En tanto, Emilio Lozoya Austin, entonces director de Petróleos Mexicanos (Pemex), debía honrar esos compromisos e “implementar mecanismos que se tradujesen en beneficios de diversos tipos para los empresarios, especialmente de tipo económico”.
La denuncia interpuesta por Lozoya expone de esa manera cómo se instruyó el favoritismo a Altos Hornos de México (AHMSA), cuyo presidente era Alonso Ancira Elizondo.
En el escrito, el exfuncionario expone cómo se acordó la compra de la planta Agro Nitrogenados, y en la parte final expone: “Lo que puedo referir como director general de Pemex, mi primer cargo público relevante en el país, es que Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray Caso crearon un esquema de corrupción en el gobierno federal, en el cual el común denominador era el siguiente: todas las personas que de cierto modo apoyaron en la campaña presidencial, tenían que ser remuneradas o compensadas. La forma en cómo eran recompensados, era dándoles contratos de proveedora de insumos, contratos diversos, adquisición de empresas o inmuebles, para que estas personas se beneficiaran.
“Incluso en ocasiones, después de dichas operaciones, debían devolver dinero para beneficio de las futuras campañas electorales del PRI, o bien para beneficio del propio Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray Caso u otros, como en el caso de Odebrecht”.
El señalamiento concreto al expresidente y al exsecretario de Hacienda es constante en la denuncia interpuesta el pasado 11 de agosto por Lozoya Austin, que en 10 páginas –contenidas entre la foja 47 y la 57– expone diversos aspectos del caso Agro Nitrogenados, es decir, la compra de una planta de fertilizantes, chatarra, a sobreprecio.
Denuncia de Emilio Lozoya by Revista Proceso on Scribd
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Inclusive, en su denuncia afirma que Videgaray le habría dicho “que él vería con la gente de AHMSA los apoyos económicos para la transacción”. Lozoya asegura que opuso las implicaciones jurídicas en México y Estados Unidos para él y para la petrolera, a lo que Videgaray le respondió: “Este es un tema del presidente. Limítate a hacer lo que se te instruye. Yo hablo por él”.
Lo anterior forma parte de las “intimidaciones” y “presiones” de las que Lozoya se duele en relación con la compra de la planta Agro Nitrogenados, al grado de afirmar que el único caso que superaba a ese, en el interés presidencial, era el de Grupo Higa. Esto es, la empresa de Juan Armando Hinojosa Cantú, constructor y financiero de la llamada Casa Blanca de Peña Nieto y contratista consentido tanto en el Estado de México como en los primeros dos años de gobierno federal.
Como se sabe, de acuerdo con lo expuesto por la Fiscalía General de la República (FGR) y por declaraciones presidenciales, dicha planta fue adquirida por Pemex a un sobreprecio de 200 millones de dólares. El asunto es clave en el llamado “Caso Lozoya”, porque condujo a la presunta triangulación de recursos a las cuentas del exfuncionario, quien habría recibido depósitos a través de una empresa fachada, desde las cuentas del particular, es decir, AHMSA, lo que propició que se le dictara orden de aprehensión.
La relatoría sobre el asunto, contenida en la mencionada denuncia, es prolija en los encuentros presenciales que, en la versión de Lozoya, significaron una “presión” del entonces presidente y su secretario de Hacienda a lo largo de 2013. En dicha versión, Lozoya (hoy imputado, testigo colaborador y denunciante) siempre se presenta en desacuerdo o siguiendo instrucciones y debidas diligencias.
El primer encuentro entre funcionarios de Pemex y de AHMSA habría ocurrido, en la versión de Lozoya, el 6 de febrero de 2013, pero él, sostiene, no estuvo presente y en su representación acudieron su coordinador de asesores Carlos Roa y su asesor, Edgar Torres. Además, estaba presente el director de PMI Comercial Internacional, José Manuel Carrera Panizzo, quien realizaría toda la negociación por instrucciones de Videgaray.
La oferta de AHMSA era una sociedad con Pemex, según Lozoya, quien asegura que el 14 de mayo siguiente fue citado a la residencia oficial de Los Pinos, en la antigua casona del rancho de La Hormiga, hoy conocida como Casa Lázaro Cárdenas, para abordar diferentes temas.
Lo recibieron Peña Nieto y Videgaray a solas. Ahí, asegura, lo cuestionaron sobre el proceso de compra de Agro Nitrogenados y los tiempos para concretarlo. Lozoya, en su redacción, expone en tono exculpatorio que respondió que se efectuaba una debida diligencia por parte de técnicos de la petrolera y asesores externos, y que calculaba se podía cerrar el asunto a fin de año.
