En amplias entrevistas, concedidas primero al diario El País y luego a El Universal, el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda, Santiago Nieto, habló con variados detalles respecto del combate a la corrupción, al crimen organizado y al lavado de dinero, tres flagelos que han trastocado la vida del país.
El funcionario dio pormenores de cómo han congelado miles de millones de pesos de empresas que, por ejemplo, operan para los cárteles de Sinaloa y de Jalisco Nueva Generación y que, directa o indirectamente, están relacionadas con las operaciones financieras de Genaro García Luna y sus empresas.
De ahí que haya surgido la necesidad –explicó– de que la UIF a su cargo proceda al congelamiento de los bienes de quien fuera Secretario de Seguridad Pública en el Gobierno de Felipe Calderón.
También le congelaron cuentas a Ovidio Guzmán, el personaje de la trama de octubre de 2019, quien tiene una orden de captura pendiente con fines de extradición que el Gobierno de México debe cumplimentar.
La actividad de lavado de dinero, como lo explicó Santiago Nieto, no se había combatido de manera tan frontal como ahora se hace. El funcionario expuso que algunos grupos criminales, entre ellos el cártel Santa Rosa de Lima, que encabeza José Antonio Yépez Ortiz –mejor conocido en el mundo del hampa como “El Marro”– ha diversificado sus actividades criminales y el esquema de lavar sus ganancias.
Comenzó como amo y señor del “huachicol” –el robo de combustibles a Pemex en el Bajío– y ahora, según Santiago Nieto, opera con una amplia red los secuestros y las extorsiones, lo que le genera cuantiosas ganancias, cuyas pistas se siguen puntualmente.
Alrededor de “El Marro” hay muchas empresas relacionadas, de diversos giros, que lavan esas ganancias ilegales.
Se trata de la compañía “Nunvav, Inc”, propiedad de García Luna, la cual está ubicada en Panamá –uno de los paraísos del lavado de dinero– y que recibió un pago de poco más de 2 mil millones de pesos que, posteriormente, terminaron sosteniendo la vida de lujo que García Luna se daba en Miami, a donde se fue a radicar al concluir el Gobierno de Felipe Calderón.
De acuerdo con las hipótesis de la UIF, esta empresa y otras que se investigan operó como instrumento del desvío de recursos públicos y, también, como posible receptora de los pagos que hacían los cárteles de la droga al propio García Luna por los favores que recibían de parte del entonces poderoso funcionario federal.
García Luna fue capturado en el estado de Texas en diciembre de 2019. Desde entonces está preso en Estados Unidos y se le acusa de haber dado protección al cártel de Sinaloa a cambio de pagos multimillonarios. Según su exjefe, el expresidente Felipe Calderón, él no sabía nada de los nexos de García Luna con el cártel de Sinaloa. La postura de Calderón raya en el cinismo porque los órganos de inteligencia del Gobierno –militares y fiscales –debieron conocer las triangulaciones de dinero que, desde entonces, implicaban a García Luna y que, por ser relevantes, resultaban inusuales.
En este caso cabe cuestionar si todos los funcionarios estaban coludidos en un propósito o en verdad no se daban cuenta. Es más lógico lo primero que lo segundo. Como se afirma comúnmente, se les puede calificar de “corruptos”, pero no de pendejos. O quizá también.
En una mesa de discusión que sostuve con los periodistas Oswaldo Zavala, Víctor Ronquillo y Julio Hernández, Zavala planteaba la tesis respecto de por qué ver a García Luna como el funcionario que fue cooptado por el cártel de Sinaloa. Por qué no verlo –añadió –desde otra perspectiva: que García Luna ya formaba parte del cártel de Sinaloa desde tiempo atrás y simplemente es el mismo Gobierno la entidad que forma parte del crimen organizado o es el crimen organizado.
Me pareció buena la observación porque, desde esa perspectiva, el cártel de Sinaloa directamente operó seis años la Secretaría de Seguridad Pública. De esta forma –dijo Zavala– acabamos con el viejo cuento de que es el narcotráfico el que se infiltra, coopta y corrompe a los funcionarios. Según él, esta es una vieja película que contiene la narrativa que la DEA ha impuesto por años en materia de crimen organizado y que no ha servido más que para justificar la militarización contra el problema de la corrupción criminal y el narcotráfico.
Sin embargo, el titular de la UIF, Santiago Nieto, sigue hablando de cárteles al referirse, en el caso de las investigaciones sobre las que habló, a Sinaloa y al de Jalisco, dos de los grupos criminales más fuertes que operan en México. Y no sólo eso: el funcionario habló de la existencia de ocho cárteles que son investigados por la UIF junto con toda la red de empresas que, dice, han operado con miles de millones de pesos.
