Contrario a lo que afirmaron en su tiempo Emilio Lozoya Austin y Grupo Salinas –del multimillonario Ricardo Salinas Pliego–, el dividendo de 619 millones 400 mil pesos que se repartió durante la compra de Grupo Fertinal no salió de la Cuenta de Utilidad Fiscal Neta (Cufin) de la empresa, sino que fue pagado con una deuda de Pemex, según determinó hoy la Sala Superior del Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA).
Así, el Tribunal confirmó uno de los elementos que Proceso ha documentado desde febrero de 2019: Pemex se endeudó para distribuir un dividendo de 50 millones de dólares a los accionistas de Grupo Fertinal, quienes en ese entonces eran el empresario Fabio Massimo Covarrubias Piffer y dos sociedades de papel europeas que Ricardo Salinas Pliego controlaba a través de compañías offshore.
En una ponencia, la magistrada Nora Elizabeth Urby Genel señaló que, en el momento de concretar la operación, Pemex Fertiliantes y Grupo Fertinal “crearon” una Cufin artificial: lo hicieron con el incremento de una línea de crédito con Arrendador Internacional Azteca –una empresa de Salinas Pliego–, que Pemex pagó cuando adquirió la empresa, como Proceso lo había documentado.
“Estas supuestas utilidades con las que se repartieron los dividendos en todo caso las terminó pagando Pemex, como adquiriente de Fertinal”, dijo la magistrada, y sostuvo que esta situación “transparenta lo inviable que era Fertinal, pues para el momento de su venta era evidente –y quedó probado– que no contaba con la liquidez suficiente para repartir utilidades y/o dividendos”.
La Cufin “artificial” permitió justificar el dividendo, el cual además estuvo exento del pago de Impuesto Sobre la Renta (ISR). Por ello, la magistrada sostuvo que “la mecánica de pagos resultó en un beneficio exclusivo para los accionistas vendedores de Grupo Fertinal”, pues “para el pago de (los dividendos) se aumentó la deuda”.
Grupo Salinas siempre ha defendido la adquisición de Grupo Fertinal y el reparto del dividendo, con el argumento de que la empresa estaba financieramente sana cuando Pemex la compró. Sus empresas AIA y Banco Azteca fueron las vendedoras de la empresa, que sobrevivía con préstamos de estas empresas desde 2008; aparte, el reparto del dividendo se hizo por AIA, a través del Fideicomiso F470 de Banco Azteca.
En septiembre de 2019, Ricardo Salinas Pliego y Banco Azteca demandaron por daño moral a Proceso y tres de sus integrantes, en reacción a un reportaje que revelaba que el magnate, además de ser acreedor de Fertinal, controlaba acciones a través de las sociedades europeas llamadas NPK Holding AB y Base Rock, BVBA.
En su sesión pública de hoy –llevada a cabo de manera virtual–, la Sala Superior del TFJA abordó el tema Fertinal a través del caso de Edgar Torres Garrido, el amigo y exasesor de Lozoya, quien en diciembre de 2015 firmó el contrato de compraventa de Grupo Fertinal en su calidad de Director General de Pemex Fertilizantes.
En mayo de 2019, la Secretaría de la Función Pública (SFP) determinó que Torres fue responsable por autorizar el pago del dividendo, sin descontar el monto del precio de compra y sin avisar al consejo de administración. Le impuso una multa de 619 millones 400 mil pasos, además de una inhabilitación de 15 años.
Torres Garrido trató, mediante una demanda de juicio de nulidad ante el TFJA, de eliminar esta sanción, pero no lo logró, y en su resolución de hoy la Sala Superior le confirmó el castigo. Los magistrados avalaron la resolución de Urby, según la cual Torres Garrido “no solo no informó al Consejo de Administración (de Pemex) sobre el pago de los dividendos, sino que decidió negociar con los vendedores de Grupo Fertinal para distribuir los dividendos con recursos provenientes de una línea de crédito existente de AIA”.
“Con el crédito obtenido se fondeó la Cufin de Grupo Fertinal, que evidentemente trajo aparejado que los entonces accionistas accedieran al beneficio que se les distribuyeran los dividendos con cargo a una supuesta Cufin, y consecuentemente libres del pago de impuesto sobre la renta, situación que no solo no benefició a Pemex en la compra de la empresa, por el contrario: esto incrementó el saldo del pasivo del Grupo Fertinal, circunstancia que en ningún momento obedecía a los acuerdos tomados y ordenados por el Consejo de Administración de Pemex”, abundó la resolución.
