Pobladores del municipio indígena de Maxcanú, Yucatán, evitaron el avance de maquinaria pesada encargada de desmontar los terrenos por los que atravesará el tramo 3 del Tren Maya y con la que, aseguraron, se destruirán al menos 10 viviendas y serán afectadas alrededor de 50 parcelas.
Los pobladores denunciaron que los trabajadores de la Constructora Barrientos iniciaron los trabajos para la construcción del tramo Calkiní-Izamal y derrumbaron las albarradas de sus predios y los árboles de limón en sus cultivos, sin hacer un levantamiento o evaluación de los daños.
El Equipo Indignación, organización defensora de derechos humanos, explicó que el comisariado ejidal de Maxcanú detuvo la entrega de más de 3 millones de pesos que la Federación envió a inicios del año, los cuales se sumarían al pago inicial de 13 millones de pesos como derecho de ampliación de vía del Tren Maya.
Los inconformes denunciaron que los recursos del cheque por 3 millones 111 mil pesos, que expidió Fonatur para indemnizar a los propietarios de una decena de casas que serán directamente afectadas por la ampliación del derecho de vía del Tren Maya, no les han sido entregados.
“Los pobladores de la villa exigen que Fonatur (Fondo Nacional de Fomento al Turismo) y el comisariado ejidal aclaren los pagos efectuados”, indicaron los pobladores.
De acuerdo con Indignación, el comisario Alfredo Sánchez pretende entregar los más de 3 millones de pesos de manera discrecional.
Hace dos meses, ante la presión de los pobladores, Sánchez organizó una asamblea para entregar los recursos, a pesar de que no había realizado ningún análisis de los daños para definir las indemnizaciones a las diez familias afectadas por las obras del megaproyecto.
AUTOR: REDACCIÓN.
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