Nuevos actores han irrumpido en los juegos del poder a nivel municipal e incluso regional: los subdelegados de los programas de Bienestar. Más de 250 hombres y mujeres con escasa o nula experiencia en la administración pública, pero con años de militancia en Morena.
Tras dos años de operar los programas sociales federales en los principales municipios del país, los más de 250 “subdelegados” se consolidaron como actores relevantes de poder a nivel local: a menudo participan en los actos oficiales de los presidentes municipales, están presentes en reuniones de seguridad o hacen proselitismo para el presidente Andrés Manuel López Obrador y el gobierno de la Cuarta Transformación.
Son mujeres y hombres con escasa o nula experiencia en la administración pública federal, pero que cuentan con años de militancia en Morena y antecedentes en la operación electoral. López Obrador les otorgó remuneraciones brutas mensuales de más de 72 mil pesos mensuales, reservadas a la alta burocracia.
Gracias a su protagonismo y a las atribuciones que les confirió el mandatario –tienen decenas y hasta cientos de Servidores de la Nación bajo sus órdenes–, se hicieron un lugar en el centro de la vida política regional; tan es así que en los últimos meses varios ya presentaron sus renuncias con aspiraciones electorales en 2021.
Con excepción de unos cuantos nombramientos por cuotas de poder o alianzas puntuales, todos los subdelegados son afiliados a Morena y se dedicaban a asuntos políticos antes de integrar el gobierno federal; por lo menos 46 fueron enlaces distritales del partido durante las elecciones de 2018; al menos otros 35 se presentaron –y perdieron– en comicios locales y federales; 12 han sido diputados y otros 21 son o han sido diputados suplentes.
Un análisis que Proceso realizó a las declaraciones patrimoniales y perfiles públicos de 252 subdelegados –quienes aparecen como titulares de “Dirección regional (servidores de la nación)”– arroja una gran heterogeneidad entre sus integrantes, pero resalta tres puntos en común: su militancia en el partido en el poder, su adulación pública hacia López Obrador y el hecho de que tienen sólidas conexiones políticas o familiares en los municipios donde ahora despachan como funcionarios federales.
Del análisis se desprende que los subdelegados no fueron elegidos con base en criterios académicos –55 no tienen título universitario– ni por un perfil profesional, pues entre los subdelegados hay quienes fueron maestros, cajeros, abogados, comerciantes o enfermeros, aunque muchos indicaron a Morena como su empleador previo a incorporarse al gobierno federal.
Fragmento del reportaje publicado en la edición 2298 del semanario Proceso
AUTOR: MATHIE TOURLIERE.
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