Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad –fundada por Claudio X González- tiene como una de sus banderas la transparencia. Sin embargo, maneja con opacidad las donaciones que recibe, casi todas provenientes de la élite empresarial.
La organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad –fundada por Claudio X González Guajardo, opositor declarado del gobierno de Andrés Manuel López Obrador– tiene como una de sus banderas la transparencia. Sin embargo, maneja con opacidad las donaciones que recibe –casi todas provenientes de la élite empresarial mexicana– y en algunos casos éstas no cuadran con lo que reporta al SAT, de acuerdo con documentos a los que Proceso tuvo acceso y que identifican a los benefactores y sus aportaciones.
El Consejo Mexicano de Negocios (CMN) es llamado “la cúpula de cúpulas” del sector privado porque agrupa a los empresarios más ricos y poderosos de México. Varios de sus expresidentes y miembros financian a Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), la plataforma sobre la cual Claudio X. González Guajardo ha construido el proyecto político-electoral antagónico al presidente Andrés Manuel López Obrador.
González Guajardo ahora encabeza la iniciativa “Sí por México” que, por consejo de los historiadores Enrique Krauze y Héctor Aguilar Camín, pretende un “bloque” electoral contra López Obrador en las elecciones de 2021 y cuya “agenda ciudadana” ya asumieron los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD).
“PRI: bienvenido al sí”, respondió con entusiasmo González Guajardo al presidente nacional de ese partido, Alejandro Moreno, quien se sumó a la iniciativa con toda la carga de corrupción del gobierno de Enrique Peña Nieto.
“¡Estaremos muy contentos de avanzar juntos por el bien de México!”, dijo el priista.
“PAN: Bienvenido al sí”, expresó también el empresario a la respuesta del dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, el 29 de octubre último, de adherirse “por el bien de México” a ese proyecto político electoral, pese a que arrastra numerosos expedientes de corrupción como partido y gobierno.
El expresidente Vicente Fox (PAN) también ya expuso su respaldo a Sí por México –“sí, vamos todos”, exclamó– y está en curso la incorporación del expanista Felipe Calderón, tras el fracaso por obtener el registro de su partido político (México Libre).
La corrupción de esos partidos y sus personajes parece no importarle al impulsor de Sí por México, cuyo padre, Claudio X. González Laporte, presidió el CMN justo cuando se instauró el modelo neoliberal con Carlos Salinas –de quien fue asesor como presidente de la República–, y fue el primer donador de MCCI, con 2 millones de pesos; el segundo donante fue Kimberly-Clark, la empresa familiar fabricante de jabones, papel higiénico y toallas sanitarias, que aportó 3 millones más.
Con esos 5 millones de pesos nació financieramente MCCI, el grupo de presión que González Guajardo presidió de 2016 hasta julio último, y cuya sucesora, María Amparo Casar Pérez, fue la coordinadora de asesores del secretario de Gobernación de Vicente Fox, Santiago Creel, tutor político del excandidato presidencial Ricardo Anaya y de Marko Cortés.
A partir de los donativos familiares a la organización civil de González Guajardo, depositados el jueves 16 de abril de 2016, como consta en documentos que obtuvo Proceso, comenzó la cascada anual de transferencias millonarias por parte de prominentes empresarios que, desde la elección de 2006, se han opuesto radicalmente a López Obrador.
Este es un adelanto de un reportaje publicado en el número 2297 de la edición impresa de Proceso
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ÁLVARO DELGADO.
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