Florian Tudor, señalado como presunto líder de la llamada mafia rumana, fue detenido por elementos de la Fiscalía General de la República (FGR) en Cancún, Quintana Roo, acusado de dirigir un grupo delictivo dedicado a clonar las tarjetas de los usuarios a través de softwares especializados con el fin de cometer el robo de dinero mediante la instalación de cajeros automáticos en destinos turísticos.
A través de su cuenta de Twitter, la FGR confirmó la aprehensión de Tudor con base en una orden de detención provisional con fines de extradición.
La captura está relacionada con una petición del gobierno rumano toda vez que allá se le acusa de la comisión de diversos delitos.
En marzo pasado, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) se reunió con el empresario en cumplimiento con el compromiso presidencial de que sería atendido por las autoridades federales, luego de los señalamientos como presunto integrante de una organización delictiva.
Posteriormente, en abril, un juzgado con sede en Cancún le concedió una suspensión de plano que evita su extradición. El recurso impide al gobierno de México entregar a Rumania a Florian Tudor, ya que el juez le concedió el recurso para efecto de que las autoridades responsables se abstengan para deportarlo.
El 4 de febrero, el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Santiago Nieto, informó que tras un acuerdo con el gabinete de seguridad nacional se ordenó el bloqueo de 79 personas físicas y morales relacionadas con la mafia rumana mediante la llamada Operación Caribe.
En estas cuentas se encontraban las de Tudor, pues en coordinación con el Buró federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) lo identificaron como el líder de esta banda dedicada a clonar tarjetas que llegó a robar más de 240 millones de dólares.
El rumano alegó que contaba con un documento donde la UIF presuntamente lo exoneraba; sin embargo, se trató de un documento anterior a la indagatoria de las autoridades mexicanas y cuando no estaba en la lista de personas bloqueadas. La UIF también lo denunció ante la FGR por lavado de dinero y delincuencia organizada.
Entre los movimientos más relevantes detectados en esta red destacan 377 millones de pesos en operaciones inusuales y más de 125 millones en operaciones relevantes. Transferencias internacionales por 251 millones y la recepción de más de 232 millones en 33 transferencias de otros países.
Florian Tudor solicitó que las autoridades mexicanas lo recibieran para exponer las pruebas con las que, asegura, demostraría que él no liderada esta mafia; sin embargo, no acudió a la audiencia de la UIF, por lo que sus cuentas no fueron liberadas.
Uno de los robos de que se le acusa en México es el cometido en cajeros de BBVA en 2019, cuando en solo 24 horas extrajeron alrededor de 150 millones de pesos con tarjetas clonadas en cajeros de la Ciudad de México, Estado de México y Quintana Roo.
Tudor ha dicho que todas las acusaciones en su contra son falsas y buscan dañarlo a él y a su familia.
En Rumania, se le acusa de asesinato y chantaje y un tribunal ordenó su detención desde el pasado mes de marzo por los delitos de intento de asesinato, chantaje y constitución de una red de delincuencia organizada, hechos por los que seis de sus colaboradores fueron condenados a penas de entre tres y 10 años de prisión. Por tal motivo, Rumania solicitó la colaboración de México para dar con el fugitivo.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: PATRICIA DÁVILA.
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