En 2020 más de 4 mil 800 policías de todos los niveles y corporaciones se contagiaron de COVID-19 en México, y poco más de 700 fallecieron. En promedio, 1 de cada 7 policías que contraen dicha enfermedad pierden la vida, proporción seis veces mayor que la registrada en los trabajadores de la salud.
A las bajas causadas por el COVID-19 se suman la de 524 policías que fueron asesinados como resultado de ataques y emboscada del crimen en 2020, la cifra mas alta de los últimos tres años.
Así lo revela el informe “Ser policía en México: asesinatos, atrocidades y registro de contagios y muertes por COVID-19” elaborado por la organización civil Causa en Común, y que por primera vez presenta un balance de los estragos que ha dejado de manera conjunta la violencia y la pandemia en las corporaciones de policía.
“Además de estar desprotegidos, mal pagados y equipados, abandonados por el Estado y sus comunidades, con jornadas extenuantes y capacitaciones exprés, los policías enfrentan día con día un altísimo riesgo de ser asesinados, y desde 2020 de contraer el virus del COVID-19” señala el análisis.
En el tema específico de COVID-19, Causa en Común señala que desde el arranque de la pandemia sanitaria en marzo del 2020 hasta el corte del 31 de diciembre, se ha confirmado el contagio de 4 mil 828 policías, así el fallecimiento de 702 elementos.
En promedio, los policías caídos equivalen a casi el 15 por ciento de los que han enfermado. Esto significa que en proporción 1 de cada 7 policías contagiados pierde la vida. Este nivel de letalidad es mayor a la que se presenta, por ejemplo, en el sector de los trabajadores de la salud donde menos del 2 por ciento de los que enferman han fallecido.
El informe detalla que del total de policías contagiados por el virus la mayor cifra se ubica en las corporaciones federales con 2 mil 70 casos, seguido de las agencias estatales con mil 741 y de las policías municipales, con mil 17.
Sin embargo, en cuanto a los fallecidos la mayor proporción de bajas la acumulan las fuerzas estatales con 370 policías fallecidos, seguido de las corporaciones municipales con 236 bajas, y las federales con 96.
El Estado de México es la entidad que registra la mayor cantidad de policías muertos por COVID-19 con 120 casos, seguida de Tabasco con 98 y Ciudad de México con 89 bajas en total.
Violencia contra policías en ascenso
De acuerdo con el informe de la organización, en 2020 un total de 524 policías de todos los niveles fueron asesinados en el país. Se trata, en promedio, de uno a dos policías asesinados todos los días en el país. Esto confirma un repunte en el homicidio de policías, luego de que en 2018 se registraron 452 casos y en 2019 se reportaron 446.
En conjunto, durante los últimos tres años un total de mil 442 policías han sido asesinados en México. De ellos 738 eran agentes municipales, 603 estatales y solo 81 federales.
Guanajuato es el foco rojo de la violencia contra los policías. Entre 2018 y 2020 un total de 223 uniformados y agentes, que equivalen al 15 por ciento de todos los casos registrados a nivel nacional, han sido asesinados solo en dicha entidad. Los decesos de policías en Guanajuato duplican los registrados en el segundo estado con mas casos, el Estado de México, que acumula 109 casos.
Guerrero es el tercer estado con la mayor cantidad de decesos de policías en los últimos tres años al acumular 107 casos en total. Le sigue Chihuahua con 98, Veracruz con 84, Michoacán con 83, Jalisco con 76, Puebla con 67 y Sonora con 57.
El resto de las entidades presentan menos de medio centenar de policías asesinados en su territorio. El único estado en donde no se ha reportado homicidios de policías es Campeche.
El informe de Causa en Común destaca 16 casos ocurridos en 2020, que denomina como “atrocidades”, debido a que en un solo acto fueron asesinados varios elementos o a que el crimen se cometió con violencia desmedida.
Entre esos casos destaca, por ejemplo, el homicidio de siete policías de Colima que desaparecieron el 28 de mayo, y cuyos cuerpos descuartizados fueron ubicados cinco días después en Manzanillo. Previamente, el 21 de marzo, cuatro policías municipales habían sido asesinados en Sombrerete, Zacatecas.
Otro ejemplo fue el ocurrido el pasado 5 de noviembre: cuatro policías fueron emboscados y asesinados en el municipio de Madera, Chihuahua.
Impunidad y abandono
Pese a que los policías son servidores públicos clave en la consolidación de un estado democrático, Causa en Común advierte que la violencia que se perpetra contra ellos casi siempre permanece impune. Y aunque los casos van en ascenso, es poco el impacto que estos hechos tienen en la opinión pública.
“Si bien los asesinatos de policías son una afrenta directa al Estado, la mayoría de los casos pasan desapercibidos. Es tal la indolencia de los gobiernos federal y estatales, y de la sociedad misma, que buena parte de los casos quedan registrados únicamente en páginas interiores de prensa local. Además, la mayoría de estos asesinatos queda impune” indicó la organización.
La ausencia de registros oficiales que den cuenta periódicamente de los decesos de policías es una muestra más de la poca importancia que se da a este tema, subraya la organización. Es un fenómeno que se agrava debido a la desconfianza e incluso “desprecio” que padecen muchas corporaciones de policía ante la sociedad.
En ese contexto la organización consideró urgente que se trabaje en el fortalecimiento integral de las corporaciones de policía en el país. Y es que aun cuando se ha avanzado en la formulación de planes y estrategias como el Modelo Nacional de policía, hasta la fecha no se le han destinado los recursos para materializarlo.
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: ARTURO ANGEL.
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