Cuando en todo el mundo las empresas farmacéuticas se consolidan como factores estratégicos y esenciales en el combate a la pandemia, en México esa misma industria vive en la incertidumbre absoluta. La falta de una planeación gubernamental, dicen los líderes del sector, los tiene paralizados y se corre el riesgo de un desabasto masivo de medicamentos y materiales de curación en todo el sector salud mexicano.
Para el director general de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma), Rafael Gual Cosío, dejar a la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) la compra centralizada de medicamentos y material de curación no es más que una muestra del fracaso del gobierno de Andrés Manuel López Obrador en materia de compras consolidadas del sector salud, que dejará secuelas graves, como el desabasto en el presente año.
“Ceder todo el tema a la UNOPS para el abasto de 2021 es un reconocimiento tácito de que los dos procesos previos no tuvieron el éxito que se pretendía. Se requiere una planeación, una certidumbre en los procesos, en los lugares de entrega, de cómo se va a llevar a cabo esa distribución y saber si el producto llega en perfectas condiciones. Cosa que sí sucedía antes, donde había una corresponsabilidad entre el operador logístico y el sector farmacéutico”, advierte Gual Cosío en entrevista.
No es asunto menor. La Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF), que representa a más de 60 empresas –de capital nacional e internacional– líderes en desarrollo de investigación farmacéutica y biotecnología, puso el dedo en el renglón el pasado 16 de marzo, al detectar “un cuello de botella” en la fase de compra y abasto de medicamentos de patente, fuente única de insumos priorizados, que representan 20% de la compra consolidada total de medicamentos para 2021.
En un comunicado, la AMIIF reveló que el problema se debe a que la autoridad responsable, el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), no ha generado los contratos ni emitido los lineamientos formales para dichos operadores logísticos en materia de recepción, resguardo y destino final de los medicamentos.
Debido a esta incertidumbre, varias de las empresas que representa la AMIIF no han podido avanzar en las entregas de insumos a los operadores logísticos asignados.
Es decir, las empresas no pueden entregar los medicamentos ya adjudicados en el proceso de compra a los operadores logísticos o distribuidores designados por el Insabi, quienes son los encargados de entregar estos insumos en los hospitales y unidades médicas en todo el país.
“Si bien a partir de lo anterior la UNOPS ha otorgado a los productores de medicamentos una ampliación de fechas de entrega, preocupa que esta situación pueda repercutir en retrasos para que los insumos lleguen a las instituciones de salud y eso derive en una potencial interrupción de tratamientos para las y los pacientes”, advirtió la asociación presidida por Rodrigo Ruiz.
La AMIIF notificó de esta situación al Insabi, responsable de coordinar a los operadores logísticos, y a la UNOPS, que conduce el proceso de negociación y compras, pero no tuvo respuesta.
Fragmento del reportaje publicado en la edición 2318 del semanario Proceso
AUTOR: JUAN CARLOS CRUZ VARGAS.
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