Analistas y expertos en seguridad consultados por SinEmbargo coincidieron en que el recrudecimiento de la violencia en los estados de Tamaulipas y Zacatecas apunta a que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) quiere arrebatar el control territorial a cárteles locales.
El nombre del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) se dibuja detrás de las más recientes masacres y actos de violencia que han sacudido a estados como Tamaulipas y Zacatecas, terrenos en donde —de acuerdo con reportes de medios y analistas— esta agrupación criminal se abre paso mediante el uso extremo de la fuerza, en un claro desafío al Estado mexicano.
Amalia Pulido Gómez, investigadora de posdoctorado en el Colegio de México, y Edgar Guerra Blanco, profesor investigador del Programa de Política de Drogas del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) indicaron que el incremento de la violencia y enfrentamientos se debe a la incursión de este Cártel y a su interés, no solo de adentrarse y tener presencia en estos territorios, sino de consolidarse como la organización hegemónica.
“Creo que estos últimos días y semanas han sido muy intensos en Tamaulipas y Zacatecas, todos ellos vinculados al Cártel Jalisco Nueva Generación y que apuntan sin duda alguna a mostrar mayor beligerancia y pretensión de expansión territorial por parte de esta organización criminal. Todo ello apunta sin duda a que el Cártel Jalisco tiene una pretensión de entrar a esos territorios”, expresó Edgar Guerra.
Amalia Pulido indicó a su vez que este recrudecimiento de la violencia responde a una lógica de intentar arrebatar algunas plazas. «Justamente estos enfrentamientos responden a esta lógica de consolidarse como una organización criminal dominante”, apuntó.
Los analistas consideran que el CJNG, la organización criminal con el mayor crecimiento en la última década, ha aprovechado el debilitamiento de sus grupos rivales y cárteles locales para tratar de arrebatar territorios.
“Los debilitamientos han sido aprovechados por los líderes de CJNG, lo han visto como una oportunidad para expandir su dominio territorial y consolidarse como la organización criminal hegemónica en buena parte del territorio nacional”, detalló Pulido.
Edgar Guerra consideró que estas incursiones de Jalisco Nueva Generación no son a la ligera ni al azar, sino que vienen con una estrategia detrás. “Es un cártel que tiene capacidades tácticas, es decir, mide muy bien cuáles son los siguientes pasos y creo que estos pasos no son en modo alguno inocentes, creo que ya hay toda una estrategia detrás; que están calculadas las posibilidades de ir introduciéndose en Tamaulipas y es lo que estamos viendo”, dijo el especialista.
EL PODERÍO
El Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) se ha destacado por ser la organización delictiva con el mayor y más rápido crecimiento en México, según han reconocido autoridades mexicanas y hasta estadounidenses.
El Gobierno mexicano tiene identificado a este grupo criminal como el que mayor presencia tiene en el territorio nacional, con operaciones en 27 entidades federativas, según reportó en septiembre pasado Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).
Por su parte, el Departamento de Justicia de Estados Unidos lo ha identificado como el “cártel mejor armado de México”, mientras que un informe de la Administración de Drogas y Narcóticos (DEA) revela que actualmente tiene presencia en 26 ciudades de ese país como Orlando, en Florida, Honolulú, en Hawái, además de San Juan, Puerto Rico.
“Hay que recordar que este cártel empezó realmente como una célula muy pequeña, pero a lo largo de la última década se ha venido expandiendo de forma bastante sistemática y muy visible, es decir, no han tenido reparo en mostrar su fuerza, pretensiones, capacidad de fuego y violencia”, expresó Edgar Guerra.
En tanto, Amala Pulido señaló que se trata de la organización que más éxito ha tenido en expandirse territorialmente. «Es una organización criminal con presencia en casi todo el territorio nacional, lo cual, nos habla mucho de la capacidad que han tenido para poder hacer muchos acuerdos y alianzas con mafias locales”, abundó.
Uno de los principales aspectos que ha caracterizado la expansión de esta agrupación delincuencial es el uso desmedido de la fuerza y el uso de tecnología para estos fines. Por ejemplo, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) confirmó el 21 de abril pasado que este grupo empleó drones con explosivos en eventos registrados en Michoacán, Guanajuato y Jalisco.
Para los especialistas, el acelerado ascenso del CJNG confirma que la capacidad institucional en México quedó rebasada por el crimen organizado en su conjunto desde hace mucho tiempo.
“El problema de las organizaciones delictivas se le salió al Estado mexicano de las manos desde hace mucho tiempo. […] Y tan rebasado está que un sólo grupo, el CJNG, ha logrado en tan poco tiempo construir esta enorme capacidad de fuego, de poder económico y también político en las regiones; y hay que recordar que el CJNG representa sólo a una organización, pero en su conjunto, la delincuencia organizada rebasó al Estado desde que se declaró la guerra contra el narcotráfico”, dijo Guerra Blanco.
El especialista resaltó que debido a que el Estado se vio superado por las estructuras criminales no tuvo otra alternativa que utilizar a las Fuerzas Armadas para enfrentar el problema que también “requería de otros instrumentos”, los cuales no se aplicaron ni en sexenios anteriores, ni en el actual.
“El asunto es que se tomaron decisiones equivocadas, como el uso de esta estrategia de militarización de la Seguridad Pública, y se dejaron de lado otras estrategias que desde ese momento se debieron haber implementado al mismo tiempo, como por ejemplo la formación de policías, entre otras”.
«NO SE HAN CREADO NUEVOS GRUPOS»
Pese al avance de esta organización criminal y a la persistencia de los actos de violencia, el Presidente Andrés Manuel López Obrador refirió el jueves pasado que se ha avanzado en materia de seguridad pública “aun con la complejidad del problema que heredamos”.
En su mensaje emitido durante la ceremonia de conmemoración de los tres años de haber ganado la elección presidencial, López Obrador resaltó que en su administración —hasta el momento— no han nacido grandes bandas criminales.
“Ya estaban integradas las bandas, los grupos delictivos cuando llegamos, no creo que se hayan creado nuevos grupos en estos dos años y medio; es el Cártel Jalisco o del Pacífico o el de Guanajuato, los que ya había, los que estamos enfrentando, no declarándoles la guerra, porque la violencia no se puede enfrentar con la violencia, sino con otros métodos más humanos y más eficaces”, expresó el jueves pasado.
Sin embargo, los académicos y analistas no comparten las declaraciones. Edgar Guerra consideró que lo dicho por el mandatario nacional es cuestionable debido a que es muy difícil determinar con exactitud cuántas organizaciones delictivas están vigentes en el país, dado que el ambiente criminal es muy contingente.
“En efecto se trata de un problema que lleva estos 15 años o más; el problema es que ahora, con esta administración de López Obrador, se apela al pasado para justificar lo que no ha logrado su Gobierno”, expresó el académico.
El motivo por el cual México no ha podido superar la inseguridad y el problema del crimen organizado es porque, abundó el especialista, continúa con la misma estrategia de dejar la seguridad en las Fuerzas Armadas.
“Hoy en día seguimos en la misma situación (de violencia) porque no se han tomado medidas distintas de política pública para atender este problema […] Para los gobiernos, en términos político electorales, es muchísimo más fácil andar con esta estrategia militarizada que buscar otras alternativas, porque son alternativas que requieren de muchos años”, comentó.
El acierto que ha tenido la actual administración, de acuerdo con el profesor del CIDE, son los esfuerzos en materia de inteligencia financiera con el trabajo de la UIF en cuanto a tratar de perseguir la estructura económica del CJNG.
No obstante, para la doctora Amalia Pulido las autoridades siguen sin una política de seguridad —que cuente con un diagnóstico oportuno— para tratar de desmantelar o dar golpes fuertes y certeros a las organizaciones delincuenciales. Para ilustrar su punto, señaló al CJNG.
