En medio de la crisis del coronavirus los inversionistas internacionales se salieron de posiciones en el mercado de bonos del Gobierno mexicano que sumaban 4 mil 600 millones de dólares, de acuerdo con una estimación del Fondo Monetario Internacional (FMI) al 24 de marzo.
“México también se vio afectado por la venta global en los mercados financieros y la disminución del precio del petróleo”, apuntó el reporte del rastreador de políticas frente al COVID-19 del FMI. La fuga de capitales representa 0.4 por ciento del PIB de 2019.
Los capitales buscan refugios en tanto que los riesgos en México crecen. El riesgo para pagar títulos a 10 años pasó de 141 puntos a principios de mes a 404 al 24 de marzo, en tanto que el de Pemex cayó de 414 puntos base a 117. Estos movimientos han disparado la depreciación del peso, expuso el FMI y derivaron en las intervenciones del Banco de México para ordenar el mercado.
El FMI consideró “crítico” el apoyo fiscal a los hogares más vulnerables y a las empresas, tanto grandes como pequeñas, para minimizar el impacto económico de la crisis de COVID-19, durante la videoconferencia de este jueves del G-20. “De lo contrario, tomará años superar los efectos de las quiebras y despidos generalizados”, subrayó.
Predijo una contracción de la producción global en 2020 y una recuperación en 2021: “Cómo de profunda sea la contracción y cómo de rápida sea la recuperación dependen de la velocidad de contención de la pandemia y de lo fuertes y coordinadas que sean nuestras acciones de política monetaria y fiscal”, dijo.
La responsable instó a los líderes del G-20 que respalden medidas del Fondo como doblar la capacidad financiera de emergencia, promover la liquidez global a través de una asignación considerable de Derechos Especiales de Giro (DEG) y el apoyo a la actuación de acreedores oficiales bilaterales para aliviar la carga de deuda entre los miembros más pobres del organismo.
FUENTE: SIN EMBARGO/ECONOMÍAHOY.MX
AUTOR: REDACCIÓN/.
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