A más de dos meses de iniciar el paro de actividades en la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), este miércoles las autoridades universitarias se reunieron con las alumnas, pero en vez de presentar acciones cumplidas para atender la violencia contra las estudiantes, hicieron promesas a futuro.
Este 15 de enero el colectivo Mujeres Organizadas de la FFyL, que tomó las instalaciones desde el pasado 4 de noviembre para exigir atención a los reiterados casos de violencia y acoso hacia las estudiantes, se reunió con el director de la Facultad, Jorge Enrique Linares Salgado, y con otras autoridades universitarias para dialogar sobre las acciones para entregar la escuela y regresar a clases.
El encuentro, al que asistieron varias estudiantes, fue para poner fin al paro más prolongado que haya tenido cualquier recinto universitario en el país a causa de la violencia contra las estudiantes al interior y exterior del centro de estudios. En los últimos tres años, denuncian las alumnas, sus compañeras han sido víctimas de feminicidio, desaparición, agresiones sexuales, amenazas y decenas de casos de acoso sexual.
Pero en el diálogo de ayer, 72 días después de iniciado el paro, las alumnas exhibieron incumplimientos por parte de las autoridades en cada uno de los 11 puntos que constituyen sus demandas. Todas estas exigencias se presentaron dese el pasado 20 de noviembre al director de la Facultad, quien firmó y acordó que cumpliría.
Pero hasta ahora “siguen siendo solamente propuestas que no son tangibles. Otra cosa que hemos identificado en sus respuestas es que hablan todo el tiempo a futuro, y lo que nos interesa es que las propuestas sean tangibles, que sean hechos”, dijo una de las integrantes de Mujeres Organizadas al inicio del diálogo que se realizó afuera de la FFyL, en Ciudad Universitaria.
En respuesta, las autoridades, representadas también por funcionarias de Rectoría de la UNAM, admitieron rezagos o desacuerdos en sólo tres de los 11 puntos y hablaron de avances en todos los restantes, pero no lograron enunciar un sólo compromiso cumplido totalmente.
Entre los puntos más rezagados está la creación de una Comisión Tripartita (conformada por autoridades, integrantes de Mujeres Organizadas y un comité estudiantil) que tendrá varias funciones centrales para el cumplimiento de otros puntos; entre ellas, revisar los perfiles de quienes dan atención especializada a las víctimas, participar en la propuesta de un plan de estudios con enfoque de género y feminista, y organizar actividades de difusión. Esta Comisión no se ha creado.
El punto en el que hubo mayor desacuerdo entre alumnas y autoridades fue en la contratación de tres psicólogas para la atención de las víctimas, ya que actualmente sólo hay una profesional para toda la Facultad y, de acuerdo con las Mujeres Organizadas y algunas personas del público que alzaron la voz durante el diálogo, ella no se da abasto.
El director admitió que existe esa saturación en el servicio de psicología, pero rechazó contratar a alguien más porque, argumentó, no hay suficiente presupuesto para ello y aseguró que “no era necesario”. En ese momento del diálogo, Linares Salgado, quien durante el encuentro observó que el público reiteradamente celebraba las palabras de las estudiantes, preguntó si a él no le iban a aplaudir.
En el caso de los avances, las alumnas revelaron que éstos han sido inadecuados, insuficientes o impulsados por ellas y la presión política que ha desatado su resistencia.
Por ejemplo, en el caso de los talleres con perspectiva de género y feminista que se ofrecían desde antes del paro, las alumnas denunciaron que las personas contratadas para impartirlos revictimizan y responsabilizan a las mujeres de las violencias que viven, además asesoraron a los maestros sobre cómo actuar en caso de ser denunciados parta librar las acusaciones.
Las alumnas también dijeron que la plataforma web con la que la Facultad garantizaría transparencia en el avance de las denuncias no sirve y no es posible acceder a ella.
Otro ejemplo de avances escuetos o mal aplicados sucedió ayer, durante el diálogo público, ya que para dar cumplimiento a la exigencia de una disculpa pública para la familia de Mariela Vanessa Díaz Valverde (alumna de Facultad desaparecida desde el 27 de abril de 2018), el director aprovechó el momento y desde su silla, sin ningún protocolo, ofreció una rápida disculpa a la madre de Mariela, que estaba presente.
Sin embargo, una disculpa pública consiste en un acto de reconocimiento de responsabilidad al que asisten las más altas autoridades para reconocer que fallaron en garantizar verdad y justicia a las víctimas, y donde se comprometen a la no repetición de los hechos.
El director también rechazó la exigencia de reabrir las investigaciones por violencia contras las estudiantes en las que no se encontraron responsables, pero reveló que en la Universidad ya no existe el candado de la prescripción; es decir, ahora ya es posible presentar denuncias por violencias que ocurrieron hace más de un año. Con esto, dijo, las víctimas pueden presentar nuevas denuncias.
Al cierre del diálogo, las autoridades firmaron un documento en el que están las 11 demandas, todas ellas con puntos específicos que las autoridades aún deben cumplir para que las Mujeres Organizadas entreguen las instalaciones de la FFyL.
Aquí está la tabla completa con las peticiones, los acuerdos, los avances y los límites que deben cumplir las autoridades antes de un nuevo diálogo o audiencia resolutiva.
Al encuentro también asistieron Laura Orozco Rodríguez, secretaria ejecutiva de la Facultad; y tres representantes de la Rectoría, entre las que está Maricela Morales Ángeles, de la Oficina de la Oficina Abogacía; y Elsa M. Leyva, de la Secretaría General, Mireya Ímaz, de la Secretaría de Seguridad y Prevención de la UNAM.
FUENTE: DESINFORMÉMONOS.
AUTOR: ANGÉLICA JOCELYN SOTO ESPINOSA.
LINK: https://desinformemonos.org/autoridades-de-ffyl-sin-avances-para-atender-violencia-hacia-alumnas/