La ejecución, hace ocho años, de 49 migrantes cuyos cadáveres aparecieron en Cadereyta, es un caso paradigmático de ineptitud en la aplicación de justicia. Desde el principio hubo negligencia de la fiscalía de Nuevo León, que hace dos años se deshizo del expediente del caso y lo envió a la FGR mediante una empresa de servicios de paquetería, pero ésta nunca lo entregó. Y aunque las autoridades nuevoleonesas reenviaron otro expediente con constancias certificadas hace un año, las indagatorias siguen empantanadas.
El expediente de la investigación sobre el asesinato de 49 personas ocurrido en el municipio de Cadereyta está desaparecido.
El legajo que contenía documentos y evidencias materiales de esa matanza descubierta el 13 de mayo de 2012 fue destruido durante el envío por paquetería efectuado en 2018, según la versión que la fiscalía estatal entregó a la General de la República (FGR), que atrajo el caso.
La fiscalía estatal, que dirige Gustavo Adolfo Guerrero Gutiérrez, no ha explicado aún la desaparición de ese expediente, que incluía la manta que los homicidas dejaron sobre los cadáveres, sostienen los representantes legales de los deudos de las víctimas, en su mayoría oriundos de Honduras.
“No podría creer en una situación fortuita o accidental, porque (esa desaparición) nos lleva a varias preguntas, como quién es responsable de la pérdida o destrucción, quién dio la orden (del traslado), de qué manera fue destruido, si se confirma, y sobre todo qué información contenía y qué objetos tenía”, dice Fabienne Cabaret, coordinadora del área de defensa integral de la Fundación para la Justicia y el Estado Democrático de Derecho (FJEDD).
Es inaceptable que en ocho años no se haya resuelto este caso, uno de los más emblemáticos de la violencia reciente en México, ni se haya registrado avance en las indagatorias, dice la activista de la asociación civil radicada en la Ciudad de México.
La fiscalía de Nuevo León admitió haber enviado el expediente por paquetería, pero la empresa no lo entregó y de manera extraoficial comunicó a las autoridades estatales que lo había destruido, por lo que la fiscalía repuso la documentación y la envió de nuevo a la FGR.
La desaparición
La madrugada del 13 de mayo de 2012 en Cadereyta Jiménez, 30 kilómetros al oriente de Monterrey, a un costado del kilómetro 47 Carretera Libre Monterrey-Reynosa, en el entronque con la comunidad San Juan, se localizó una pila de restos humanos que pertenecían a 49 personas a las que les habían cercenado la cabeza y las extremidades.
Había una manta con un texto presuntamente escrito por un grupo criminal que hasta hoy no ha sido identificado.
Ese hallazgo ocurrió meses después del incendio perpetrado por Los Zetas el 25 de agosto de 2011 en el Casino Royale, en Monterrey, en el cual murieron 52 personas.
En el caso de Cadereyta (AP121/2012) la Secretaría de la Defensa Nacional notificó a la entonces procuraduría local el 19 de mayo sobre la detención de personas presuntamente relacionadas con la matanza.
Fragmento del reportaje publicado en la edición 2275 de la revista Proceso, ya en circulación.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: LUCIANO CAMPOS GARZA.
LINK: https://www.proceso.com.mx/633843/los-49-de-cadereyta-ocho-anos-de-injusticia-y-un-expediente-extraviado