La razón: la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (la DEA), mantenía una investigación abierta desde 2013 sin haberlo dado a conocer al gobierno mexicano.
La víspera, la Fiscalía General de la República anunció que no ejercerá acción penal sobre el militar de alta graduación en retiro, el presidente López Obrador cuestionó las operaciones de las agencias estadunidenses y en su oportunidad dijo no ser “pelele de ningún gobierno extranjero”.
En diferentes momentos de la conferencia de prensa de este viernes, López Obrador mencionó las inconsistencias del asunto en el que de plano, dijo, se fabricaron las acusaciones con un objetivo desconocido, abundando en el asunto a partir de preguntas sobre si se trataba de afectar la elección estadunidense, la relación binacional, manchar al Ejército Mexicano, entre otras opciones que remató con un “¿de parte de quién?”.
Cienfuegos fue detenido el 15 de octubre y México consiguió su repatriación cinco semanas después con la oferta de procesarlo conforme a la legislación mexicana. En la primera quincena de diciembre, una reforma a la Ley de Seguridad Nacional pasó fast track en el Congreso de la Unión, reglamentando la presencia de agentes extranjeros en México.
En su oportunidad tanto el presidente López Obrador como el canciller Marcelo Ebrard, evitaron señalar a las agencias estadunidenses y hablaron de la generalidad de la medida. Sin embargo, el mandatario admitió hoy que el caso Cienfuegos motivó la iniciativa, en una conferencia de prensa que en diferentes oportunidades descalificó las operaciones de la DEA en México.
López Obrador reiteró que la operación de las agencias violó en diferentes oportunidades la soberanía nacional de manera flagrante y como ejemplo puso el operativo Rápido y Furioso, diseñado e implementado por la DEA con cooperación mexicana para ingresar armas al país y dar seguimiento a criminales, pero las armas se les perdieron.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: ARTURO RODRÍGUEZ GARCÍA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario