de México, más del 70% de estos crímenes fueron cometidos con arma de fuego, de acuerdo con datos oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
En comparación con el mismo periodo de 2018, entonces se registraron 570 víctimas de homicidio, se trata de un crecimiento del 35% en el número de víctimas de este delito tan solo de un año a otro.
En el actual sexenio la Ciudad de México es la tercera entidad con el mayor crecimiento de la violencia homicida a nivel nacional, solo detrás de Nuevo León y Tabasco. Su promedio diario de homicidios ya supera incluso al del estado de México, entidad colindante y con mayor densidad demográfica.
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: ARTURO ANGEL.
LINK: https://www.animalpolitico.com/2019/07/caso-aidee-versiones-crimen-cch-detenido/