Familiares de ambos jóvenes -quienes eran cuñados- identificaron los cuerpos, que fueron encontrados en una zona despoblada el lunes.
Juan Manuel Orozco Parra, de 31 años, y Jorge Alan Reyes Nieves, de 27, habían salido el domingo desde Querétaro en un automóvil Jetta, color gris, modelo 2012.
Alrededor de las ocho de la noche del domingo, su familia perdió contacto con ambos. Las llamadas a sus teléfonos celulares ya no entraron.
Inicialmente, a través de las redes sociales se pidió ayuda para localizarlos y se difundieron sus fotografías.
El lunes, la Fiscalía general del estado fue notificada por la Guardia Nacional de que, a pie de la salida de Celaya a Juventino Rosas, en un punto conocido como “Camino a Gasca”, se encontraron los cadáveres de dos hombres, con huellas de golpes y sangre, sobre una tierra de cultivo.
Fueron campesinos que comenzaban sus labores en esa zona de cultivos quienes dieron con los cadáveres, según publicó el portal digital Ágora de Celaya.
En el sitio se encontraron huellas de rodadas de vehículos. Ambos cuerpos tenían disparos en la cabeza.
Este martes, la familia de ambos pudo corroborar que se trataba de los jóvenes a quienes estaban buscando, aunque la Fiscalía general del estado no ha confirmado aún la identificación.
“Nos avisan que lamentablemente Juan Manuel y Alan fueron encontrados sin vida en el SEMEFO de Celaya. Gracias por su apoyo en la difusión. Exigimos justicia y ofrecemos solidaridad a la familia”, publicó la cuenta “Desaparecidos Guanajuato”.
A mediados de diciembre pasado, otra queretana, la joven Karen Hervey, de 23 años, desapareció también en territorio de Guanajuato, junto con Lázaro Ríos Esquivias, ambos jinetes. Ella viajó de Querétaro para acompañar a Lázaro a los funerales de su padre, un conocido criador de caballos.
La pareja fue encontrada asesinada y calcinada dentro de su camioneta en Valle de Santiago.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: VERÓNICA ESPINOSA.
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