La participación de policías estatales en el asesinato y calcinación de 19 migrantes en el municipio de Carmargo, Tamaulipas, “no es un hecho aislado, sino consecuencia de una serie de abusos de autoridad”, aseguró Raymundo Ramos, presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo.
De acuerdo con Ramos, los abusos de autoridad han caracterizado la administración del gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, y agregó que la aprehensión de 12 agentes estatales implicados en el caso de los 19 migrantes centroamericanos incinerados sólo busca quitar presión a las autoridades tamaulipecas, así como que las detenciones “son insuficientes” para hacer justicia en el caso.
Explicó que las investigaciones del Comité apuntan a que en los hechos participaron siete vehículos de policías estatales y del Grupo de Operaciones Especiales de Seguridad Pública, con unos 30 elementos, como mínimo. “Esas 12 detenciones son insuficientes, porque ellos podrían ser los agresores directos, pero hubo más policías que guardaron silencio y no denunciaron los hechos”.
Las detenciones de los agentes, agregó, “tampoco fue un acto generoso de la fiscalía local, porque ésta se vio presionada por la existencia de testigos sobrevivientes”.
Una versión de los hechos es que la masacre quedó registrada por un dron proveniente de Estados Unidos, cuyo gobierno le facilitó al de México un video que obligó a las autoridades locales a actuar.
AUTOR: REDACCIÓN.
No hay comentarios:
Publicar un comentario