Ahí vienen con todo. Creen que pueden echar atrás el realmente moderado decreto por el que se acota el uso del glifosato en México. Ya aceitan a sus amigos periodistas, a sus despachos, a sus cabilderos en el Congreso y a sus peones incrustados en la administración pública federal. Son los señores del glifosato, los mismos que son de los transgénicos y que emplean en sus plantaciones a miles de jornaleros despojados, en condiciones de servidumbre equiparables a las del porfiriato. Es la burguesía agropecuaria que nació en el salinismo y fue engordando con los sexenios subsiguientes. Hoy están apertrechados en el Congreso Nacional Agropecuario (CNA).
Pues bien. No están conformes con el timorato decreto que, sólo hasta el final del sexenio, prohibirá el uso del cancerígeno pesticida conocido como glifosato. Y han elaborado una estrategia para echarlo abajo y, de ribete, lograr que se vuelva a importar maíz transgénico. Le han echado números y han empezado el pase de charola entre los acaudalados empresarios para financiar su estrategia, que incluye amparos en cascada, notas pagadas en medios y una campaña publicitaria a nivel internacional. Les saldrá barato: poco más de 12 millones de pesos, según sus proyecciones. Contralínea tiene copia del documento.
Este jueves 18 de febrero, las cabezas del sector tuvieron una reunión a distancia, por medio de la plataforma Zoom, para afinar su “estrategia integral que agrupa acciones legales y de comunicación, con el objetivo central de dejar sin efectos el decreto a través de una serie de amparos”, como dice una de las invitaciones firmada por Juan Cortina Gallardo, flamante presidente del CNA, y de la cual también tenemos copia.
De acuerdo con el documento, Cortina Gallardo les expuso que ya “se han contratado los servicios profesionales de despachos con experiencia y prestigio en los que se refiere a los servicios legales, al componente internacional y a la estrategia de comunicación que se ha diseñado”.
El economista por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), especializado en Business Administration en la Universidad de Harvard y presidente de la Cámara Nacional de las Industrias Azucarera y Alcoholera y presidente del Consejo de Administración del Grupo Azucarero México, les explicó a sus agremiados, en la invitación, la importancia de su “aportación [monetaria] para poder llevar a cabo las acciones que se tienen contempladas”.
La estrategia del CNA para echar abajo el decreto que limita el uso del glifosato y conseguir que se vuelva a importar maíz transgénico consta de seis páginas con siete apartados.
El primero de ellos, “Antecedentes”, sólo es un párrafo en el que el CNA expresa su desacuerdo con el decreto que les restringirá el uso del glifosato y las restricciones para importar maíz transgénico.
En el segundo apartado, “Objetivo”, señala que buscará aplicar una “estrategia integral” con acciones legales “con argumentos de índole nacional e internacional” y de comunicación, con el “objetivo central de dejar sin efectos el Decreto a través de la promoción de una serie de amparos cuyos quejosos sean personas físicas y/o morales con posibilidad de acreditar interés legítimo en el asunto”. Desde este apartado advierte que tal estrategia “genera costos”.
El tercer apartado es propiamente la “Estrategia”. Establece que tanto la prohibición de liberar al ambiente maíz genéticamente modificado como prohibir el uso del glifosato tendrán “afectación” en todo el sector agroalimentario. Por ello buscará el “financiamiento por parte de los diversos actores de la cadena, para definir a las personas físicas y/o morales que serán los quejosos, con diversos criterios”.
Tales actores que se ampararán “pueden ser productores agrícolas y del sector pecuario o agroindustrial, distribuidores de productos de protección de cultivos […], asociaciones cuyo objetivo sea la seguridad alimentaria”.
En este mismo apartado señala la “importancia” del “componente internacional”. Dice que se identificarán las supuestas “violaciones al Tratado México, Estados Unidos y Canadá”, se hará énfasis en las represalias que el gobierno de Estados Unidos pueda ejercer contra México y el “impacto económico-social” que ocurriría. Señala que “para la elaboración de esta parte de la estrategia se designó a un despacho de consultoría con experiencia directa en la negociación del T-MEC” (sic).
Con respecto de la “estrategia de comunicación”, señala que se buscará que “refuerce las acciones legales” y procurarán ejercer presión sobre los juzgados que diriman los amparos.
Además, el CNA tendrá reunión cada 2 semanas para evaluar la estrategia en cuanto ésta se ponga en práctica.
En el apartado “Servicios Profesionales”, el CNA señala que para ejecutar el “componente legal” de la estrategia se contrató al despacho Conesa & Moreno Abogados. El encargado del “componente internacional” será el despacho AGDN Economía, Derecho, Estrategia. La estrategia de comunicación estará a cargo del despacho Guerra Castellanos & Asociados.
En apartado “Costos y Condiciones” advierte que se parte de una base de 10 amparos. Por las 10 “demandas” se prevé un costo de 348 mil pesos. Se deben sumar 500 mil de “provisión para gastos”; 1 millón 392 para “seguimiento de las demandas” durante 1 año; 2 millones 240 mil pesos para la “elaboración y seguimiento de los 10 amparos”. El total de las “cuotas de éxito” sería de 6 millones 960 mil.
Según el documento el “costo con éxito total de la estrategia legal” es de 9 millones 200 mil pesos. A ellos se suman el “componente de acuerdos internacionales” por 580 mil pesos, y la “estrategia de comunicación y seguimiento” por 2 millones 260 mil pesos. Así es como se obtiene la suma de 12 millones 40 mil pesos de “costo total integrado” por 1 año de la estrategia a favor del glifosato y el maíz transgénico.
El apartado “Estrategia de fondeo” establece tres niveles de aportación. Los que más aportarán son las “cabezas dentro de las cadenas de suministro”. Son el “nivel 1”. Aportará cada uno 1 millón 200 mil pesos. En el “nivel 2” están “empresas con interés y potenciales afectaciones”. Aportarán 400 mil pesos. Y en el “nivel 3” están los productores primarios. Se les pedirá 100 mil pesos a cada uno.
Las aportaciones se depositarán en la cuenta 0011042382616, a nombre de Consejo Nacional Agropecuario, AC, con RFC CNA840530V76, en el banco Scotiabank.
“Los tiempos apremian”, señala el CNA en su documento. Pronto empezaremos a ver la cascada de amparos, las presiones internacionales, los artículos en prensa y los cometarios en radio y televisión sobre la bendición que significa la existencia del glifosato y del maíz transgénico. A ver a cuántos compran.
AUTOR: ZÓZIMO CAMACHO.
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