Una requisa promulgada en 1991 por Carlos Salinas de Gortari acabó con la única fuente de trabajo del Sindicato de Maniobristas en Veracruz, que hoy reclama la indemnización de sus agremiados y tiene ocho denuncias penales en contra de quienes, acusa, “los despojaron de su patrimonio”, entre ellos están elexpresidente Salinas, Pedro Aspe y Francisco Gil Díaz, encargados de la Secretaría de Hacienda en el sexenio salinista, y Dante Delgado, entonces Gobernador de Veracruz.
“Las toma de nota significa que renace el sindicato para efectos liquidatorios. Nos tienen que regresar nuestros edificios y pagar nuestra maquinaria”, explicó en entrevista Alejandro Pulido Cueto, representante legal de los agremiados maniobristas. “A Hacienda no le va a costar porque los que tienen que pagar son las empresas que se quedaron con nuestras concesiones”.
“En los gobiernos del PRI y PAN nunca nos dejaron acceder a la información, fue hasta ahorita con el nuevo gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador”, mencionó el abogado Pulido e insistió que lo único que reclaman es que les devuelvan sus bienes y les paguen la indemnización que por ley les toca. No intentan recuperar las plazas, hoy ocupadas por nuevos trabajadores. “No queremos entorpecer ni el progreso del puerto ni crearle problemas a las empresas ni al Presidente”.
“Estamos demandando a Salinas de Gortari, a Fernando Gutiérrez Barrios, aunque está muerto me interesa mencionarlo, a Francisco Gil Díaz que era el subsecretario de Hacienda, a Pedro Aspe que era el Secretario de Hacienda, Arsenio Farell Cubillas, éste último era el Secretario del Trabajo durante el Gobierno de Salinas de Gortari, Roberto Ríos Ferrer (yerno de Andrés Caso Lombardo y en 1991 representante del Gobierno federal en la implementación de la requisa), Ángel González Rul (quien fue director de la Administración Portuaria Integral de Veracruz, Apiver), Jorge Lecona Ruiz, y todos los que participaron en este robo y violación de nuestros derechos humanos y laborales. Dante Delgado también, todos están incluidos”, dijo el abogado Alejandro Pulido.
“Siempre se ha dicho que la requisa del Puerto de Veracruz era ilegal porque a México no le había declarado la guerra a nadie, por lo tanto se rompía el precepto gubernamental”, detalló el Capitán de Marina Mercante.
“Se supone que Salinas de Gortari dijo que iba a modernizar los puertos y los iba a hacer más productivos y nos venía a apoyar. Con engaños mandó a esos funcionarios que vinieron a darse cuenta de la cantidad de dinero que nosotros generábamos en la empresa y en el sindicato. Veracruz era el primer puerto de México, de Latinoamérica y uno de los principales del mundo”, recordó Alejandro Pulido, abogado de los maniobristas y también trabajador sindicalizado.
“Nosotros aportamos el capital social de la empresa, un edificio y una bodega de talleres, toda una manzana, más de 11 mil metros cuadrados”, detalló Pulido Cueto. “Aportamos el capital social para la empresa de Servicios Portuarios, pero además nosotros teníamos dos concesiones, la concesión de la primera maniobra, que era para trabajar a un costado del buque, y la segunda, que era para trabajar almacenamientos, playas, bodegas”.
“El Gobernador Dante Delgado fue enfático en decir: ‘si no se salen del puerto, nos los vamos a llevar a todos'”, recordó el abogado. Roberto Ríos Ferrer, yerno de Andrés Caso Lombardo y en 1991 representante del Gobierno federal en la implementación de la requisa, le dijo: “Alex, si ustedes no se salen del puerto, vamos a mandar a 100 de sus compañeros trabajadores y los vamos a responsabilizar a ustedes, los vamos a meter a la cárcel. Son órdenes del Presidente Salinas”.
“Estos empleos de los maniobristas no eran directos, sino subcontrataban empleados para las tareas de los puertos y les llaman ‘Cuijes’, quienes ganaban el salario mínimo, pero su labor significaba muchos ingresos económicos para el sindicato”, explicó Ricardo Ravelo, periodista especializado en temas relacionados con el crimen organizado y la seguridad nacional.
“Por ejemplo, llegaba un barco al puerto y se tenía que meter gente para cargar y descargar en contenedores. Entonces se promueve la creación de empresas que dieran servicios de estiba (acomodar la carga en la bodega de un barco), entonces aparecen tres empresas estibadoras en el Puerto Veracruz: CTV; Internacional de Contenedores de Veracruz, S.A de C.V. (ICAVE); y Corporación Integral de Comercio Exterior S.A de C.V. (CICE)”, dijo el Capitán Antonio Rodríguez.
“Ellos se quedaron con toda la maquinaria especializada que teníamos para cargar y descargar barcos y no nos pagaron un solo centavo por todo, no nos liquidaron”, recuerda Alejandro Pulido del Sindicato de Maniobristas.
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