Durante un peritaje ambiental realizado el 28 de mayo se encontraron a 50 obreros dentro de las instalaciones de la presa, lo que constituye “una manera engañosa de ir avanzando”, alertó el vocero del Comité Salvemos Temacapulín, Acasico y Palmarejo, Gabriel Espinoza. “No suben la cortina, pero sí hacen obras complementarias”, enfatizó.
A su vez, María González, integrante del Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario (Imdec), señaló que con el resultado del peritaje, disponibles en un mes, “de nuevo se confirmará las violaciones a un medio ambiente sano”.
Durante una conferencia de prensa los activistas hicieron un extrañamiento al nuevo director de la Conagua, Germán Martínez Santoyo, quien afirmó en entrevista con La Jornada que concluirían los trabajos de las “presas abandonadas” (entre ellas El Zapotillo), con lo cual estaría “desconociendo y contradiciendo los acuerdos, compromisos y la palabra del presidente López Obrador, establecidos con las comunidades”.
En dicha entrevista el funcionario además afirmó que “pese a las iniciativas que hay en el Congreso sobre la ley general de aguas, se debe hacer una nueva consulta”. Sobre las presas, el titular de Conagua aseveró que “tenemos la obligación de terminar toda obra de infraestructura iniciada en administraciones pasadas que no fueron debidamente administradas y concluidas”.
Los activistas, organizaciones y pueblos señalaron que analizan presentar recursos jurídicos para sancionar el desacato en que incurre Conagua.
Además, recordaron las palabras textuales del presidente López Obrador, quien el 12 de agosto de 2019 dijo en Palacio Nacional que se buscaría una solución de fondo y se escucharían a todas las partes y alternativas. “Si no hay acuerdos, levantamos un acta, la firmamos y se quedan las cosas como están, pero asumimos la parte de responsabilidad”, dijo el presidente en esa ocasión.
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