En un comunicado, la SFP celebró la decisión del TFJA, y aseveró que “irregularidades en la compra de Grupo Fertinal resultaron en un millonario daño al erario”, y recordó que, en octubre de 2019, impuso una nueva multa contra el exfuncionario, ahora por 3 mil 225 millones de pesos, monto que –según Pemex– se pagó en sobreprecio en la adquisición de Grupo Fertinal, aparte del dividendo.
En otras palabras: hasta el momento, la SFP estimó que, de los 635 millones de dólares que Pemex gastó para adquirir Grupo Fertinal, al menos 250 millones de dólares fueron indebidos.
Según la Auditoría Superior de la Federación (ASF), los 619 millones 400 mil pesos del dividendo fueron autorizados como deuda de Pemex y distribuidos por AIA, una empresa de Salinas Pliego que había prestado por 99 millones de dólares a Grupo Fertinal y, a cambio, se había quedado con sus acciones en prenda, como lo reveló Proceso en noviembre pasado.
De hecho, en uno de los anexos del contrato de compraventa existía una cláusula que estipulaba, con toda claridad, una “prohibición (…) para pagar y distribuir dividendos”, con la “salvedad” de que el pago de dividendos tenga el “consentimiento previo y por escrito” de AIA.
AIA no es una empresa de crédito –se dedica al “arrendamiento y compraventa” de “remolques, semirremolques, vehículos automotores, aeronaves, barcos de recreo y todo tipo de equipo y maquinaria industrial y comercial y equipo de telecomunicaciones”– y es controlada por Comunicaciones Avanzadas, que pertenece a Salinas Pliego.
La historia del dividendo en sí es interesante: se decidió formalmente que se repartirían 871 millones 500 mil pesos –51 millones de dólares– durante una asamblea general del 25 de septiembre de 2015, es decir, dos meses y medio antes de la compra, pero con un compromiso firmado por Pemex de que adquiriría la empresa.
En aquel entonces, la empresa estaba sin liquidez y sujeta a una auditoría financiera, y no tenía recursos en el banco, por lo que se decretó que el dividendo se repartiría “en el momento en que existan recursos disponibles con los que cuente la sociedad”, en la cuenta de Cufin. Y no solo esto: en el acta también se determinó que, de este monto, 619 millones 400 mil pesos se distribuirían “en efectivo”.
Desmentidos
Desde que Proceso empezó a revelar los pormenores y las irregularidades en la compra de Grupo Fertinal, en febrero de 2019, algunos de sus protagonistas principales han justificado la operación con argumentos de que la empresa estaba en buen estado y que aquel no fue un fraude.
Así, en marzo de 2019, el abogado Javier Coello Trejo, en nombre de Emilio Lozoya Austin –entonces libre y retador– mandó una carta a este semanario en la cual despotricó contra “el total desconocimiento contable” del reportaje, y aseveró que el dividendo era un “derecho” de los accionistas por venir del Cufin.
Tras su captura, en España, Lozoya entregó a agentes de la Fiscalía General de la República (FGR) una declaración sobre el caso Fertinal, en la cual dijo que la operación había sido ordenada por el expresidente Enrique Peña Nieto y su amigo Luis Videgaray Caso –entre otros para “apoyar a Banco Azteca”–, y que ésta había incluido un soborno para las campañas del PRI. Esta declaración ya no fue incluida en la denuncia de hechos que el exdirector de Pemex interpuso formalmente ante la FGR en agosto pasado.
Grupo Salinas, por su parte, ha enviado un sinfín de cartas a Proceso –todas cargadas de calificativos y a veces de insultos–, aparte de su demanda por daño moral, pero también publicó comunicados en los cuales siempre aseguró que la empresa era viable y que el dividendo era totalmente regular.
Todavía en una carta del pasado 7 de septiembre, en la que despotricó contra el semanario y este reportero, Grupo Salinas reiteró que “el dividendo de 50 millones de dólares se decretó precisamente porque la empresa estaba sana y porque así convenía a sus accionistas”.
Pemex y el Estado mexicano han perdido miles de millones de pesos en la operación, y no solo en la adquisición de la empresa en quiebra: todavía el año pasado, Pemex Fertilizantes reportó una pérdida neta de 7 mil 344 millones de pesos, y un patrimonio negativo de 9 mil 276 millones de pesos; aparte, la petrolera reembolsará lo restante del crédito de 635 millones de dólares que pagó por Grupo Fertinal hasta el 28 de enero de 2031.
Los únicos actores que ganaron en la adquisición de Grupo Fertinal fueron los vendedores y los acreedores de la empresa; es decir: Banco Azteca, Arrendadora Internacional Azteca, las sociedades offshore de Bélgica y Suecia –todas vinculadas con el señor Salinas Pliego–, así como Fabio Massimo Covarrubias Piffer y sus allegados.
AUTOR: MATHIEU TOURLIERE.
No hay comentarios:
Publicar un comentario