Amigos, colegas, activistas y ambientalistas que reconocían el trabajo de la corresponsal de Proceso en Veracruz, Regina Martínez Pérez, protestaron en la plaza Lerdo de Tejada para recordar que han pasado nueve años desde su asesinato y continúa impune.
También reprocharon que han pasado cinco meses desde que el presidente, Andrés Manuel López Obrador se comprometió a “reabrir” la carpeta de investigación y buscar a los responsables y hasta ahora no ha existido una sola diligencia para dar con los culpables de este homicidio, considerado un parteaguas en la prensa nacional.
Norma Trujillo, periodista de La Jornada y amiga de Regina Martínez recordó que han pasado cinco meses desde que la corresponsal de Proceso en Guanajuato, Verónica Espinosa cuestionó a López Obrador sobre el asesinato de Regina Martínez, si existía en su gobierno la voluntad política de aclararlo y otorgar justicia en memoria de la periodista.
“El presidente no reparó en elogios para el trabajo de Regina Martínez a quien tachó de incorruptible, y dijo que su gobierno haría todo lo posible para aclarar ese asesinato, han pasado cinco meses desde esa declaración y ni el gobernador, Cuitláhuac García, ni la fiscal, Verónica Hernández han intentado esclarecer dicho crimen”.
Emilio Rodríguez, de La Asamblea Veracruzana de Iniciativas y Defensa Ambiental (Lavida) recordó que el trabajo de Regina Martínez era indispensable para visibilizar el trabajo de ambientalistas y activistas quienes han quedado en la indefensión en los últimos gobiernos corruptos de Veracruz.
En la protesta pacífica, amigos de Regina Martínez recordaron que han pasado cuatro fiscales en Veracruz desde el asesinato de la corresponsal de Proceso en la entidad y ninguno ha tenido la mínima voluntad de dar con el autor material o intelectual, con lo cual ya se cumplieron nueve años de impunidad.
“El 19 de noviembre pasado, el presidente asumió el compromiso de establecer un mecanismo legal para reabrir el expediente y hasta ahora nada. A nivel local, ninguna autoridad ha mostrado el interés mínimo de la atracción del expediente”.
En la protesta, amigos y activistas de Regina Martínez portaron cartulinas y lonas con el retrato de la periodista veracruzana, así como leyendas con la palabra “justicia”.
Martínez Pérez fue asesinada el 28 de abril del 2012 en el interior de su domicilio en la privada Rodríguez Clara en el barrio de El Dique. Sus victimarios la golpearon y ahorcaron con una jerga en el baño. De su vivienda se robaron un reloj, un teléfono celular y una computadora y nada más.
La entonces Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) a cargo del exlíder estatal del PRI, Amadeo Flores Espinosa, filtró a la prensa que el asesinato de Regina tenía tintes pasionales.
Al día de hoy, sigue prófugo José Adrián Hernández Domínguez, "El Jarocho", acusado de ser el autor material del homicidio. El único detenido, es el presunto copartícipe, Jorge Antonio Silva Hernández, "El Silva", sentenciado a 38 años de prisión, enfermo de VIH y recluido en la prisión de Pacho Viejo en el municipio de Coatepec.
El gobierno del priista, Javier Duarte concluyó en 2016 dando el caso por resuelto; la administración del panista, Miguel Ángel Yunes Linares y los dos años y medio transcurridos del morenista, Cuitláhuac García han sido indiferentes en reabrir los expedientes de periodistas asesinados, incluido el de Regina Martínez.
Medios de comunicación internacional y nacional -entre ellos Proceso- han insistido en que se reabra el caso por el cúmulo de inconsistencias que existen. Una forma de ejercer presión a las instituciones de gobierno fue a través del proyecto “The Cartel Project”.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: NOÉ ZAVALETA.
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