La salud de la defensora Kenia Hernández, recluida en una prisión de máxima seguridad en el estado de Morelos desde octubre del 2020, se ha deteriorado, expuso la organización internacional Front Line Defenders.
La organización urgió a las autoridades a retirar los cargos “fabricados” contra Kenia Hernández, pues, aseguraron, su encarcelamiento está “motivado por su labor legítima y pacífica en defensa de los derechos humanos”. También exigieron garantizar pronta asistencia y tratamiento médico de calidad para la activista.
Kenia es indígena amuzga, abogada, feminista y defensora de derechos de los pueblos indígenas y activista por la libertad de las personas injustamente presas, fue consejera de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias – Policía Comunitaria (CRAC-PC) en el estado de Guerrero.
Actualmente existen siete casos abiertos en relación con “delitos fabricados” contra la defensora de derechos de los pueblos y coordinadora del Colectivo Zapata Vive que, consideran, tienen “la intención de criminalizar sus actividades en defensa de los derechos de las comunidades campesinas, explicaron en un comunicado.
Fiebre, dolor de cabeza, escalofríos y dolor de estómago son algunos de los síntomas que presentó la activista desde el día primero de abril, según su equipo de defensoría legal. Tras una revisión médica, gestionada por sus abogados, comunicaron que Hernández padece de un virus estomacal derivado de la “mala alimentación” en el Centro Federal Femenil.
Hasta el momento, denunció la organización, la defensora no ha recibido ningún medicamento para combatir la enfermedad. Ante estos hechos, Front Line Defenders externó su preocupación por el “bienestar y el deterioro en la salud” de la defensora.
AUTOR: REDACCIÓN.
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