En un nuevo intento por capturar a Ismael Zambada García, el Mayo, el gobierno de Estados Unidos aumentó el monto de recompensa ofrecida por capturar al capo sinaloense de 5 a 15 millones de dólares, los cuales se entregarán de inmediato a cualquier persona que ofrezca cualquier tipo de información que conduzca a su captura.
“Nunca van a atrapar al viejo; es muy inteligente, está bien amarrado con el gobierno y no deja que nadie se le acerque”, dijo uno de sus viejos operadores, quien actualmente se encuentra preso en el penal de Aguaruto, en Culiacán.
El incremento de la recompensa, de 5 a 15 millones, sería otro intento más por llegar al capo, pues apenas en mayo de 2020, el Departamento de Justicia de Estados Unidos habría dejado escapar a José Rodrigo Aréchiga Gamboa el Chino Ántrax, con la esperanza de que éste los condujera a Zambada García mediante un dispositivo que aparentemente traía oculto en su cuerpo, según revelaron reportes extraoficiales.
El intento, sin embargo, fue fallido, pues una vez prófugo el Chino Ántrax regresó directamente a Culiacán para reintegrarse al Cártel de Sinaloa, para lo cual necesitaba la bendición del Mayo Zambada, de quien sospechaba “lo había entregado a Estados Unidos en un intercambio que beneficiaría a sus hijos Vicente Zambada Niebla y Serafín Zambada Ortiz”, entonces presos.
La gente del Mayo, citó al Chino Ántrax a Agua Caliente para arreglar el encuentro a través de la gente del Ruso quienes, tras revisarlo y detectarle un chip en su cuerpo, le permitieron que pasara ahí la noche y el día siguiente lo dejaron ir, no sin antes ofrecer que lo escoltarían de vuelta a Culiacán, pues iría con unos familiares al oriente de la ciudad, donde finalmente fue ultimado a balazos junto con una de sus hermanas.
Esa habría sido la última vez que Estados Unidos quiso llegar al capo, aunque ahora la DEA y el FBI parecen estar decididos a llegar a él, pues los 15 millones de dólares ofrecidos sólo son superados por los 20 millones de recompensa que ofrecen por Rafael Caro Quintero, y son una tercera parte más alta de los 10 millones que dan por Nemesio Oseguera Cervantes, el Mencho, líder del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
“Tengo pánico de que me agarren y me encierren”, confesó el Mayo durante una entrevista que concedió a Julio Scherer, en abril de 2010.
A los 15 millones de dólares (aproximadamente 300 millones de pesos mexicanos), se suman 30 millones de pesos que el gobierno de México ofrece, lo cual vuelve la recompensa como una de las sumas más lucrativas ofrecidas por un narcotraficante sinaloense, muy por encima de los 5 millones de dólares que en su momento más desesperante ofreció la DEA por Joaquín, el Chapo Guzmán.
Intentos fallidos
Desde los tiempos en que Ismael Zambada hacía negocios con los hermanos Arellano Félix y con Amado Fuentes Carrillo, el Señor de los Cielos, los gobiernos de México y Estados Unidos han intentado ponerle las manos encima.
De acuerdo a documentos del Departamento de Justicia de Estados Unidos (USDOJ), la DEA empezó a buscarlo desde 1980, cuando lo identificó como uno de los principales operadores del entonces Cártel de Guadalajara, operando bajo las órdenes de Miguel Félix Gallardo.
Le empezaron a investigar, pero nunca se confió de nadie, además de mantener un perfil bajo. A diferencia de otros capos de la época, al Mayo nunca le llegaron cerca por lo escurridizo que era. Hasta que en octubre de 2003, por primera vez estuvieron a punto de aprehenderlo.
Ocurrió durante una fiesta de cumpleaños que celebró Javier Torres Félix en un rancho de las orillas de Culiacán a donde, al filo de la madrugada, les cayó un grupo especial de élite del ejército mexicano para intentar atraparlo. El corrido El abecedario, que ese mismo año popularizaron los Canelos de Durango, documentó el fallido intento por su captura, el cual, muchos años después, recordarían con emoción algunos de los capos que estuvieron en esa fiesta.
El Mayo, desde entonces, desapareció del ojo de la justicia estadounidense, pues aunque lo seguían buscando, hasta que en 2008 arrestaron a su hermano, Jesús el Rey Zambada García en la Ciudad de México, y al año siguiente, en 2009, atraparon al mayor de sus hijos Vicente Zambada Niebla.
La atención, sin embargo, estuvo siempre centrada en atrapar a Joaquín Guzmán Loera; sin embargo, su facción seguiría siendo golpeada por las autoridades, pues en noviembre de 2013, las autoridades de Estados Unidos arrestaron a otro de los hijos del Mayo, Serafín Zambada Ortiz, y al poco tiempo, en enero de 2014, le dieron otro duro golpe a su facción al arrestar a uno de sus principales operadores: Aréchiga Gamboa.
Sin embargo, la meta por capturarlo seguía, y nuevamente estuvieron a punto de ponerle la manos encima en noviembre de 2014, pero una vez más, el Mayo logró burlar a la Marina, aunque no fue el caso de otro de sus hijos Ismael Zambada Imperial, el Mayito Gordo, quien habría de ser capturado y encerrado en una prisión de máxima seguridad en México, siendo extraditado hasta diciembre de 2019.
Así llegaría la idea de capturar al Mayo si permitían que uno de sus colaboradores, el Chino Ántrax, escapase. El intento, como todos los anteriores, fue fallido, pues apenas dos semanas después de ese escape, Aréchiga Gamboa fue muerto a manos del cártel.
“No iban a dejarlo vivo si el compa vino a entregar al viejón, porque el compa traía malicia y ni siquiera la malició, pues llegó preguntando por el Mayo y la raza de volada le entró la desconfianza”, dijo uno de los pistoleros que supuestamente estuvo presente en el encuentro del Ruso con el Chino Ántrax.
De ese modo se esfumaba el intento del gobierno de Estados Unidos por capturar a quien es, quizás, el capo que más tiempo ha durado libre sin nunca pisar la cárcel.
Desde los 16 años se mantiene activo y, a excepción de Pedro Avilés y don Eduardo Lalo Fernández, ha trabajado de cerca con todos los capos emblemáticos de Sinaloa, incluyendo aquellos ligados a otros grupos ajenos al Cártel de Sinaloa, como son el Cártel de Juárez, Cártel de Tijuana, Cártel de Milenio, entre otros.
Estados Unidos lo describe como “un ex granjero con un amplio conocimiento agrícola y botánico”, y lo llegó a ubicar incluso desde antes que identificara a Joaquín, el Chapo Guzmán.
Artículo publicado el 26 de septiembre de 2021 en la edición 974 del semanario Ríodoce.
FUENTE: RÍO DOCE.
AUTOR: MIGUEL ÁNGEL VEGA.
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