Durante 20 años, Luis Cárdenas Palomino fue considerado por distintos gobiernos como uno de los mejores policías en México. Condecorado a nivel nacional y en el extranjero, experto en el combate al secuestro, impulsor de nuevas tecnologías de investigación, y responsable de la desarticulación de más de una centena de bandas criminales. Era una parte de los logros con los que se le describía.
Pero en los últimos años esa imagen de “superpolicía” (como lo llegaron a nombrar en círculos policiales y de expertos en seguridad) se ha desquebrajado frente a diversas investigaciones oficiales en México y Estados Unidos que lo señalan de ser probable responsable de actos de tortura, lavado de dinero, corrupción y narcotráfico.
Una de esas indagatorias fue la que provocó en la madrugada del 5 de julio su detención formal en la zona conurbada del Valle de México. Su rostro con una barba prominente y el cabello largo y desaliñado contradice aquella imagen pulcra que mostraba en las múltiples conferencias donde presumía golpes espectaculares a fuerzas criminales. Un contraste tan notorio como el de su perfil criminal frente a su trayectoria policial.
Autoridades federales confirmaron a Animal Político que tan solo en 2020 se abrieron en contra de Cárdenas Palomino tres carpetas de investigación en las subprocuradurías de Delitos Federales y Delincuencia Organizada por potenciales operaciones con dinero ilícito ligado a corrupción y narcotráfico.
Esto sumado al proceso abierto en su contra en una corte de los Estados Unidos por probables nexos con el Cártel de Sinaloa, a las múltiples denuncias por violaciones a derechos humanos, y al congelamiento de decenas de cuentas bancarias personales y de su entorno cercano.
A continuación, se detallan algunos de los puntos clave de la trayectoria y de las principales indagatorias en contra de Luis Cárdenas Palomino.
El “superpolicía”: una carrera exitosa… y millonaria
En las poco más de dos décadas en que se desempeñó en las esferas públicas de seguridad, Cárdenas Palomino logró escalar desde un cargo al que ingresó sin cumplir con todos los requisitos, hasta convertirse en la mano derecha del jefe máximo de la policía en México. Tras retirarse, fundó su propia empresa privada de seguridad donde logró contratos por cientos de millones de pesos.
Animal Político describió la trayectoria siempre ascendente, del exmando federal. Su primer trabajo fue directamente en un área de inteligencia, el CISEN, a donde ingresó en 1989 con un permiso especial luego de no cubrir la totalidad de los requisitos. Fue ahí donde conoció al que a la postre sería su jefe, Genaro García Luna.
En la década de los 90 fue transferido a la desaparecida Policía Judicial Federal donde paulatinamente fue escalando posiciones. Se desempeñó primero en las áreas antinarcóticos y luego en el grupo especial antisecuestro que llegó a encabezar varios años.
En el arranque del nuevo siglo, Cárdenas Palomino fue nombrado Director General Adjunto de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), una nueva corporación creada en sustitución de la Judicial Federal y bajo el mando de García Luna, quien lo escogió para ese puesto.
En 2006, Cárdenas asumió la jefatura provisional de la AFI mientras García Luna encabezó la constitución de una nueva Secretaría de Seguridad Pública Federal y la modernización de la vieja Policía Federal Preventiva.
Ya con el sexenio de Felipe Calderón en marcha el proyecto de la AFI fue abandonado por decisión de política pública y eso significó el cambio (otra vez promovido por el propia García Luna) de Cárdenas Palomino a la renovada Policía Federal, primero como coordinador de inteligencia, y a la postre como jefe de la División de Seguridad Regional.
Fue este último cargo el que le ganó la mayor notoriedad pública a Cárdenas como mano derecha de García Luna. Su aparición en distintos medios de comunicación se volvió recurrente debido a la constante presentación pública de personas detenidas en diversos operativos.
Se trata de presentaciones que a la postre fueron restringidas luego de que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) considerara que violaban la presunción de inocencia y documentara que muchos presentados no eran en realidad delincuentes.
A finales de 2012, poco antes de concluir su cargo en la Policía Federal, Cárdenas Palomino presumió un balance en el que destacó que en su gestión se había conseguido desarticular más de 100 grupos criminales relacionados con distintos ilícitos locales y federales.
Durante sus más de dos décadas de trayectoria en el servicio público, el exmando policial recibió diversas condecoraciones por su desempeño, entre ellas la Medalla al Valor concedida en 2009 por el entonces presidente Felipe Calderón. A nivel internacional también recibió reconocimientos en España, Estados Unidos, entre otros.
Ya retirado de los cargos públicos, en 2013 el exmando policial fundó su propia empresa de seguridad privada denominada Adamantium. A través de ella, según un reportaje del semanario Proceso, obtuvo contratos en años posteriores con diversos entes públicos por un monto superior a los 510 millones de pesos.
Los delitos y sus consecuencias
Los delitos que se imputan en México y Estados Unidos a Cárdenas Palomino son, en su mayoría, considerados como graves. Además de que no alcanzan beneficios de libertad bajo fianza conllevan penas que le significarían al exmando policíal –de ser encontrado culpable– pasar el resto de su vida en prisión.
