Julián Carrillo, de 54 años, defensor rarámuri de la comunidad Coloradas de la Virgen, Chihuahua, fue asesinado hace exactamente un año.
Su muerte fue la última de una serie de homicidios en los que se ensañaron con su familia.
El 5 de febrero de 2016, su hijo Víctor Carrillo fue asesinado; el 1 de julio de 2016 su sobrino, Guadalupe Carrillo Polanco; el 1 de julio de 2017 Alberto Quiñones Carrillo, otro sobrino, y el 1 de julio de 2018 su yerno, Francisco Chaparro Carrillo.