Reyes Rodríguez Mondragón, electo este día Magistrado presidente del Tribunal Electoral, es investigado por faltas administrativas graves y por el delito de cohecho por haber exigido dinero a personal a su servicio, de acuerdo con documentación a la que tuvo acceso SinEmbargo.
Vinculado políticamente al grupo de Felipe Calderón, el nuevo Magistrado presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Reyes Rodríguez Mondragón, es investigado en ese mismo organismo por corrupción por presuntamente exigir “moches” a empleados que contrató.
El expediente integrado con información documental y testimonial por la Dirección General de Investigación de Responsabilidades Administrativas del TEPJF, del que SinEmbargo tiene copia, establece que Rodríguez Mondragón habría incurrido en faltas administrativas graves y en el delito de cohecho por haber exigido dinero a personal a su servicio.
Según la investigación, iniciada a partir de una denuncia presentada en 2020, el Magistrado electoral impulsó ascensos de personal dentro de su ponencia y de la Dirección General de Planeación y Evaluación Institucional del TEPJF para “agotar” los recursos del presupuesto y a cambio les exigía un “moche”.
El operador del Magistrado en estos actos que se presumen de corrupción está identificado como Mario Rodríguez Salazar, un funcionario que trabajaba como su secretario particular y quien se ostenta como su sobrino.
Este individuo citaba a los servidores públicos beneficiados por los ascensos laborales en el restaurante “Tierra Salvaje”, ubicado en Coyoacán, para exigirles determinadas cantidades de dinero que serían entregadas al Magistrado Reyes Rodríguez Mondragón.
Uno de los casos denunciados es el de Dante Licona Roldán, quien debió entregar 70 mil pesos a Rodríguez Mondragón a través de su supuesto sobrino, como consta en numerosos documentos que hacen presumir la comisión del Magistrado de faltas administrativas graves y el delito que cohecho que persigue la Fiscalía General de la República (FGR).
De acuerdo con la investigación, iniciada en julio del año pasado y que podría ser cancelada con la designación de Rodríguez Mondragón como presidente de la Sala Superior del TEPJF hasta 2024, los hechos denunciados comenzaron en 2018 cuando Licona Roldán fue invitado por Rodríguez Salazar a ocupar una plaza bien remunerada.
En el caso del denunciante, auxiliar de mandos medios adscrito a la Dirección General de Planeación y Evaluación Institucional, la promesa era que tendría una dirección.
Sin embargo, él y otros funcionarios que recibieron la promesa de ascenso tuvieron que aportar distintas cantidades de dinero para no ser repentinamente despedidos.
“Mario me comentó que Reyes necesitaba dinero y de nuestro apoyo, pues él a su vez nos había apoyado dándonos trabajo y esta era una manera de agradecerle por su bonhomía y gesto de generosidad”, narró Licona Roldán, quien era amigo de Rodríguez Salazar.
Él tuvo que aportar 70 mil pesos y otros que fueron ascendidos también. Axel Tejadilla, 40 mil pesos, y un tercero, Marco Antonio Ortiz, “estaba muy jodido y aportaría después”, entregas que se materializaron.
Ante estos hechos, la Dirección General de Investigación de Responsabilidades Administrativas del TEPJF inició una investigación y durante todo el año pasado reunió documentos probatorios y desahogó comparecencias, entre ellas con el secretario particular del Magistrado Rodríguez Mondragón, Jaime Talancón, quien sucedió a Rodríguez Salazar.
En sus dos comparecencias, Talancón se deslindó de Rodríguez Salazar y aportó información sobre lo investigado:
“Desde el día que lo conocí tuvimos una relación distante. Yo era asesor y él fungía como una especie de secretario particular del magistrado, y además de que Mario no entendía de temas jurisdiccionales, tenía un trato prepotente con el personal, por lo que desde el principio no tuvimos química ni personal ni laboral. Él se ostentaba como pariente cercano del magistrado, por lo que cuando fui nombrado secretario particular, tuvo que justificar el hecho con los amigos que metió para no reconocer que el cambio atendía a que lo habían hecho a un lado en las funciones de particular. En esencia eso marcó nuestra relación de nula confianza de principio a fin”.
