Habitantes de la cabecera municipal de Aguililla agredieron la noche del jueves la base militar que se encuentra en esa demarcación, como forma de protesta porque su presencia no ha detenido la inseguridad en la región; además, a decir de algunos de los manifestantes, porque desde hace una semana la población no cuenta con energía eléctrica debido a que la delincuencia organizada la ha cortado intermitentemente.
En palabras del párroco de la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe Gilberto Vergara, de ese pueblo, la energía eléctrica fue reconectada el 1 de julio por la tarde; sin embargo, por la noche la gente de Aguililla lazó bombas molotov al cuartel, mientras los militares lanzaron gases lacrimógenos. “Dicen que se escucharon algunos balazos, pero no hubo lesionados”.
La protesta fue por la inseguridad y porque las autoridades federales y de Michoacán no han garantizado la seguridad, porque desde hace meses esa región se ha convertido en campo de batalla entre dos grupos delictivos, uno de Jalisco y otro de la entidad.
El padre Gilberto dijo que es urgente que el presidente Andrés Manuel López Obrador visite Aguililla, tal y como lo prometió, “porque este pueblo y las localidades vecinas han vivido en zozobra; las zanjas que abrían los criminales en las carreteras impedían sacar a los enfermos; los que trabajan en Apatzingán perdieron días por no poder llegar a sus centros de trabajo".
En tanto, autoridades gubernamentales dieron a conocer que no hay reportes del presunto enfrentamiento, aunque reconocieron que ha habido manifestaciones en Aguililla para denunciar los cortes de luz, las zanjas que abrieron los presumibles delincuentes en la carretera que comunica con Apatzingán, el desplazamiento de familias y la crisis económica en esa región tanto por la pandemia como por la guerra entre grupos delictivos.
AUTOR: ERNESTO MARTÍNEZ ELORRIAGA.
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