Los lugares más afectados por los polos de desarrollo del Tren Maya serían la Reserva de la Biósfera de Calakmul y Escárcega, en Campeche; Palenque, Chiapas; y Mérida, Yucatán.
El estudio de Fonatur señala que el objetivo es replicar en las “comunidades sustentables” el modelo de Cancún, en Quintana Roo. “Mucho se va improvisando y es gravísimo que estén planteando así un reordenamiento territorial de esta magnitud. Los polos de desarrollo son el gran negocio del Tren Maya y el resultado es que van a tratar de reproducir 19 ‘Cancunes’, una depredación de la naturaleza”, dijo la investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Violeta R. Núñez.
“En lo concreto, hay poca información sobre los polos de desarrollo. Según un estudio pagado por el gobierno, su gran interés es incorporar al mercado todos estos espacios y se usa un lenguaje económico de rentabilidad, inversión y competitividad”, agregó.
La académica criticó la “improvisación” en el manejo del megaproyecto, demostrada con la intervención del ejército en su construcción y con que, en septiembre de 2020, “López Obrador dijo que los polos de desarrollo no tienen nada que ver con el tren y que no son parte del proyecto, pero Rogelio Jimenez Pons, director de Fonatur, ha seguido insistiendo en los polos de desarrollo y siguen en la pagina oficial del tren».
«Los académicos decimos de broma que el Tren Maya será la primera vez que veamos en América Latina que el capital proponga un desarrollo social, sustentable, que no dañara el medio ambiente, que va a dar sueldos justos (…) una forma inédita de capitalismo», añadió Núñez.
De acuerdo con los estudios encargados por Fonatur, tan sólo el paso del megaproyecto por Calakmul, Campeche, “puede convertirse en la mayor amenaza, si fomenta el crecimiento urbano desordenado y/o la sobreexplotación de la reserva para fines productivos o turísticos”.
De los ocho polos de desarrollo que hasta ahora ha impulsado Fonatur (Cancún, Ixtapa, Los Cabos, Huatulco, Loreto, Marina Cozumel, Litibú y Playa Espíritu), dos fueron considerados un fracaso ambiental (Litibú y Playa Espíritu). El mismo estudio de Fonatur reveló que en los últimos 40 años se perdió 77 por ciento de las selvas y 64 por ciento de dunas costeras en Cancún.
AUTOR: REDACCIÓN.
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