“Es uno de los talones de Aquiles de esta administración. Creo que es una de las principales debilidades, donde no han sabido dar un golpe certero […] No hay una reacción contundente y clara desde Palacio Nacional; más bien estamos como cayendo en la retórica de que todo está bien, cuando las cifras las masacres y los hechos de violencia diariamente y sistemáticamente nos recuerdan que la situación de seguridad en México va en decadencia”, dijo.
Los especialistas destacaron la urgencia de que el Gobierno federal replantee su política de seguridad y su estrategia, sobre todo el tema de inteligencia operativa, si es que se quieren dar resultados reales en el combate al crimen organizado.
“Sin fortalecimiento institucional va a ser complicado que puedan desmantelar a una organización como Jalisco Nueva Generación”, dijo Pulido. Mientras que Guerra Blanco añadió: “Y el Estado seguirá siendo rebasado mientras no tengamos narrativas distintas de las que se ha venido haciendo durante los últimos 15 años”.
LA PELEA POR TAMAULIPAS
Tamaulipas se ha convertido en las últimas semanas en un escenario de guerra que se ha agudizado por el recrudecimiento de la pugna entre las organizaciones de la delincuencia organizada. En esta entidad, los cárteles locales mantienen una lucha soterrada por el arribo del poderoso Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) a la región, según explicó el vocero del Grupo de Operaciones Especiales de la policía del estado de Tamaulipas a Proceso.
Los investigadores entrevistados por SinEmbargo no descartan un posible triunfo del CJNG en la zona, debido a las alianzas que ha formado esta organización con bandas locales.
“Es algo posible y no está muy lejano; no se ve como algo lejano, sino como una posibilidad real, y justamente por eso estamos viendo la violencia en estas regiones”, expresó la doctora en Ciencia Política por la Universidad del Norte de Texas.
Edgar Guerra tampoco descarta que en algún momento el CJNG logre establecerse en el territorio, lo cual, consideró que le significaría una victoria simbólica para la agrupación de «El Mencho», pues hay que recordar que desde su inicio esta organización criminal tiene una marcada enemistad con Los Zetas, ahora Cartel de Noroeste, quienes han controlado la zona de Tamaulipas.
Lo anterior porque, según explicó, la guerra entre las organizaciones de la delincuencia ya no solo es el control territorial y de rutas de trasiego, sino que también opera bajo una lógica de exterminio.
«Muchas de estas guerras se tratan de conflictos por identidad, de vencer al otro, a un enemigo se construyó a lo largo de muchos años y enfrentamientos que generan rencores, agravios y la necesidad de venganza. Entonces, independientemente de que sí tenga un valor estratégico y económico ganar la plaza de Tamaulipas, al mismo tiempo sin duda alguna es una cuestión simbólica”.
EN BUSCA DE LA EXPANSIÓN HEGEMÓNICA
Pero lo que ocurre en Tamaulipas y Zacatecas es sólo una muestra de que el Cártel de Jalisco Nueva Generación busca el control hegemónico en todo el país. No obstante, los expertos ven difícil que el CJNG pueda lograrlo, pues su mayor rival, el Cártel de Sinaloa, tiene una base fuerte.
“El Cártel de Sinaloa tiene una base criminal consolidada en los estados que domina, principalmente en el Triángulo Dorado. Sinaloa tiene una base social muy importante, que no es nueva, que ha construido a lo largo de décadas y que es una fortaleza importante. Creo que puede ser complicado que Jalisco arrebate los bastiones tradicionales a Sinaloa”, expuso Amalia Pulido.
Además, de acuerdo con la especialista, mucho del poderío de Jalisco Nueva Generación depende también de alianzas locales con organizaciones o mafias, mismas que por su naturaleza son vulnerables, pues muchas veces no son acuerdos de largo plazo y pueden ser quebradas con facilidad.
“Las dinámicas internas de las organizaciones criminales evolucionan por varios factores, uno de ellos puede ser por una política de seguridad en donde tratan de atrapar a las cabezas y esto origina facciones o peleas internas que pueden perjudicar a las organizaciones criminales”, detalló.
AUTOR: SUGEYRY ROMINA GÁNDARA.
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