La Casa de Gobierno de Tamaulipas, una amplia residencia de la colonia Villa Campestre de Ciudad Victoria, amaneció el viernes 21 de mayo resguardada por efectivos del Grupo de Operaciones Especiales (Gopes, grupo de élite capacitado por el FBI para combatir el narcotráfico en la frontera con Estados Unidos).
Frente a la Casa de Gobierno se puede observar al menos uno de los varios vehículos blindados de esos policías de élite, de los conocidos como “Gatos del Desierto”, fuertemente armados.
Y debido a que años atrás la Casa de Gobierno fue atacada con granadas por Los Zetas, ahora sus portones tienen un blindaje capaz de resistir hasta el ataque de un coche bomba.
Así está resguardada la residencia del gobernador de Tamaulipas en medio de la crisis política e institucional provocada por la pretensión federal de detenerlo, acusado de evasión de impuestos, delincuencia organizada y lavado de dinero.
Las primeras acusaciones contra el gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, las emitió Alejandro Rojas, senador suplente de Ricardo Monreal, quien puso a disposición de la Fiscalía General de la República (FGR) la “investigación que le llevó año y medio recopilando evidencias y testimonios”.
La denuncia de Rojas retoma una serie de trascendidos e información sacada de redes sociales, usada en la pasada campaña electoral para atacar al gobernador de Tamaulipas.
“Estoy solicitando que se investigue también al exsecretario particular del expresidente Felipe Calderón, Roberto Gil Zuarth, debido a que ha sido vínculo y contacto permanente como el consiglieri del gobernador de Tamaulipas, con personajes como García Luna y otros exfuncionarios influyentes en los gobiernos de Felipe Calderón y de Enrique Peña Nieto”, señala la denuncia de Rojas.
El texto del legislador concluye: hay una “presunción de que el gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, del PAN, es la cabeza de un narcoestado”.
Esas acusaciones han sido retomadas y repetidas por diversas autoridades y personajes de la Cuarta Transformación, como el senador Monreal.
No obstante, cuando se presentó la carpeta de investigación para solicitar a la Cámara de Diputados el desafuero de García Cabeza de Vaca, el principal delito que le imputaron fue el de evasión fiscal, por no pagar los impuestos por la compra-venta de un departamento de lujo en Lomas de Santa Fe.
Las denuncias públicas que han expresado funcionarios de la FGR contrastan con las que realiza la estadunidense Dirección de Investigaciones de Seguridad Nacional.
La indagación estadunidense intenta confirmar si García Cabeza de Vaca recibió fondos ilícitos para su campaña y se beneficia de los negocios de un discreto empresario de Reynosa, “contratista de Pemex”, acusado de contrabando de combustible e incluso de estar relacionado con el narcotraficante Javier Cantú Barragán, primo de Juan Armando Hinojosa Cantú, de Grupo Higa, el empresario favorito del peñanietismo.
Una de las principales empresas de Cantú Barragán es Transportes Internacionales Tamaulipecos, la cual actualmente mantiene contratos de Pemex en el ramo del transporte de combustibles.
Además se investiga la relación que mantuvo el actual secretario general de Gobierno, César Augusto Verástegui Ostos, con los líderes zetas que controlaban la región del Sur Mante-Xicoténcatl-Llera, cuando fue alcalde de Xicoténcatl.
Este es un adelanto de un reportaje del número 2325 de la edición impresa de Proceso
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: JUAN ALBERTO CEDILLO.
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