Talancón confirmó que Rodríguez Salazar “reclutó” a varios personas, como Dante Licona y Axel Tejadilla, quienes después fueron despedidos por orden del propio magistrado.
—¿Recuerda por qué hechos se le instruyó a solicitar las renuncias de estas personas?
—El director general de Planeación, Luis Samuel Montes de Oca, me mostró una carta-renuncia hecha por Dante Licona, dirigida a él, en calidad de superior jerárquico y otros documentos, donde, entre otras cosas, acusaba a Mario Rodríguez de haberle pedido dinero a nombre del Magistrado Reyes Rodríguez y asegurando que, de hecho, Mario Rodríguez le había pedido dinero a todos los que, a invitación de él, habían ingresado al Tribunal diciéndoles que era dinero en reciprocidad con el apoyo que les brindó el Magistrado, para pagar algunos cursos y diplomados y prometiéndoles que más adelante iban a recibir mejores posiciones en la Dirección General de Planeación.
Inclusive, como parte de la investigación, aseguró que informó al Magistrado Reyes Mondragón del asunto.
“Cuando el director general de Planeación hizo de mi conocimiento los hechos, inmediatamente informé al Magistrado y, considerando que involucraban su nombre directamente, tanto en la supuesta petición de dinero a sus colaboradores a nombre suyo como en el señalamiento de que uno de sus colaboradores en el Tribunal se ostentaba en una página de Internet como su ‘asesor financiero’, le hice ver la gravedad y que era imperativo levantar actas, que un notario diera fe pública del contenido de la página de Internet y de denunciar administrativa y penalmente los hechos deslindándose de los mismos. Sin embargo, me dijo que él se encargaría, pero por el momento no hiciéramos las cosas más grandes”.
—¿En su calidad de secretario particular del Magistrado Reyes Rodríguez Mondragón dio seguimiento de estos hechos?
—Realmente no, ya que por un lado el Magistrado Reyes me dijo que él se encargaría y desconozco qué acciones tomó al respecto, y por el otro, al mes siguiente de esos hechos dejé de ser secretario particular del Magistrado y fui comisionado a atender actividades de otra área del Tribunal, por lo que nunca más y hasta ahora había vuelto a saber del tema.
También compareció, el 27 de octubre de 2020, Luis Samuel Montes de Oca Suárez, director general de Planeación y Evaluación Institucional, pero negó absolutamente todo y específicamente que haya sabido de la solicitud de dinero a servidores públicos beneficiados con ascensos en nivel salarial de la ponencia de Reyes Rodríguez: “no me consta por no ser un hecho propio”.
Esto pese a que, en su comparecencia del 9 de octubre de 2020, Dante Licona Roldán exhibió la carta que le entregó, en 2018, a Montes de Oca, quien se la pidió tras su negativa de presentar renuncia que le había pedido a la plaza.
“En dicho documento explico las razones de mi negativa a presentar la renuncia solicitada y mi molestia por haber entregado el dinero que Mario Rodríguez me solicitó a cambio de ocupar la plaza que éste me prometió, es decir, alguna dirección de área en la Dirección General de Planeación y Evaluación Institucional, lo cual a su decir ya estaba acordado por el Magistrado Reyes Rodríguez Mondragón”.
El expediente de este caso de “moches” presuntamente en beneficio del Magistrado presidente del TEPJF está ya completamente integrado, pero también existe el riesgo de que sea enviado al archivo por decisión de Rodríguez Mondragón, cuyo mentor es el panista Roberto Gil Zuarth, secretario particular de Calderón en la Presidencia de la República.
AUTOR: ÁLVARO DELGADO GÓMEZ.
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