El Gobierno de México no ha contado cientos, “posiblemente miles”, de muertes por el coronavirus en la Ciudad de México, y también ha despedido a “funcionarios ansiosos” que han contado tres veces más muertes en la capital de lo que el Gobierno reconoce públicamente, reporta este viernes el diario The New York Times.
En un reportaje denominado “Peaje oculto: México ignora la ola de muertes por coronavirus en la capital”, se plantea que las tensiones han llegado a un punto crítico en las últimas semanas, ya que la Ciudad de México “ha alertado al Gobierno de las muertes en repetidas ocasiones, con la esperanza de que se haga público el verdadero número de víctimas del virus en la ciudad más grande del país”.
Pero eso no ha sucedido, afirma el periodista Azam Ahmed, corresponsal del influyente diario neoyorquino en México y en América Latina.
Los médicos que laboran en hospitales abrumados en la Ciudad de México dicen que la realidad de la epidemia se está ocultando al país, plantea. En algunos hospitales, narra, los pacientes yacen en el suelo, extendidos sobre colchones, y las personas mayores están apoyadas en sillas de metal porque no hay suficientes camas, mientras que los pacientes son rechazados y se les manda a buscar espacio en hospitales menos preparados, añade.
“Muchos mueren mientras buscan”, dijeron varios médicos, según precisa el Times.
“Es como si los médicos viviéramos en dos mundos diferentes”, cita el texto de Ahmed a la Doctora Giovanna Ávila, quien trabaja en el Hospital de Especialidades “Belisario Domínguez”, ubicado en la Alcaldía de Iztapalapa, en la capital del país. Uno de esos mundos, agrega la doctora Ávila, “está dentro del hospital con pacientes muriendo todo el tiempo. Y la otra es cuando salimos a las calles y vemos gente caminando, sin saber lo que está sucediendo y lo grave que es realmente la situación”.
Funcionarios del Gobierno capitalino han registrado más de 2 mil 500 muertes tanto por el virus como por enfermedades respiratorias graves, las cuales los médicos sospechan que están relacionadas con la COVID-19, según muestran los datos revisados por el Times. Sin embargo, el Gobierno federal informa sobre unos 700 decesos en el área que incluye a Ciudad de México y los municipios de sus alrededores.
A nivel nacional, agrega, el Gobierno federal ha informado de unas 3 mil muertes confirmadas por el virus, en un país de más de 120 millones de personas. “Pero los expertos dicen que México sólo tiene un registro mínimo de la escala real de la epidemia porque está haciendo pruebas a muy pocas personas”, comenta el reportaje.
Solo 0.4 de cada mil personas en México se hacen la prueba del virus, dice Azam Ahmed, y ésta es con mucho la tasa más baja de las docenas de naciones en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que promedian unas 23 pruebas por cada mil personas.
El reportaje de The New York Times destaca que el Gobierno de México afirma que a México le ha ido mejor que a muchos de los países más grandes del mundo, y el lunes pasado su zar del COVID-19 estimó que la cifra final de muertos sería de alrededor de 6 mil personas.
“Hemos aplanado la curva”, dijo Hugo López-Gatell, el funcionario que es la cara de las respuestas para la pandemia en el país.
“Pero el Gobierno no respondió a las preguntas sobre las muertes en la Ciudad de México. También negó las repetidas solicitudes de The Times en el transcurso de tres semanas para identificar todas las muertes relacionadas con enfermedades respiratorias desde enero, diciendo que los datos estaban incompletos”, destaca el texto de Ahmed.
El reportaje también incluye las críticas de José Narro Robles, exsecretario de Salud, quien acusó a López-Gatell de mentirle a los ciudadanos de México, y las de gobiernos estatales que han sacado conclusiones similares y afirman que, como en la Ciudad de México, “los datos presentados por el Gobierno no reflejan la realidad”.
Los recuentos oficiales en muchos países han subestimado la cantidad de muertes durante la pandemia, especialmente cuando las pruebas limitadas han impedido que se diagnostique el virus, según una revisión del Times centrados en los datos de mortalidad. En Ecuador, por ejemplo, han muerto seis veces más personas de lo que reflejan las cifras oficiales, muestran esos datos, y en Italia el aumento general de las muertes en marzo fue casi dos veces más que el recuento oficial.
