El lunes 23 de marzo la filial mexicana de Cabify -Cabify Servicios, S. de R.L. de C.V- presentó a través de videollamada una carta a sus 53 trabajadores de planta (los chóferes no son empleados, sino asociados), en la que autorizaban a la empresa para que les pudiera dar “permiso de ausencia sin goce de sueldo” a través de reducir el tiempo laborable de nueve a cinco horas al día. Seis días antes, el martes 17 de marzo, todo el personal fue enviado a sus casas para trabajar en remoto mientras durara el teletrabajo.
Los empleados que se negaron a firmar la carta fueron invitados a renunciar. Alina Gómez Cid, coordinadora del área de on boarding, o de adquisición, en la Ciudad de México, quien era responsable de recibir a los conductores de Cabify en la ciudad, relata a PODER:
“El martes (24 de marzo) me habla alguien de Recursos Humanos y me pregunta por qué no quería firmar la carta. Le dije que porque yo no vivo con la mitad de mi sueldo. Me intentaron persuadir, que había que ser un equipo, tener empatía con la empresa, dije que entendía pero que decidía no firmar la carta”.
Agustín Jiménez Mijares[3], country manager de Cabify en México citó a Gómez Cid en las oficinas de la empresa el jueves 26 de marzo a las 9:00 am, para “explicar la situación de la empresa”.
Siguiendo la política iniciada por la empresa el 17 de marzo y porque “me da miedo salir en transporte público con la pandemia” la aún empleada solicitó que se realizara la reunión por videollamada. Para ella la petición fue denegada, pero Carlos Aguerrebere, abogado del despacho Black Box, sí que pudo asistir remotamente en la reunión, donde le comunicaron a Gómez Cid que, dado que no quería firmar el documento, habían decidido terminar su relación laboral con ella, y entregaron una propuesta de finiquito en lugar de una liquidación como correspondía. En la reunión también estaba presente Alberto Lara, representante de Recursos Humanos en México, y en línea Juan Álvarez, director de la misma área. Fernando Montoya Escutia, representante legal de Cabify en México, no estuvo presente.
La liquidación negada
“Les dije que no me correspondía un finiquito, sino una liquidación porque ellos me estaban desvinculando de la empresa. El abogado me dijo que, si me iba a juicio, la Junta de Conciliación y Arbitraje tomaría en cuenta que por la covid-19, la empresa no estaba en condiciones de cumplir ‘las expectativas de derecho’ de cuando me contrataron. También me dijo que ‘si piden referencias tuyas por parte de otro empleador, tu expediente no va a ser el de una terminación amigable’”, dice Gómez Cid.
El recibo, en posesión de PODER, incluso contabiliza como finiquito el pago de la quincena del 12 al 26 de marzo, pues hasta ahora no le ha sido depositado ese sueldo.
El finiquito tampoco contabiliza toda la antigüedad de Gómez Cid en la empresa, pues desde 2016 ella trabajaba en Easy Taxi, otra aplicación para transporte privado, que en 2019 fue comprada por Cabify[4]. Cuando la compra fue hecha, el contrato de Gómez Cid con Easy Taxi fue absorbido por Cabify y la trasladaron desde Puebla a la Ciudad de México.
“La Ley Federal del Trabajo sí contempla que en estos casos por mutuo acuerdo se puede reducir el salario, pero son los empleados quienes deben solicitarlo. Lo que está haciendo Cabify es imponerles una carta que ni siquiera fue redactada por los trabajadores, y encima a quienes se niegan a firmar, los despide sin darles liquidación.
“Las empresas que están siguiendo este modelo se están adelantando a lo que se permite por ley siempre y cuando haya una declaratoria de emergencia. Hasta ahora lo que ha hecho el gobierno son recomendaciones, no declaratorias de emergencia”, dice Julio Sánchez, representante legal de Gómez Cid. El abogado agrega que Cabify debió haber comunicado sus acciones como una propuesta, y antes de mandar a sus trabajadores a hacer teletrabajo.
Así como Gómez Cid, Ángel Jiménez, on boarding associate, también fue citado ante su negación de firmar la carta, pero él sí aceptó el finiquito otorgado por Cabify. La conversación tampoco estuvo libre de intimidaciones. “Les pedí una carta de recomendación y prácticamente me dieron a entender que, si no firmaba el finiquito, no me la daban”, relata Jiménez para PODER.
Jiménez asegura que la empresa explicó a los empleados que la reducción en los sueldos sería aplicada “por líneas, del 1 al 7. El uno siendo un descuento del 25 al 30% y el 7 para los altos directivos del 55 al 70%, dijeron. Pero en el caso de la línea 1, con un sueldo de siete mil 500 pesos libres, con la reducción quedaba en cinco mil pesos, casi el mínimo”, dice el exempleado de Cabify, quien recibió menos dinero de finiquito que sus compañeros despedidos en septiembre de 2019, a pesar de tener más tiempo de antigüedad.
No es la primera vez que Cabify se ve envuelta en polémica en México, en septiembre de 2019 hizo un recorte de su planilla y en esa ocasión sí liquidó según lo que marca la ley. También el año pasado el fideicomiso privado Fondo para el Taxi, la Movilidad y el Peatón, del que forma parte junto con Uber, fue sujeto de revisión por parte de la Secretaría de Movilidad (SEMOVI), pues la secretaría no podía acceder al mismo para hacer uso del 1.5% de cada viaje depositado en el fideicomiso.
FUENTE: PROCESO/PODER.
AUTOR: /CLAUDIA OCARANZA.
LINK: https://www.proceso.com.mx/624087/cabify-durante-el-covid-19-te-recortas-el-sueldo-o-renuncias