Entre las medidas más radicales anunciadas hoy por el gobernador Jaime Rodríguez y el secretario de Salud, Manuel de la O, destaca el reembolso o reprogramación que los propietarios de salones de fiestas deben cumplir. Es decir, deberán suspender los eventos programados, a diferencia de lo que ocurría en meses pasados, cuando se permitía la celebración de eventos si ya estaban contratados, aunque hubiera anuncios de cierre.
De lunes a sábado podrán abrir hasta las 20 horas, con 30% del aforo, centros comerciales, mercados rodantes, mercados de abastos, restaurantes, iglesias, hoteles, supermercados, tiendas de conveniencia, carnicerías, pastelerías, depósitos, tiendas de materiales, panteones y lugares donde se realicen reuniones políticas.
Estarán abiertos toda la semana los mercados para venta de alimentos, farmacias y establecimientos de atención médica.
De la O detalló que tales medidas --en vigor desde este mismo jueves-- serán inflexibles, y pidió a la ciudadanía y a los propietarios de establecimientos que no presionen a la autoridad para reabrir los espacios.
Las medidas, subrayó, obedecen a un incremento de contagios por coronavirus y a los indicadores de salud, que pasaron de tres a cuatro los que están en color rojo, es decir, de riesgo máximo.
El funcionario estatal explicó que este jueves se registraron mil 571 hospitalizaciones, cifra máxima desde que fue detectado el primer caso en Nuevo León, el 11 de febrero.
También dijo que se ha alcanzado la cifra máxima de pacientes conectados a respirador: 351.
Hoy se reportaron 6 mil 545 fallecimientos y 123 mil 255 contagios acumulados durante el presente año.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: LUCIANO CAMPOS GARZA.
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