Las expresiones del fiscal general Alejandro Gertz Manero sobre el trabajo de las agencias estadunidenses fueron abordadas hoy por el presidente Andrés Manuel López Obrador, con una reconvención:
Es mejor definir reglas claras en la cooperación “sin estridencias”.
Ayer, en entrevistas con Carmen Aristegui y con Ciro Gómez Leyva, Gertz Manero se exaltó ante los cuestionamientos sobre el cierre de la investigación sobre el exsecretario de Defensa, repatriado a México en diciembre, luego de mes y medio de permanecer detenido en Estados Unidos por cargos criminales que el Departamento de Justicia retiró y la jueza de la instrucción aceptó bajo la idea de que se le procesara en México.
Gertz Manero personalizó los cuestionamientos como ataques en su contra y advirtió que pediría asesoría a exministros mexicanos de instancias internacionales para evaluar si el asunto podía llevarse a una instancia de esa naturaleza y despejar las dudas sobre el proceder de la fiscalía.
Al respecto, el presidente López Obrador expresó su respeto a Gertz Manero, pero expuso:
“Yo no soy partidario que se escale este asunto. Creo que es cosa de respeto. Si antes los gobiernos permitían y se quedaban callados ante violaciones a la soberanía, ahora es distinto”.
El ojo público y los mensajes se han centrado, inclusive por el mandatario mexicano, en el desempeño de la DEA, institución estadunidense que a juicio del presidente “fabricó” el caso contra el exfuncionario peñanietista. Inclusive, el pasado lunes, admitió que el caso Cienfuegos fue el origen de la reforma a la Ley de Seguridad Nacional, estableciendo una regulación sobre el papel de agentes extranjeros en México, una posición que hasta esa fecha se había rechazado explícitamente.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ARTURO RODRÍGUEZ GARCÍA.
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