A partir del incremento de armas en México aumentó su uso en la violencia contra las mujeres toda vez que en 2019 un 55 por ciento de defunciones femeninas con presunción de homicidio fueron cometidas con armas de fuego, reveló el estudio “Violencia feminicida en México. Aproximaciones y tendencias”.
Presentado el día de ayer por ONU Mujeres, el Instituto Nacional de las mujeres y la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) el estudio observó un incremento del 13.4 por ciento anual entre 2014 y 2019 en el uso de armas de fuego de los hogares, y en la vía pública el ritmo de crecimiento anual fue de 18.2 por ciento.
Este documento analiza información proveniente de certificados de defunción femeninas con presunción de homicidio del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), así como la estadística del Secretariado Ejecutivo Nacional del Sistema de Seguridad Pública (SENSSP).
La presidenta de ONU Mujeres en México, Belén Sanz Luque, explicó que los certificados de defunción funcionan como “estadística espejo” porque proporcionan datos importantes como la relación de parentesco de la víctima con el agresor y el contexto en el que ocurrió la muerte y agregó que las jóvenes son quienes enfrentan cada vez mayor riesgo en la vía pública, toda vez que los datos muestran una alta defunción entre las de 20 y 24 años.
Detalló que entre 1990 y 2019 se registraron más de 56 mil defunciones femeninas con presunción de homicidio, alrededor de 250 mil muertes accidentales de mujeres y 23 mil suicidios. Entre 1985 y 2019 ocurrieron 63 mil 324 defunciones femeninas con presunción de homicidios.
Precisó que es a partir de 2007 cuando las tendencias cambian y se dispara la violencia contra las mujeres. Desde ese año hasta 2019, la cifra acumulada fue de 33 mil 501 defunciones femeninas con presunción de homicidios. En 2019 se registró la tasa más alta de defunciones femeninas con presunción de homicidio desde 1985, lo que corresponde a una tasa de 5.7 por 100 mil mujeres. En 2018 y 2019 fueron asesinadas en promedio 10.3 mujeres diariamente.
Con base en datos del SESNSP, en el primer semestre de 2020, 73 por ciento de los homicidios dolosos se perpetraron con arma de fuego, mientras que en el caso del feminicidio uno de cada cinco se comete con arma de fuego.
Por el contrario, los homicidios de mujeres ocurridos en la vivienda descendieron al pasar de ser poco más de la mitad en 2005 al 30 por ciento en 2019; en cambio, los homicidios de mujeres en la vía pública repuntaron hasta alcanzar 52 por ciento en 2019. Una de cada cinco de estas muertes ocurrió en áreas deportivas, granjas, zonas comerciales, centros de recreo, escuelas, centros de trabajo y otros similares.
Asimismo, las entidades federativas con las tasas más altas de defunciones femeninas con presunción de homicidio en 2019 fueron Colima (20.3), Chihuahua (14.1), Baja California (13.3), Guanajuato (12.3) y Guerrero (9.9). Por municipio, los que tienen las tasas más elevadas son: Salamanca, Uruapan, Tijuana, Juárez, Celaya, Irapuato y Acapulco.
“El incremento de uso de arma de fuego para asesinar a las mujeres tanto en los hogares como en la vía pública evidencian la necesidad de fortalecer la política de incidencia delictiva y contra la proliferación de armas con una perspectiva de género”, dijo la representante de ONU Mujeres México.
Al respecto de estos datos, la antropóloga feminista e impulsora de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (LGAMVLV), Marcela Lagarde y de los Ríos, dijo que este estudio “cómo (las mujeres dentro del movimiento feminista) nos vamos aproximando, vamos construyendo piezas claves, articulando estructuras, desmontando procesos en la vida social, todo ello inspiradas en una teoría política de género para analizar esos asesinatos que para nosotras y el mundo entero se llaman feminicidio porque son crímenes de odio contra mujeres”.
Por su parte, la titular de la Conavim, Fabiola Alanís, detalló que en cinco años las víctimas de feminicidio se incrementaron en un 137 por ciento. El mayor crecimiento de este delito se registró entre 2017 y 2018, con 5.2 por ciento; entre 2018 y 2018 el crecimiento fue de 3.5 por ciento. “Es altamente previsible que cerremos el 2020 con un crecimiento menor al 1.25 por ciento”, dijo la Comisionada.
AUTOR: ANGÉLICA JOCELYN SOTO ESPINOSA.
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