Añade: “Yo observaba un interés especial en concretar la operación por parte del presidente Enrique Peña Nieto y de Luis Videgaray Caso. Incluso este último intervino de manera directa para que Nafin (Nacional Financiera) y el Indaabin (Instituto de Administración y Avalúo de Bienes Nacionales) aceleraran el proyecto y lo aprobaran”.
La presión de la que se duele Lozoya fue impuesta por Peña Nieto, que ahí mismo instruyó organizar una reunión con Alonso Ancira para agilizar la compra de la planta y otros apoyos que tenían pendientes con el entonces magnate acerero.
De hecho, afirma que “le llamaba la atención tanto apoyo y seguimiento” al proceso de compra:
“Me llamaba la atención tanto interés personalizado en la compra de dicha planta cuando en términos de importancia para Pemex no representaba ni siquiera el 0.5% de la totalidad del presupuesto anual de inversiones”.
El dictamen obtenido por Pemex, según el denunciante, asentaba que la operación tenía sentido en lo económico, pero alertaba sobre riesgos, como poco acceso al gas y al amoniaco, necesario para la producción.
Para el 11 de noviembre del mismo 2013, Lozoya fue citado de nuevo en Los Pinos. Según él, informó al presidente del resultado del estudio y de la escasa disponibilidad de recursos en Pemex para concretar el negocio.
Luego afirma: “Su respuesta fue que no me preocupara por el dinero, que mejor me ocupara de influir en el Consejo de Administración, de PMI, de (decirles) que la adquisición resultaba conveniente. Me indicaron que ellos (Peña y Videgaray) decidirían el valor de la compra, aproximadamente de 275 millones de dólares”.
Ahí mismo, Videgaray ofreció conseguir recursos de Nafin para la rehabilitación de la planta que, desde entonces y hasta ahora, estaba fuera de operación, es decir, parada durante 13 años en que se convirtió en chatarra.
En lo sucesivo, Lozoya se desmarca. Afirma que quedó fuera de la negociación, el monto, los pagos y fechas pactados entre Peña Nieto, Videgaray y Ancira. La razón que asegura le dieron es que él tenía una relación previa con Ancira y no debía intervenir.
A lo largo del escrito, en lo que respecta al caso Agro Nitrogenados, Lozoya Austin desliza comentarios y consideraciones: que en el asunto tenía especial interés el entonces secretario de Agricultura Enrique Martínez porque tendría réditos políticos; que la operación pudo tener como objeto el pago de compromisos, un beneficio para Peña y Videgaray, o bien ambos; que Ancira se deshizo de una planta que no le generaba ingresos y llevaba años sin funcionar.
No obstante, dice desconocer qué tipo de acuerdos había entre Peña Nieto, Videgaray y Alonso Ancira.
Aunque Lozoya reconoce que promovió la aprobación para la compra de Agro Nitrogenados en el consejo de administración de Pemex, todas las operaciones estuvieron bajo la conducción de Luis Videgaray, lo mismo en PMI Comercial Internacional, Pemex Transformación Industrial, el Indaabin y Nafin, esta última porque, además de la adquisición, debía de invertirse en su rehabilitación, pero en todo caso hubo pérdida por reducción presupuestal.
Sostiene, de igual manera, que Videgaray y José Antonio González Anaya (quien a la postre lo sucedió en Pemex) bloquearon propuestas que el propio Lozoya hizo para eficientar esa inversión y otras.
Y asegura que González Anaya estuvo influenciado por Carlos Salinas de Gortari (de quien es cuñado), para las operaciones relacionadas con Agro Nitrogenados.
El caso Agro Nitrogenados es paradigmático del caso Lozoya y también de los escándalos de corrupción a través de los años en el sector energético: fue Emilio Lozoya Tahlmann, padre del exdirector de Pemex, quien siendo secretario de Energía en el sexenio de Carlos Salinas la desincorporó en 1991, vendiéndola a la familia Montemayor Seguy, que a su vez la vendió a AHMSA.
AHMSA, la acerera más grande de México, fue privatizada en el mismo sexenio de Salinas y quedó como socio y presidente Alonso Ancira Elizondo, el magnate que a su vez vendió en 2013-2014 la misma planta de fertilizante al gobierno, y hoy es parte importante del proceso judicial que se sigue a Lozoya, quien en la denuncia del 11 de agosto se desmarca de las acusaciones.
En tanto, la relación de Ancira con Peña Nieto fue documentada desde 2013, cuando en el contexto de anuncios de inversión, particularmente en shale gas, a partir de la reforma energética, Ancira declaró el 12 de agosto de ese año a The New York Times:
“Los dos expresidentes anteriores a Peña Nieto no fueron mis amigos”.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ARTURO RODRÍGUEZ GARCÍA.
LINK: https://www.proceso.com.mx/644389/pena-ordeno-compra-de-agro-nitrogenados-y-videgaray-la-opero-asegura-lozoya