Después de Sudáfrica e India, México figura como el tercer país con el programa más bajo en recursos para enfrentar la emergencia sanitaria y económica derivada del covid-19, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Mientras los países avanzados y emergentes han aplicado medidas que ascienden a un total de ocho billones de dólares, en México apenas se destinan 11 mil millones de dólares para atender una de las peores crisis de las últimas décadas, apuntó.
De acuerdo con el organismo internacional, de los ocho billones de dólares, la asistencia de emergencia proporcionada a nivel mundial incluye un aumento del gasto y los ingresos no percibidos por 3.3 billones, préstamos e inyecciones de capital del sector público por 1.8 billones y garantías por 2.7 billones de dólares.
“El apoyo fiscal también puede proporcionarse a través de los estabilizadores automáticos: elementos característicos del sistema tributario y de prestaciones que ayudan a estabilizar los ingresos y el consumo, como los impuestos progresivos y las prestaciones por desempleo”, señaló el FMI.
Y recomendó, en primer lugar, focalizar el apoyo en los hogares –para asegurar el acceso a bienes y servicios básicos y a un nivel de vida decente– y en las empresas viables, para limitar los despidos y las quiebras, a fin de evitar secuelas permanentes.
Asimismo, desplegar recursos de manera temporal y eficiente, y reflejar los costos en informes fiscales plurianuales. Los gobiernos, abundó, deben reforzar los principios de buena gobernanza de manera acorde con la escala de la intervención.
En resumen, las autoridades económicas deben hacer todo lo que sea necesario, pero asegurarse de guardar los recibos, puntualizó.
El FMI destacó que las economías avanzadas pueden recurrir a una amplia gama de instrumentos en el ámbito del gasto, los impuestos y la liquidez para apoyar a la población y a las empresas, dados sus sólidos sistemas de beneficios tributarios.
En Estados Unidos y Alemania, por ejemplo, estas medidas incluyen la ampliación de las prestaciones por desempleo, incluidos los trabajadores por cuenta propia; el diferimiento de los impuestos sobre la nómina, y los subsidios salariales a las pequeñas y medianas empresas.
En el caso de las economías emergentes, tienen menos margen en el presupuesto para responder y enfrentan diversos shocks: la pandemia, una fuerte caída de la demanda externa de sus bienes y servicios, el desplome de los precios de las materias primas, la fuga de capitales y el aumento de los costos de endeudamiento en los mercados financieros, además de que cuentan con sistemas de beneficios tributarios relativamente menos desarrollados.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: JUAN CARLOS CRUZ VARGAS.
LINK: https://www.proceso.com.mx/625964/mexico-recursos-covid-19-fmi