La activista y fundadora del colectivo de familiares de personas desaparecidas en Chilpancingo, Guerrero, María Guadalupe Rodríguez Narciso falleció este fin de semana, víctima del covid-19 y sin encontrar a su hijo Josué Molina Rodríguez, desaparecido en junio de 2014.
Doña Lupita, como era conocida en Guerrero y entre los colectivos del país, dedicó los últimos siete años de su vida a buscar a su hijo, un joven profesionista de 30 años que fue privado de su libertad en la capital guerrerense, quien dejó tres hijos en la orfandad y, a la fecha, se desconoce su paradero.
Doña Lupita se enfocó en organizar a otras víctimas de la omisión institucional y criticó de forma enérgica al gobierno de Héctor Astudillo Flores y la administración del expresidente Enrique Peña Nieto.
En enero de 2018, participó directamente en el plantón frente a la sede de la Secretaría de Gobernación en la Ciudad de México, junto a una decena de familiares de personas desaparecidas para exigir justicia.
El pasado viernes 27 de agosto, María Guadalupe Rodríguez Narciso falleció tras contagiarse de covid-19 y mientras se encontraba hospitalizada en una clínica en la ciudad de Iguala, su salud se deterioró pues Doña Lupita padecía de hipertensión y vivía con diabetes, informaron amigos cercanos a la mujer que era un referente en el estado de Guerrero en la lucha para localizar a los desaparecidos en el país.
Al respecto, el subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas tuiteó el sábado 28: “Mi más sentido pésame a familiares y amigos de María Guadalupe Rodríguez Narciso, fundadora de uno de los colectivos de familiares de desaparecidos en Guerrero. Descanse en paz”.
Mientras la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), también expresó sus condolencias en redes sociales con el siguiente mensaje.
“La #CNDH lamenta el fallecimiento de María Guadalupe Rodríguez Narciso, fundadora del #Colectivo de búsqueda de #PersonasDesaparecidasChilpancingo, #defensora incansable con quien compartimos luchas. Enviamos nuestro pésame a familiares y amigos”.
En contraste, ninguna autoridad del gobierno de Astudillo fijó una postura ante la muerte de la mujer activista que fue víctima de la violencia e impunidad que persiste en el estado de Guerrero.
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: EZEQUIEL FLORES CONTRERAS.
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