De acuerdo con el informe, entre 2010 y 2020 fueron asesinados casi 900 periodistas, de los cuales 93 casos se registraron en México y de estos 85 por ciento permanece en la impunidad.
“Cuando las agresiones a periodistas se mantienen impunes, se envía un mensaje verdaderamente negativo”, dijo Frédéric Vacheron, representante de la oficina en México de la Unesco.
“Lo más preocupante es que muchos periodistas están siendo asesinados no por realizar investigaciones de conflicto (armado), sino por indagar cuestiones de corrupción, trata de personas, delitos políticos, violaciones a derechos humanos, problemas ambientales o por ser caricaturistas. Pese a la violencia y el entorno adverso, los comunicadores que trabajan por la verdad y dan información cierta, clara y resultado de investigaciones comprobables, salvan vidas y consolidan la democracia”, agregó Vacheron.
El representante de la Unesco indicó que los periodistas también se enfrentan a hostigamientos, amenazas, secuestros, encarcelamiento, acoso y despidos arbitrarios, así como que la crisis derivada de la pandemia de coronavirus “ha generado nuevos riesgos” para los comunicadores.
“La labor periodística en México y el mundo enfrenta un entorno de extraordinaria adversidad; a los riesgos de violencia e impunidad se añaden los de precariedad laboral, falta de seguridad social, cierre de medios locales, grandes retos de igualdad de género y un entorno de desinformación creciente”, finalizó Vacheron.
AUTOR: REDACCIÓN.
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