De rodillas ante efectivos de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar), don Luciano Leal imploró que “hagan justicia” a su familia y encuentren a su nieto secuestrado desde el pasado 8 de julio en el municipio de San Fernando.
“Mi familia ha sufrido cinco secuestros, uno tiene cuatro años desaparecido y de rodillas les pedimos justicia. Hagan justicia por favor“, les imploró don Luciano con lágrimas en los ojos mientras se arrodilló ante los marinos.
A su vez, sus familiares que lo acompañaron solicitaron a la Secretaría de Marina que utilice sus helicópteros, vehículos y toda su capacidad para localizar al menor de 14 años de edad.
El pasado 8 de julio, aproximadamente a las 16:00 horas, un grupo de hombres armados que viajaba en dos camionetas secuestró al adolescente Luciano Leal Garza en las calles Laguna de Jara y Lago de Pátzcuaro, del fraccionamiento las Fuentes, a un costado del parque lineal de San Fernando.
A casi un mes del secuestro, el menor de edad no ha sido entregado a su familia pese a que ya se pagaron los rescates exigidos por los plagiarios en dos ocasiones.
La familia informó a Proceso que la última conversación que mantuvieron con los secuestradores sucedió el pasado sábado 11 de julio.
A partir de que los plagiarios dejaron de contactar a la familia Leal, ciudadanos y autoridades locales organizaron grupos de búsqueda en distintos rumbos de San Fernando, incluyendo los ranchos y casas de seguridad abandonados que mantuvieron los Zetas cuando controlaban el municipio.
A pesar de que “la gente tiene mucho miedo”, las brigadas de búsqueda se incrementaron en esta semana, debido a que los casos de personas desaparecidas continúan.
“Me han secuestrado en los últimos años a cinco miembros de la familia”, dijo a Proceso don Luciano Leal dueño de un negocio en San Fernando.
Entre ellos, una hermana y dos sobrinos, uno de ellos maestro de una universidad privada de San Fernando quien tiene cuatro años de estar desaparecido.
Para participar en la localización del menor arribó el Grupo Antisecuestro de la Fiscalía y efectivos del grupo especial de la Policía Estatal Acreditable de Tamaulipas.
En San Fernando existen dos cuarteles de las fuerzas militares: uno de la Semar con unos 200 marinos y otro del Ejército mexicano.
En el municipio también opera la recién creada Guardia Nacional, pero sus efectivos no participan en el combate al crimen organizado y sólo realizan operativos para evitar que los migrantes centroamericanos arriben a la frontera con los Estados Unidos.
San Fernando, Tamaulipas, fue “tomado” por el grupo del crimen organizado llamado “Los Zetas” desde marzo del 2010, cuando arribaron cientos de pistoleros para expulsar al Cartel del Golfo, organización delictiva que dominó el municipio durante varios años debido a su posición estratégica para el trasiego de drogas.
Cuando los Zetas tomaron “la plaza” impusieron al exsoldado Édgar Huerta Montiel como jefe de plaza, y como segundo al mando a Omar Martín Estrada, alias “El Kilo”, quien mantenía un férreo control de San Fernando gracias a un centenar de pistoleros, y a 40 policías municipales que mantenía en su nómina.
En agosto del 2010, “El Kilo” y sus pistoleros secuestraron y asesinaron a 72 migrantes, la mayoría de Centroamérica, en una bodega del rancho El Huizache, ubicado a unos 23 kilómetros al este de San Fernando, cerca de la Laguna Madre.
Posteriormente de esa masacre, Los Zetas abandonaron parcialmente San Fernando y desde entonces el municipio es disputado por el Cartel de Golfo y la nueva versión de Los Zetas, llamada Cartel de Noreste, entre otros grupos.
Mandos de la Octava Zona Militar, con sede en Reynosa, consideran que San Fernando es un “nudo de carreteras”, entre ellas una gran cantidad de caminos vecinales o brechas que usan los cárteles para mandar la droga que viene de Centroamérica a las distintas “plazas” de la frontera de Tamaulipas como Reynosa, Matamoros, Nuevo Laredo, Miguel Alemán, Río Bravo o Ciudad Mier, entre otras.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: JUAN ALBERTO CEDILLO.
LINK: https://www.proceso.com.mx/641167/pagan-dos-rescates-por-adolescente-plagiado-en-tamaulipas-pero-ya-no-saben-nada-de-el