El sábado, la Comisión Federal de Electricidad (CFE), informó una cuantificación de daños preliminar, sobre el caso de La Boquilla, presa donde se ubican también instalaciones hidroeléctricas que fueron tomadas la semana pasada por agricultores inconformes con el trasvase de agua para el cumplimiento de un tratado internacional con Estados Unidos, un asunto que, para el presidente López Obrador, es político y se relaciona con las elecciones y el caciquismo de la región de Delicias, en Chihuahua.
Hoy, en su conferencia de prensa matutina, el mandatario recordó lo informado por la CFE, en el sentido de que hubo daños en las instalaciones de la hidroeléctrica, por lo que consideró es necesario que las autoridades correspondientes investiguen quiénes fueron los responsables.
“Tenemos que hacerlo porque se trata de bienes públicos”, justificó.
Los daños causados en las instalaciones de la presa, según la CFE, plantean un escenario de reparación que podría extenderse hasta por tres meses, en tanto, la afectación en las instalaciones hidroeléctricas causó apagones que fueron superados por una red de emergencia y su rehabilitación implica renovar equipos dañados.
El pasado 9 de septiembre decenas de agricultores de la región centro sur se movilizaron a la presa La Boquilla, a la que llaman la reina de las presas en Chihuahua, para evitar que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) siguiera extrayendo agua en medio de una sequía histórica para la entidad y pro la tarde desplazaron a la Guardia Nacional para tomar la presa.
FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: ARTURO RODRÍGUEZ GARCÍA.
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