La activista y buscadora de personas desaparecidas, Zenaida Pulido Lombera, de 42 años, fue asesinada a balazos cuando regresaba de interponer una denuncia tras haber sido amenazada en la localidad de Pichinlinguillo, Michoacán. Familiares y pobladores capturaron a dos personas, quienes presuntamente habrían amenazado a la víctima y serían los presuntos responsables del crimen; pero ahora temen por su seguridad, por ello solicitaron protección de las autoridades.
Uno de los hermanos de la activista informó a SinEmbargo que tras el asesinato de Zenaida, la familia tuvo que abandonar su hogar temor, ante la inseguridad que impera en la zona por el crimen organizado.
“Todos estamos muy dolidos, y nos hacemos todo tipo de preguntas. Yo quisiera que [las autoridades] nos brindaran un poco de apoyo y que pongan un poco de protección a las familias que lo necesitan, porque la verdad uno se siente impotente de ver que no hacen nada”, dijo a SinEmbargo Pulido, un familiar de la víctima que pidió omitir su nombre de pila.
Por otra parte, compañeros de Zenaida y activistas denunciaron que las autoridades han sido omisas y negligentes.
Evangelina Contreras Ceja, del colectivo ¿Dónde están los Desaparecidos?, denunció que el caso ya acumula varias violaciones a derechos humanos. La defensora explicó que los familiares de Pulido Lombera tuvieron que hacer ellos mismos el levantamiento del cadáver porque pasaron varias horas y las autoridades ministeriales no acudieron a la escena del crimen.
“Una de las primeras violaciones a los derechos del cuerpo, y a todo, es que asesinaron a la compañera la madrugada del viernes, como a la 1 o 2 de la mañana. Dieron las 8 de la mañana, y las autoridades no habían recogido el cuerpo. Lo levantaron los familiares porque las autoridades no aparecieron”, dijo Contreras Ceja en entrevista.
BUSCADORA
Zenaida se integró al Colectivo ¿Dónde están los Desaparecidos? en el año 2013. Es una de las activistas fundadoras del grupo que se concentra en la búsqueda de personas desaparecidas en Caleta, Michoacán, platicó Evangelina Contreras.
La defensora, madre de tres, buscaba a su esposo, quien llevaba más de 17 años desaparecido. A Zenaida la describen como persona muy activa, trabajadora. Se caracterizaba por ser una persona muy solidaria con los demás.
“Ella se dedicó a sacar adelante a sus hijos. Siempre estaba dispuesta a apoyar, a estar al pendiente que a sus allegados no les pasara nada. Como defensora de derechos humanos, era muy buena persona”, recordó Evangelina.
EL ASESINATO
Zelandia Pulido fue atacada a balazos durante la madrugada del viernes en la localidad Pilinguillo, en el municipio de Aquila, Michoacán.
Horas antes del crimen, la defensora habría sido amenazada por unas personas que se presume querían quitarle sus tierras, de acuerdo a la información que dieron a conocer fuentes cercanas al caso. La mujer habría acudido ese mismo día a buscar a un oficial o agente ministerial para denunciar los hechos, sin embargo, a su regreso fue asesinada.
“Mi hermana ya había venido a poner una demanda, fue a Coaguyana a decir que la estaban amenazando, yo creo que al Ministerio público, ella ya había venido a intentar hacer su declaración y ahora eso parece que no existe, no sé qué está pasando”, dijo el entrevistado.
Pobladores y familiares de Zenaida lograron detener a dos personas. Se trata de los dos hombres que presuntamente amenazaron e intimidaron a la activista durante la tarde del jueves, comentó uno de sus hermanos.
No obstante, allegados a la víctima pidieron a las autoridades no descartar todas las líneas de investigación posibles, pues se presume que a la víctima la habrían vigilado desde días antes. Evangelina Contreras recordó que la activista ya le había comentado que desde hace varios días personas la rondaban y al parecer la vigilaban.
En lo que va de la actual administración suman al menos 15 activistas y personas defensoras de derechos humanos asesinados en México, de los cuales ocho eran indígenas. Esta cifra representa un aumento significativo de la violencia contra este sector, ya que en todo el 2018 se documentaron 13 casos.
El Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero ha exigido previamente “un compromiso total del Estado para que haya una política real de protección a personas defensoras de derechos humanos”.
DESPLAZAMIENTO
Evangelina Contreras lanzó un llamado energético a las autoridades a ser más profesionales y actuar conforme a la ley y los protocolos correspondientes, pues aludió que no es la primera vez que en los familiares de víctimas tienen que recoger los cuerpos porque los forenses no llegan en tiempo y forma.
La familia de la víctima pidió apoyo y resguardo para la realización del velorio porque temían que fueran atacados durante los cortejos fúnebres.
“Lo que yo le pediría a las autoridades un poquito de seguridad, aunque sea nada más mientras estamos velando a mi hermana y en su entierro porque la inseguridad esta al día y tenemos miedo que nos ataquen en el velorio”, dijo a SinEmbargo el pasado sábado uno de los hermanos.
El cadáver fue entregado la madrugada del domingo. Fue velado y sepultado bajo resguardo policial, mismo que duró hasta que concluyó el sepelio.
“El cuerpo llegó a la casa junto con la policía michoacana y nos brindaron seguridad hasta el domingo que la sepultamos y nos retiramos junto con la policía. No salimos porque ya no podían brindarnos más apoyo […] Nos acompañaron al sepelio de mi hermana, luego salimos y de ahí nos acompañaron unos 100 metros y nos dijeron, ‘pues que les vaya bien, muchachos’, y eso fue todo”, relató el entrevistado.Los familiares de Zeinada abandonaron sus hogares porque se sienten en peligro. Ellos exigen justicia para Zenaida y mayor seguridad en las localidades, así como protección para ellos y resguardo a sus hogares.
“Que se haga justicia, eso es lo que pedimos. Que el Gobierno se ponga hacer su trabajo. Si tuvimos que abandonar el lugar donde vivimos, abandonamos todo lo que habíamos trabajado, porque no hay seguridad. Quisiera que si me pueden mandar seguridad a nuestras casas para que no nos la destruyan”, expresó el familiar.
Aquila es uno de los tres municipios michoacanos que se ubican en la costa del Pacífico. Sus playas vírgenes y de difícil acceso permiten el tráfico de drogas desde Suramérica.
Este municipio también fue escenario en 2013 del levantamiento en armas de indígenas, quienes a través de grupos de autodefensas combatieron al cártel de Los Caballeros Templarios.
Sin embargo, narcotraficantes de Los Caballeros Templarios, La Nueva Familia Michoacana y del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) continúan peleando para buscar el control del tráfico de drogas en la costa de este estado.
Recientemente, Cemeí Verdía Zepeda, ex líder de las autodefensas en Aquila, denunció ante diversos medios de comunicación que el crimen organizado se volvió a infiltrar en varios municipios de Michoacán, entre ellos Aquila.
“Desde las nuevas administraciones de los ayuntamientos se infiltraron nuevamente los delincuentes otra vuelta en los ayuntamientos, en el de Aquila tenemos completamente identificado quienes están infiltrados de los delincuentes (…) el alcalde está implicado, él está pagando cuota a la delincuencia organizada para que le den supuestamente seguridad”, expresó el activista de acuerdo con el medio local Contramuro.
El pasado 15 de julio, Hipólito Mora Chávez, uno de los líderes de los grupos de autodefensa que se levantaron contra los criminales en Michoacán, denunció en entrevista con SinEmbargo que las autoridades ya están trabajando de nueva cuenta con los cárteles de la droga, a quienes dejan circular libremente por todo el país y no los detienen.
“Si uno ve que el gobierno no está haciendo su trabajo, si uno ve que en gran parte del país hay asesinatos, extorsiones, secuestros y que los delincuentes pueden pasearse libremente, pues entonces yo me pregunto: ¿por qué la gente que nos dedicamos a trabajar honestamente, como es mi caso que tengo una pequeña huerta de limón, no podemos traer un arma para defendernos?”, dijo Mora.
FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: SUGEYRY GÁNDARA.
LINK: https://www.sinembargo.mx/22-07-2019/3616137