DUDAS EN LA CDMX
En la Ciudad de México, expone The New York Times, las dudas comenzaron hace un mes, cuando la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum Pardo comenzó a sospechar que los datos federales y los modelos sobre la epidemia eran defectuosos, “según tres personas con conocimiento del asunto”, dice el reportero Ahmed.
“Ella ya había ordenado a su personal que llamara a todos los hospitales públicos en el área de la Ciudad de México para preguntar sobre todas las muertes confirmadas y sospechosas de COVID-19, dijeron esas personas. En la última semana, ese esfuerzo encontró que las muertes fueron más de tres veces las reportadas por el Gobierno federal”, plantea el texto.
“Los desacuerdos han tenido lugar en gran medida detrás de escena, ya que Sheinbaum, quien se negó a hacer comentarios para este artículo, se ha mostrado reacia a avergonzar públicamente al Presidente Andrés Manuel López Obrador, su cercano aliado político”, afirma.
Pero los datos de la Ciudad de México, expone Ahmed, “ponen en duda la comprensión del Gobierno federal de la crisis en el país”.
Con pruebas tan limitadas y dudas sobre los modelos del Gobierno, los expertos consultados por este diario dicen que las estimaciones federales de cuándo la nación alcanzará su punto máximo, cuánto durará la epidemia y qué tan grave será el daño no puede ser confiable.
“Esa desconexión ha dejado a ciudades y estados de todo el país luchando por satisfacer la demanda de equipos de protección y ventiladores. También minimiza la gravedad de la epidemia para millones de mexicanos, lo que les dificulta determinar cuán grave es la situación y cuán seriamente tomarla”, agrega el texto.
Fernando Alarid-Escudero, doctor en Ciencias de de la Salud y quien desarrolló un modelo independiente en colaboración con científicos de la Universidad de Stanford para trazar la curva de la epidemia en México, dijo que eso “es impactante”.
“Si ese es el caso, y realmente no estamos capturando a todas esas personas que eventualmente mueren, no estamos entendiendo la imagen. Estamos subestimando la magnitud de la epidemia”, agregó el doctor Alarid-Escudero al Times.
Una de las principales razones de la competencia de las cifras de muertes en México tiene que ver con la forma en que el Gobierno federal está probando, examinando e informando los datos, se plantea en el texto. “Los resultados oficiales incluyen un retraso de dos semanas, dicen personas familiarizadas con el proceso, lo que significa que la información oportuna no está disponible públicamente”, agrega.
“Más preocupantes, dicen, son las muchas muertes ausentes de los datos, como lo sugieren las cifras de la Ciudad de México, donde el virus ha golpeado con más fuerza. Algunas personas mueren a causa de enfermedades respiratorias agudas y son incineradas sin que les hagan la prueba, dicen las autoridades Otros mueren en casa sin ser ingresados en un hospital, y ni siquiera se cuentan en las estadísticas de la Ciudad de México”, afirma.“Se cree que el modelo principal que está utilizando el país ahora supone que solo el 5 por ciento de la población infectada muestra síntomas, y que solo el 5 por ciento de esos pacientes irán al hospital, según los documentos de modelado obtenidos por The Times”.
Al respecto, Laurie Ann Ximenez-Fyvie, doctora de Harvard en la Universidad Nacional Autónoma de México, dijo al diario que “su modelo está equivocado”, y añadió que los casos sintomáticos y severos podrían ser significativamente mayores. “Hay muy buen consenso al respecto”, añadió la doctora.
“Varios expertos también cuestionaron las suposiciones de México sobre cuán rápido pasará la epidemia. Su modelo muestra un fuerte aumento de las infecciones, seguido de una fuerte disminución. Pero en casi ningún otro país del mundo ha habido un rápido descenso después de un pico”, plantea el texto de Ahmed.
“Hay una larga fila para la curva, y la cantidad de muertes no caerá a cero en ningún momento en el futuro cercano”, dijo al diario Nilanjan Chatterjee, profesora del departamento de Bioestadística de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins.
“El gráfico que están usando es inconsistente con las formas de la curva en otros países”, concluyó la especialista de la Johns Hopkins, entrevistada por el Times.FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: REDACCIÓN.
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