Datos proporcionados por autoridades consultadas indican que tan solo en las subprocuradurías de Delitos Federales y Delincuencia Organizada de la FGR existen tres carpetas de investigación en curso donde figura como imputado; se trata de los expedientes FED/SEIDF/UEIDFF-CDMX/0000502/2020, FED/SEIDO/UEIORPIFAM-CDMX/0000757/2020 y FED/SEIDO/ UEIORPIFAM-CDMX/0000579/2020.
Las indagatorias anteriores se iniciaron en 2020 por la presunta responsabilidad de Cárdenas Palomino en operaciones con recursos de procedencia ilícita, posibles delitos de corrupción y contra la salud, y delincuencia organizada.
Previo a la apertura de estas indagatorias la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda procedió con el congelamiento de 45 cuentas bancarias relacionadas directamente con Cárdenas Palomino y con terceros vinculados con él. La solicitud de bloqueo se hizo el 17 de diciembre de 2019.
En estos casos se responsabiliza a exfuncionario federal de haber utilizado un entramado de empresas fachada y de prestanombres para triangular y lavar recursos de posibles hechos de corrupción e incluso del narcotráfico.
Por otro lado, la misma FGR a través de la Fiscalía Especializada en Materia de Derechos Humanos inició una carpeta de investigación en contra de Cárdenas Palomino por su probable responsabilidad en el delito de tortura, en agravio de Mario Vallarta Cisneros, Sergio Cortez Vallarta, y los hermanos Eduardo y Ricardo Estrada Granados.
Los hechos ocurrieron en abril de 2012 cuando estas personas fueron detenidas por una célula de policías federales al mando de Cárdenas Palomino quien entonces se desempeñaba como Jefe de la División de Seguridad Regional de la PF.
El operativo fue totalmente irregular ya que las personas detenidas se encontraban en un predio al que los agentes federales ingresaron sin ninguna orden judicial. Los dictámenes periciales practicados a los detenidos bajo el denominado Protocolo de Estambul confirmaron que habrían sufrido golpes físicos e intimidaciones compatibles con tortura.
En septiembre de 2020, la FGR presentó formalmente ante un juzgado la acusación en contra de Cárdenas Palomino y 12 policías más que participaron en los hechos. El juez Guillermo Urbina giró las órdenes de aprehensión en contra de todos ellos y en el caso del exmando en una doble vertiente: autoría intelectual y material de delito de tortura.
Fue esta orden judicial la que provocó la detención de Cárdenas Palomino la madrugada de este lunes en un inmueble del municipio de Naucalpan, Estado de México. Tras su captura fue trasladado al penal federal del Altiplano donde permanecerá encarcelado al menos mientras se desarrolla el proceso penal en su contra.
Este caso guarda estrecha relación con otro por el que también se ha investigado a Cárdenas Palomino: el del montaje y presunta fabricación de delitos contra la ciudadana francesa Florence Cassez –quien fue liberada por fallo de la Suprema corte– e Israel Vallarta, quien hasta la fecha sigue preso y sin condena.
Israel Vallarta, hermano de Mario Vallarta, fue acusado de pertenecer a una banda de secuestradores denominada Los Zodiaco, como parte de una indagatoria a cargo de la entonces AFI y en la participó Cárdenas Palomino. En 2006 fue detenido junto con Cassez en un operativo que, a la postre, se confirmó que se trataba de un montaje.
Cassez señaló en varias ocasiones, entre ellas en una entrevista con el periodista Enrique Hernández en W Radio, que había sido Cárdenas Palomino quien directamente la golpeó para que declarara que era culpable de secuestro.
De acuerdo con las leyes y códigos penales actuales, de ser encontrado culpable del delito de tortura la pena en contra e Cárdenas Palomino podría ser hasta de 20 años de prisión. Mientras que los delitos de lavado de dinero y delincuencia organizada, por los cuales también se le indaga, conllevan una pena que puede alcanzar hasta los 40 años de cárcel.
A todo lo anterior se suman las investigaciones que por su cuenta llevan a cabo las autoridades de Estados Unidos en contra de Cárdenas Palomino. La más avanzada de ellas ya fue presentada por los fiscales ante la Corte del Distrito Oriente de Nueva York en julio del año pasado.
En el expediente de la acusación, los fiscales señalan a Cárdenas de haber aprovechado su posición en diversos cargos de seguridad para brindar apoyo al Cártel del Sinaloa, ya sea filtrando información sobre indagatorias en su contra, privilegiando acciones en contra de grupos rivales, o permitir deliberadamente el trasiego de droga en sus rutas.
Por este mismo caso, el Departamento de Justicia estadounidense procedió en contra del exsecretario de Seguridad Genaro García Luna, quien ya se encuentra detenido y procesado en aquel país, y en contra de Ramón Pequeño García, exjefe de la División de inteligencia de la desaparecida Policía Federal.
Se espera que el gobierno de los Estados Unidos solicite la extradición de Cárdenas Palomino para procesarlo en aquel país por cargos de conspiración para introducir y distribuir cocaína y otras drogas en su territorio.
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: ARTURO ANGEL.
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