“No termina de irse lo viejo y no acaba de llegar lo nuevo”, dijo el Presidente López Obrador sobre la supuesta participación de un funcionario de Pemex en una reunión con el ex líder petrolero Carlos Romero Deschamps. Aseguró que su Gobierno va a continuar con el proceso de democratización de los sindicatos “con elecciones directas, libres, secretas de los trabajadores” y destacó que en su Gobierno no hay dirigentes preferido o predilectos.
Carlos Romero Deschamps renunció al Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) en octubre del año pasado, pero los petroleros aseguran que el político mexicano “sigue manejando al sindicato por fuera”.
Hoy, el Presidente Andrés Manuel López Obrador fue cuestionado sobre su postura ante una presunta reunión entre Romero Deschamps; el Diputado Manuel Limón Hernández; Fernando Navarrete, presidente del Consejo General de Vigilancia del STPRM; y Alejandro Cabrera Fernández, coordinador de Relaciones Laborales y Recursos Humanos de Petróleos Mexicanos (Pemex),
Ante dicha situación, se pronunció en contra de los encuentros de actuales funcionarios que no se hacen en lugares oficiales, pero argumentó que “la costumbre” era hacerlo.
“No termina de irse lo viejo y no acaba de llegar lo nuevo”, argumentó el mandatario sobre la participación de Cabrera Fernández en la reunión.
En la ley de austeridad hay un apartado que establece que los funcionarios no deben tener relaciones con empresarios o personas que “puedan significar compromisos de intereses”, dijo el Presidente López Obrador. Este podría ser el caso, destacó. Lo correcto sobre estos temas, dijo, es tratarlos en oficinas, que son lugares públicos y expresó que es algo que debería estar prohibido por lo que solicitará al director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, una postura oficial por la presunta participación de Cabrera Fernández en la reunión con Deschamps.
“No sé si aplique en este caso. parece que está en mis 100 compromisos o en la Ley de Austeridad. habría que ver si esto está permitido”, comentó el mandatario y aseguró que “no debe darse porque si son cuestiones laborales que se deben de tratar entre empresa y sindicato para eso están las oficinas”, expresó.
Sobre la democracia sindical, el presidente expresó que se va a continuar el proceso de democratización “con elecciones directas, libres, secretas de los trabajadores. Ellos van a a elegir a sus representantes”. Aseguró que el proceso se detuvo por la pandemia de la COVID-19 y dijo que en su Gobierno no hay dirigentes preferido o predilectos, sino que son por la definición de los trabajadores.
Romero Deschamps reapareció la semana pasada. El exlegislador priista –quien permaneció casi tres décadas (1993-2019) al frente del STPRM– asistió a una reunión con el Diputado federal y secretario interino del sindicato, Manuel Limón Hernández, así como con otros dos altos funcionarios sindicales (Fernando Navarrete Pérez y Alejandro Cabrera Fernández).
Sergio Carlos Morales Quintana, coordinador general del Frente Nacional Petrolero (FNP), dijo a SinEmbargo que Carlos Romero Deschamps nunca se fue porque aún existe una estructura de trabajadores y políticos que lo mantiene en el poder.
“Romero Deschamps sigue teniendo la estructura de siempre en los 36 sectores generales locales, de las 36 secciones que tiene el STPRM”. De acuerdo con Morales Quintana, el tamaulipeco de 77 años de edad continúa manipulando e intimidando a la base laboral de Pemex. Divide a los trabajadores para controlarlos y mantiene en su nómina personal a dirigentes y exdirigentes sindicales. “Los sigue manteniendo económicamente para desestabilizar al trabajador con mentiras”, lamentó el coordinador del FNP.
Sin embargo, más allá de tener a una buena parte de la estructura sindical a su favor, tiene un fuerte contubernio con Pemex. En palabras de Morales, Deschamps “sigue manejando los hilos de la corrupción dentro de Petróleos Mexicanos” sin acuerdos, convenios y negociaciones con la directiva de la Empresa Productiva del Estado, o con el actual Gobierno federal, pero sí a través de viejos contactos que durante varios sexenios le permitieron construir una red de complicidades y corrupción.
La puerta giratoria y la doble vida de los líderes sindicales –que operan como representantes laboristas, miembros de partidos políticos y funcionarios públicos– es uno de los lastres que minan el desarrollo de la democracia sindical al interior del STPRM. Una situación que ha venido repitiéndose en las tres últimas décadas de vida de la organización de trabajadores petroleros y que según Morales, viola lo dispuesto en el Artículo 36 de los Estatutos Generales del STPRM, ya que por la carga de trabajo, los líderes sindicales no pueden atender sus responsabilidades legislativas y sindicales al mismo tiempo, a cabalidad.
De acuerdo con el apartado estatutario anteriormente referido, “el desempeño de un cargo gubernamental” (Fracción IX) y la “imposibilidad del desempeño del puesto o dirección sindical, por la naturaleza del trabajo a que esté dedicado el funcionario sindical” (Fracción VII) son causas legítimas de renuncia.
FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: REDACCIÓN.
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