Según datos revelados ayer mismo por Alejandro Mayorkas, titular del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), hay al menos 12 mil migrantes detenidos tras intentar cruzar ilegalmente en la ciudad texana de Del Río, que es donde se ha focalizado la llega de caravanas de haitianos que entraron a México por Chiapas.
Por su parte, el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price, subrayó que ambos países comparten el objetivo común de promover una migración segura, ordenada y humana, ademas de que reveló que Ebrard Casaubón y Blinken discutieron durante la llamada formas de abordar los desafíos de la migración irregular.
“El secretario Blinken compartió sus preocupaciones sobre los peligros de la migración irregular, que pone a las personas en un gran riesgo y, a menudo, requiere que los migrantes y sus familias incurran en deudas abrumadoras [para pagar a los llamados ‘coyotes'”, detalló el vocero.
“Los dos también discutieron la necesidad de un esfuerzo regional coordinado para detener el flujo de migración irregular”, abundó Price.
Mientras que Blinken destacó en su cuenta de la red social Twitter, que desde su experiencia “la migración irregular plantea graves riesgos para los migrantes y sus familias. Es un desafío que estamos trabajando para abordar con nuestras contrapartes en la región. Hablé con Marcelo Ebrard sobre nuestros esfuerzos para promover una migración segura, ordenada y humana”.
“Un flujo reciente muy notorio, notable, de personas de origen haitiano que provienen de Brasil y de Chile, no de Haití. Tienen condición de refugiados en esos países […] Lo que están pidiendo es que se les deje libre paso para Estados Unidos”, dijo el cancille mexicano, durante la conferencia de prensa matutina presidencial de este martes 21 de septiembre.
“Los dirigentes de estos conglomerados de migrantes de Brasil y Chile les dijeron ‘hay que irnos a Estados Unidos rápido para que les den el beneficio de esta disposición’, pero es para personas que ya están en Estados Unidos”, acusó Ebrard Casaubón.
“Es un periplo, imagínense, salir de Haití, ir a Brasil, tener condición de refugio, buscar trabajo, hay niños que ya son nacidos en Chile o en Brasil, y que ahora sus dirigentes les digan ‘vámonos a Estados Unidos rápido, porque nos van a dar la residencia o la nacionalidad norteamericana posiblemente’, pues es un engaño monumental”, abundó el canciller mexicano.
“La otra cuestión es el trabajo en torno a las condiciones que se están presentando en Haití, tiene que tener una respuesta, pensamos nosotros, de carácter regional y también con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para apoyar que la situación en Haití pueda mejorar lo más pronto posible”, dijo el titular de la SRE.
En pocos días de más de 15 mil migrantes, la mayoría haitianos, están hacinados bajo un puente en Texas. Ante ello, en menos de dos horas, tres vuelos salidos desde EE.UU. aterrizaron en el aeropuerto de Puerto Príncipe el pasado domingo 19 de septiembre, una afluencia inédita que resultó un desafío para las autoridades aeroportuarias haitianas.
Según los registros de los tres vuelos a los que accedió la agencia francesa AFP, casi la mitad de los 327 haitianos expulsados por Estados Unidos el domingo pasado eran menores de 5 años de edad y todos nacieron fuera de Haití.
Antes de llegar a la frontera mexicano-estadounidense, los miles haitianos habían vivido durante varios años en Chile y Brasil, adonde habían emigrado entre el 2016 y 2017.
Al igual que otras familias expulsadas a Puerto Príncipe el domingo pasado, creyeron que podrían beneficiarse de la extensión del Estatus Migratorio Especial (TPS, por sus siglas en inglés), cuya vigencia extendió la Administración encabezada por el presidente Joseph Biden Biden, destinado a ciudadanos de países peligrosos o afectados por desastres naturales, pero solo a los que se hallaban en suelo estadounidense antes del 29 de julio.
Al respecto, el gobernador de Texas, Greg Abbott, pidió al presidente estadounidense, que declare el estado de emergencia en esa región por la crisis que se vive en la localidad fronteriza de Del Río.
Por otra parte, la Oficina de Protección y Aduanas de EE.UU. (CBP, por sus siglas en inglés) envió a 600 agentes a la zona de Del Río para aumentar el ritmo de la gestión de los trámites migratorios.
Mayorkas visitó ayer lunes 20 de septiembre la zona afectada y aseguró que su intención es aumentar la capacidad de los tres vuelos diarios de deportación en dirección a Puerto Príncipe, la capital de la nación caribeña.
El titular del DHS dijo, además, que que se investigarán las denuncias de maltrato a migrantes haitianos por parte de policías montados en la frontera de Texas con México.
Según las denuncias, agentes a caballo trataban de manejar el flujo de miles de migrantes que cruzaban el río Bravo desde México hacia las cercanías de Del Rio en Texas.
Imágenes del fotógrafo de AFP, Paul Ratje, y videos divulgados a través de las diversas redes sociales, mostraron a policías montados agitando sus riendas para que los migrantes desistieran de cruzar el río.
En un comunicado, el Departamento de Seguridad Nacional dijo que la dicha agencia “no tolera el abuso de los migrantes bajo nuestra custodia y tomamos estas acusaciones muy en serio”. Abundó que la Oficina de Responsabilidad Profesional de Aduanas y Protección Fronteriza “está investigando el asunto y ha alertado a la Oficina del Inspector General del DHS”.
Un guardia de frontera a caballo, dando latigazos a inmigrantess, gritándoles “¡fuera!”y “¡vuelvan a México!”. Estados Unidos en el 2021 https://t.co/RA5qKOoAiz
— Benjamín Torres Gotay 🇵🇷 (@TorresGotay) September 20, 2021
Irregular migration poses grave risks to migrants and their families. It is a challenge we are working with our counterparts in the region to address. I spoke with @m_ebrard about our efforts to promote safe, orderly, and humane migration.
— Secretary Antony Blinken (@SecBlinken) September 21, 2021
AUTOR: CARLOS ÁLVAREZ.
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