Recientemente, Nieto también se refirió a la corrupción criminal en las 49 aduanas. Por ello, fueron procesados los titulares de las aduanas de Tuxpan, Veracruz, y Progreso, Yucatán. Estaban moviendo cientos de productos con droga, precursores químicos, entre otros productos, para organizaciones delictivas que operan desde Costa Rica.
En este caso, se trata de una gran red criminal cuyos tentáculos llegan hasta Japón, de acuerdo con las pesquisas.
Si la UIF ya tiene estos expedientes integrados ahora le toca a la Fiscalía General de la República (FGR) actuar, pero todo indica que Santiago Nieto tiene un verdadero obstáculo en Alejandro Gertz Manero, quien no actúa con la misma velocidad como lo está haciendo el propio Santiago Nieto.
¿Qué intereses protege Gertz Manero? Cabe recordar que estuvo al frente de la Secretaría de Seguridad Pública en el Gobierno de Vicente Fox, formaba parte del equipo de seguridad del que también era una pieza central Genaro García Luna. ¿Este es el vínculo que ahora se traduce en obstáculo?
Lo cierto es que si Gertz Manero no actúa, el tiempo transcurre, el sexenio sigue su marcha y los casos relevantes podrían quedar como simples amagos oficiales sin resultados, investigaciones que tuvieron la buena intención de llegar a ser verdaderos casos, pero que al final del día pueden terminar en el archivo.
Parece que a Gertz Manero no le gusta mucho la estrategia de golpear el nervio financiero del crimen ni a los protagonistas de estos posibles delitos. Hasta donde se puede observar, Santiago Nieto cumple las instrucciones del Presidente Andrés Manuel López Obrador de combatir con todo la corrupción y la impunidad, pero a la hora del siguiente paso, el que debe dar la Fiscalía, simplemente las cosas se detienen o avanzan a paso de tortuga.
Esta es vieja estrategia de tomarse todo su tiempo, con calma y paciencia hasta el tiempo pase y no haya oportunidad de concluir las indagatorias. En otro sentido, es otra forma de desgastar a Santiago Nieto, quien parece que no reposa si se trata de investigar, golpear la corrupción y congelar cuentas de criminales.
Veracruz: La Fiscal del narco
Verónica Hernández Giadans fue electa por el Congreso de Veracruz para ocupar la titularidad de la Fiscalía General del Estado por nueve años. El caso ha generado polémica por el apoyo que le otorgó el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez, quien metió las manos en el Congreso para que fuera electa su candidata favorita.
Pero el caso más polémico es que Hernández Giadans es prima de Guadalupe Hernández Hervis, alias “la Jefa”, quien encabeza una célula criminal en Veracruz ligada al cártel de Los Zetas y que, con apoyo oficial, lo mismo trafican con drogas que realizan secuestros, extorsiones, entre otras actividades delictivas.
Cuando Verónica Hernández llegó a la Fiscalía como encargada del despacho se le cuestionó su parentesco con Hernández Hervis. Lo aceptó, aunque adujo que no por el hecho que ella estuviera en un grupo criminal implicaba que la familia completa se dedicara a esas actividades. De alguna forma se deslindó.
Sin embargo, al poco tiempo de que asumió el cargo, en calidad de interina, la prima narca salió de prisión. Todo indica que movió sus influencias en el Poder Judicial, ahí donde está el señor Edel Álvarez Peña, donde por cierto llevan muy tatuado el escudo Zeta –el de la organización criminal–, pues mantiene muy firma a su ahijado, Manuel Fernández Olivares, “El Pámpano”, señalado en diversas investigaciones criminales como pieza de ese cártel. Pese a los señalamientos, ahí sigue protegido por el político priista que desde hace algunos años imparte justicia en Veracruz.
Hernández Giandans llegó a la Fiscalía en septiembre de 2019, luego de que Jorge Wilckler –el llamado Fiscal carnal, empleado de Miguel Ángel Yunes– fue destituido del cargo por servir a los intereses de la corrupción y del crimen organizado. Eso lo convirtió en un funcionario nada confiable. Fue acusado de varios delitos y desde entonces es prófugo de la justicia.
Después de este escándalo, pues la Fiscalía ahora enfrenta el señalamiento de servir a intereses sucios. En fin, todo indica que lo que ocurre en la Fiscalía no es más que un reflejo claro de lo que está pasando en la oficina del Gobernador Cuitláhuac García, cuyos días parecen estar contados.
FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: RICARDO RAVELO.
LINK: https://www.sinembargo.mx/29-05-2020/3794868