De acuerdo con Claude Joseph, Primer Ministro de Haití, el ataque contra el mandatario se perpetró la noche del martes, cuando personas armadas ingresaron a su residencia.
Hombres armados asesinaron al Presidente haitiano Jovenel Moïse e hirieron a su esposa en su casa el miércoles, lo que provocó más caos en el inestable país caribeño que ya sufría una escalada de violencia de pandillas, protestas antigubernamentales y un reciente aumento de las infecciones por coronavirus.
Aunque la capital Puerto Príncipe estaba tranquila el miércoles por la mañana, algunas personas saquearon negocios en un área. El país parecía encaminarse hacia una nueva etapa de incertidumbre antes de las elecciones generales previstas para finales de este año. Moïse, de 53 años, gobernó por decreto durante más de un año después de que el país no pudo celebrar elecciones y, en los últimos meses, la oposición exigía su renuncia.
El expresidente Michel Martelly, a quien sucedió Moïse, dijo que estaba orando por la Primera Dama Martine Moïse y calificó el asesinato como “un duro golpe para nuestro país y para la democracia haitiana, que está luchando por encontrar su camino”.
Joseph dijo que Martine Moïse, de 47 años, recibió un disparo y se encuentra hospitalizada. El funcionario condenó el “detestable, inhumano y bárbaro acto”, y afirmó que la Policía Nacional y otras autoridades tenían bajo control la situación en el país caribeño. Agregó que “la democracia y la república ganarán”.
El asesinato del martes por la noche se produjo en medio de una creciente crisis política y económica y de un aumento de la violencia de pandillas.
El descontento y la inestabilidad habían ido en aumento en el país, de más de 11 millones de personas, durante el mandato de Moïse. Sus problemas económicos, políticos y sociales se han agravado y la violencia de pandilleros se ha disparado en la capital, Puerto Príncipe. También ha subido la inflación, y tanto alimentos como combustibles escasean cada vez más. El 60 por ciento de la población gana menos de dos dólares al día.
Haití aún no ha logrado recuperarse del devastador terremoto de 2010 y del huracán Matthew, que golpeó el país en 2016.
Moïse, de 53 años, llevaba más de dos años gobernando por decreto después de que el país no celebrara unas elecciones previstas, lo que llevó a disolver el Parlamento. Líderes opositores le acusaban de intentar aumentar su poder, por ejemplo al aprobar un decreto que limitaba las competencias de una corte que audita los contratos del Gobierno o con otro que creaba una agencia de inteligencia que sólo respondía ante el Presidente.
En los últimos meses, los líderes de la oposición exigieron que renunciara al puesto y afirmaron que su mandato legal había terminado en febrero de 2021. Moïse y sus partidarios afirmaban que su mandato había comenzado cuando asumió el cargo, a principios de 2017, tras unas caóticas elecciones que obligaron a nombrar un Presidente provisional que ejerció el cargo durante un año.
Haití tenía previsto celebrar elecciones generales a finales de este año.
AUTOR: /DÁNICA COTO, EVENS SANON.
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