La maquiladora alemana LEONI Wiring Systems, que fabrica arneses para la industria automotriz, paró operaciones luego de que se denunciara en SinEmbargo que había al menos cuatro casos confirmados de trabajadores con COVID-19.
Luego de que este diario revelara que la empresa se negaba a detenerse, aun cuando en su plantilla hay enfermos de diabetes o hipertensión, los jefes en LEONI Wiring Systems indicaron que se realizarían inspecciones de salud. Más tarde, y tras la intervención de autoridades de Yucatán, donde se localiza la planta, le informaron a sus trabajadores que podrían irse a casa con sueldo.
“Los jefes dijeron a los trabajadores que había salido un comunicado y una nota de prensa (en SinEmbargo), y que iban a hacer una inspección de salud a todos antes de entrar a trabajar. Les dijeron que tendrían que seguir trabajando hasta mediados de la próxima semana para terminar un pedido, y que luego les mandarían a casa con paga parcial (60 por ciento para quienes no tuvieran factores de riesgo, 100 por ciento para quienes sí lo tuvieran). Pero mientras estaban haciendo los controles, llegaron varias camionetas de una inspección de Sanidad, aparentemente de la Secretaría de Salud estatal, y hablaron con los jefes”, de acuerdo con información compartida a este diario.
Luego de hablar con autoridades, “los jefes anunciaron que todo el mundo podría irse a casa tras la inspección sanitaria, y que no tendrían que volver hasta mediados de abril (en principio el 13 de abril). Uno de los jefes de área intentó reclutar voluntarios para seguir trabajando, pero nadie se ofreció. Todo el mundo regresó a sus comunidades”.
Empleados temían contagiarse en un espacio laboral sin distancia social y en contacto con el mismo objeto producido, ya que viven en sitios sin servicios de salud adecuados ni drenaje.
La única medida que había anunciado la maquiladora, hasta el jueves, fue suspender las juntas informativas para contrataciones. En contraste a esta empresa, las grandes automotrices germanas Volkswagen (Audi y Porsche) y la BMW habían ya decidido suspender sus plantas en México y en otros países, así como llamar a la sana distancia al modificar el logo de sus marcas.
En una de las dos plantas de LEONI ubicada en la periferia de la capital estatal, donde arriban mayas de comunidades del oriente y norte de Yucatán, se encendieron las alarmas desde el miércoles cuando se llevaron a varios trabajadores con fiebre y tos persistente a servicios médicos. Laboran 2 mil 600 personas (mil 300 en cada turno) y sin espacio entre cada uno en el área de línea de producción. Un mismo arnese puede ser manipulado por varios de ellos.
“Al menos cuatro de ellos dieron positivo. Quizá haya más asintomáticos”, dijo vía telefónica Sergio Oceransky, de la Fundación Yansa, que apoya a grupos indígenas para impulsar sus propios proyectos de energía renovable. “En la línea de producción de arneses salieron dos positivos y en otra área se llevaron a uno de los trabajadores que estaba casi desfalleciéndose. Mandaron de la empresa a otra persona a ocupar el mismo puesto sin desinfectar donde estuvieron tosiendo. Pero se negó porque todos los trabajadores son conscientes de que los están poniendo en riesgo de contraer el virus”.
La alemana Leoni fue creada desde 1569 y forma parte del UN Global Compact, una iniciativa en el marco de Naciones Unidas por el cual empresas privadas expresan su compromiso con la sustentabilidad social y ambiental a través de una serie de principios sobre derechos humanos y laborales, pero la empresa en Yucatán los contradice.
FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: DULCE OLVERA.
LINK: https://www.sinembargo.mx/28-03-2020/3757193