En menos de una semana, las versiones oficiales sobre el atentado con uso de explosivos que cobró la vida del propietario y el gerente de un restaurante-bar en Salamanca pasaron de reconocerlo como “un ataque terrorista sin precedentes” a reducirlo a un acto de venganza personal por un negocio fallido.
Hubo un drástico giro en el discurso del presidente Andrés Manuel López Obrador y el gobernador panista Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, quienes inicialmente expresaron preocupación por el uso de explosivos –cuyo origen no ha quedado hasta ahora debidamente aclarado– en un ataque que dejó muertos, heridos y terror, en el exterior del restaurante Barra 1604 de la Avenida Faja de Oro, de Salamanca, la noche del domingo 19 de septiembre.
Anunciada como resultado de una “investigación conjunta”, la pronta detención de una pareja presentada el jueves 23 por el fiscal general del estado, Carlos Zamarripa Aguirre, como presunta responsable de planear, elaborar y entregar a un mensajero el paquete explosivo dirigido al empresario restaurantero Mauricio Salvador Ro
mero no hizo sino despertar más dudas e incredulidad que certezas, y así fue expresado profusamente en redes sociales, ante el resultado del que informó el polémico funcionario.
mero no hizo sino despertar más dudas e incredulidad que certezas, y así fue expresado profusamente en redes sociales, ante el resultado del que informó el polémico funcionario.
El fiscal Zamarripa puso ante medios de comunicación una presentación con fotografías de teléfonos celulares, grabaciones de videocámaras y de la pareja detenida (Eduardo y Georgina, ambos residentes en Cortazar y Valle de Santiago) y aseguró que ambos prepararon y mandaron el paquete explosivo para asesinar a Mauricio Romero porque éste los dejó fuera de la sociedad cuando abrió Barra 1604 y se quedó con 1 millón de pesos que ambos le entregaron para este negocio.
Aunque tanto el fiscal como el gobernador Rodríguez Vallejo han asumido que el caso está resuelto y fue una venganza entre socios, ninguno ha hablado de la persona con la que a fin de cuentas se asoció Mauricio Romero para echar a andar su restaurante: el titular de la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial del estado, Anselmo Conejo Cornejo, colaborador directo del gobernador.
El portal digital POPLab.mx documentó cómo el funcionario estatal anunció en sus redes sociales su “nuevo proyecto” e invitó a clientes a acudir al restaurante el día de la inauguración, donde apareció cortando el listón.
El viernes 24, en la comparecencia de la pareja detenida ante una juez penal para que la Fiscalía formalizara la acusación en su contra, ambos expusieron haber sido golpeados y amenazados, lo mismo que sus familias, por elementos de la Agencia de Investigación Criminal de la propia Fiscalía estatal, y las evidencias físicas llevaron a la juez a ordenar al Ministerio público iniciar una carpeta para investigar presuntos actos de tortura.
Este texto es un adelanto del reportaje publicado en el número 2343 de la edición impresa de Proceso
FUENTE: PROCESO.
AUTOR: VERÓNICA ESPINOSA.
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