El exmandatario mexicano, de visita en España para una convención del Partido Popular español, no se refirió a su secretario de Seguridad Pública (2006-2012) ni a la detención el año pasado en EU de su entonces mano derecha, señalado por sus vínculos con el narcotráfico.
El expresidente Felipe Calderón Hinojosa presumió ante miembros del español Partido Popular (PP) que pudo controlar la delincuencia y traer “bienestar a los ciudadanos” gracias a sus políticas de seguridad que arrebataron, aseguró, el Estado a los criminales. Mencionó que entre 2006 y 2012 se renovó a las policías que estaban tomadas, dijo, por los cárteles de la droga.
Puso ejemplos de su éxito –en una conferencia en Cartagena, en el sureste de España y ante una audiencia española–: “A nivel nacional los homicidios, después de alcanzar un pico, comenzaron a reducirse y bajaron en los últimos dos años de mi Gobierno 21 por ciento. Y en algunas ciudades fue mucho más claro: Ciudad Juárez, que probablemente hayan escuchado que era la ciudad más peligrosa del mundo, bajó sus homicidios 83 por ciento desde su pico. Monterrey, 89 por ciento desde su pico”.
“Reducciones reales en criminalidad que dieron bienestar. Y como dice el presidente [del Partido Popular, Pablo Casado]: el Estado de Derecho que se genera con eso genera certidumbre, igualdad y crecimiento económico e inversión”, dijo Calderón, enérgico, sudoroso, manoteando.
Calderón, sin embargo, nunca dijo a su audiencia española que Genaro García Luna, su mano derecha, fue detenido en Estados Unidos con acusaciones no sólo de proteger a la más grande banda del crimen organizado, el Cártel de Sinaloa, sino de participar directamente en operaciones internacionales de tráfico de drogas.
Omitió decir, a su audiencia española, que su Secretario de Seguridad Pública federal y la mayoría de su equipo más cercano (entre ellos Luis Cárdenas Palomino, a quien Calderón condecoró como policía ejemplar) están detenidos o se dieron a la fuga por acusaciones de tortura, enriquecimiento ilícito, crimen organizado, tráfico de drogas, extorsión o incluso de asesinato.
El expresidente mexicano, invitado especial del Partido Popular a dar una conferencia, no dijo en esa reunión con ciudadanos de otro país que lo que él llama “pico” fue, en realidad, una escalada inédita de violencia en México –que todavía no se ha podido contener–, provocada por su política de seguridad, que causó que esas dos ciudades, Ciudad Juárez y Monterrey, padecieran un estallido de homicidios nunca antes visto.
No les dijo que la baja de homicidios “al final de mi sexenio”, que presumió ante los extranjeros, no compensó el aumento de asesinatos que se provocó con la estrategia operada por García Luna, su hombre fuerte.
Apenas ayer, fiscales estadounidenses informaron que entregaron al abogado del exsecretario García Luna documentos enviados por el Gobierno mexicano que detallan sus actividades. Los documentos son parte de la enorme cantidad de pruebas que la Fiscalía del Distrito Este de Nueva York planea presentar en un juicio al exfuncionario de Calderón, quien se encuentra preso en Nueva York.
Los fiscales dijeron en una carta a César de Castro, abogado del exfuncionario mexicano, que le entregaron nuevas pruebas y que éstas incluyen además un álbum de fotografías. El Gobierno de Colombia también agregó pruebas contra él. Los documentos ofrecidos por el Gobierno de México fueron obtenidos a través de un acuerdo de asistencia legal mutua. Entre el último paquete de pruebas también hay documentos del Bank of America y del Departamento de Estado estadounidense.
El expediente contra García Luna acumula millones de fojas de pruebas, de acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, en el juicio al exfuncionario mexicano de más alto nivel en la historia común. De ese récord tampoco habló Calderón Hinojosa.
AUTOR: REDACCIÓN.
No hay comentarios:
Publicar un comentario