Al menos cinco organizaciones ambientalistas, el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, y el Instituto de Ingeniería de la UNAM advirtieron que la obra se hacía en un entorno vulnerable, pero autoridades ambientales consideraron que el proyecto no afectaba a la especie.
En julio de 2018, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) avaló un proyecto hotelero de la empresa Promotora Ecotur y Grupo Posadas, en la playa de Chemuyil, dentro del municipio de Tulum, en Quintana Roo, y lo hizo pese a las advertencias de expertos y ambientalistas que alertaron un riesgo para las distintas especies de tortuga marina que anidan en la zona.
Al menos cinco organizaciones ambientalistas, el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), y el Instituto de Ingeniería de la UNAM advirtieron que la obra, ubicada a un costado de la Reserva de la Biósfera Xcacel-Xcacelito, se hacía en entorno vulnerable, sin embargo la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) consideró que el proyecto no violaba ninguna norma y no afectaba a la especie.
El pasado 7 de julio, casi un año después, ya se reportaron casos de tortugas lesionadas por las obras.
La asociación ecologista Gema del Mayab denunció que Grupo Posadas hizo una zanja de 50 metros de largo por cuatro de profundidad alrededor de la zona, por lo que la tortuga sube a la duna para desovar y cae al barranco que se construyó con maquinaria.
“Hemos documentado dos (casos de tortugas lastimadas) no sabemos cuántas más han caído porque no es una zona accesible. El problema que tenemos ahora es que metieron una reja, peor que el precipicio porque si sube la tortuga y mete su aleta en esos hoyos se va a lastimar más… hay que detener el proyecto por principio precautorio, lo que estamos buscando son los instrumentos jurídicos para obtener la revocación”, explicó en entrevista Aracely Domínguez, presidenta de Gema del Mayab
Considera que la autorización del proyecto en 2018 se hizo con errores y basada en información falsa.
Insiste en que habrá un impacto en la reserva, la cual, asegura, es la zona de anidación de tortuga marina más importante del Atlántico, pues llegan las especies carey, caguama, verde, blanca, entre otras.
Animal Político buscó a Semarnat para saber si habrá una revisión en el permiso de la obra. La dependencia respondió que revisará el caso.
Entre las observaciones que hizo Gema del Mayab en la consulta pública del proyecto está que la empresa no hizo un estudio de la zona donde anidan las tortugas, el cambio a las condiciones de la playa y su efecto en la reproducción de esta especie.
Tampoco se establece “cómo se va a fortalecer la inspección y vigilancia en las zonas de anidación ni cómo se ejecutará la mitigación durante la época de mayor arribazón de tortugas”, detalla la postura del organismo.
La organización Defenders of Wildlife cuestionó que el proyecto no contemple un plan de protección para las tortugas en temporada de anidación, (de abril a septiembre) la cual coincide con el periodo de mayor presencia turística, y que se busca crear una playa uniforme, cuando hay distintas especies de tortuga marina que llegan al lugar, por lo que requieren condiciones diferentes.
“En ninguna parte dice cómo se mejorarán dichas condiciones para incrementar la zona de anidación. Es decir, solo infieren que las tortugas necesitan mayor área de playa para que se incremente la anidación y esto no funciona así en ninguna playa”, cuestionó la organización.
La organización Flora, Fauna y Cultura advirtió que la obra es una perturbación en la reserva, pues las construcciones “representarán un obstáculo tanto para las hembras anidadoras como a las crías al buscar el mar”.
El INECC advirtió “riesgos derivados de un posible incremento en el nivel del mar a inundaciones a corto y mediano plazo sobre las áreas pobladas y con menor elevación”.
En tanto, el Instituto de Ingeniería de la UNAM señaló que las tortugas que busquen anidar no encontrarán las características de arena que necesiten y que la obra implica cambiar las condiciones “hidrosedimentarias que actualmente prevalecen en la zona”.
Incluso, cuestionó que “bajo el falso argumento de recuperar una playa se autoricen obras que tienen otros objetivos”.
El Centro de Derecho Ambiental y el Comité Estatal de Tortugas de Quintana Roo también declararon a la obra como no viable pues advirtieron que la extracción de arena puede ocasionar un cambio de corrientes que afecte el Santuario Xcacel-Xcacelito, mismo que colinda con el predio del proyecto.
“Se describe que el proyecto incluye la colocación de 5 arrecifes que tendrán función de proteger, regenerar e incrementar la población de los recursos marinos, sin embargo, las desventajas de los mismos, son la erosión a los extremos, cambio de corrientes, destrucción de hábitats, sobrecarga turística, e impide el paso libre para la anidación de Tortugas Marinas”, detallaron en el documento.
Pese a todo esto, la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental, adscrita a la Semarnat resolvió que la obra “no contraviene el Decreto de la Reserva de la Biosfera Caribe Mexicana ni afectará a las tortugas marinas”.
La conclusión de las autoridades en la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) “Mejoramiento y estabilización de las zonas de playa y marina de las Bahías de Chemuyil y Chemuyilito”, con el folio SGPA/DGIRA/DG/04906, es que la zona del proyecto “no es propicia para la anidación de tortugas marinas y en el caso de que en algún momento se pudiera habilitar como hábitat para el arribo de tortugas marinas con fines de desove (la arena de la playa cuente con un grosor mayor a 50 cm y un buen drenaje para que una tortuga seleccione esta zona como sitio de desove), el proyecto tendría que apegarse al programa para el manejo y protección de tortugas que arriban a las bahías de Chemuyil-Chemuyilito”.
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: GONZALO ORTUÑO.
LINK: https://www.animalpolitico.com/2019/07/expertos-semarnat-proyecto-hotelero-tortugas/